Lula interrogado sobre caso de corrupción

El fin de una leyenda y una bomba sobre Rousseff

Por Ana María Pomi

HAVANA TIIMES (dpa) – El interrogatorio policial al que fue conducido el viernes en forma coercitiva el ex presidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva cae como una bomba sobre el frágil y desgastado Gobierno de su sucesora, Dilma Rousseff, y corroe la leyenda que envolvía al emblemático político y su Partido de los Trabajadores (PT).

“Cuando las investigaciones de la Lava Jato alcanzan al ex presidente Lula, alcanzan de manera grave e irreversible a la presidenta Dilma Rousseff, cuyo Gobierno está muerto. No tiene credibilidad ni reúne condiciones suficientes para recuperarse”, aseveró la analista del diario “O Estado de Sao Paulo”, Dora Kramer.

Lula y Rousseff, mentor y ahijada política respectivamente, están distanciados por discrepancias sobre la conducción económica del país y los rumbos de la Operación Lava Jato, que es comandada por la Policía Federal y depende, en última instancia, del Gobierno.

La Lava Jato desmanteló la colosal red de corrupción que operó en Petrobras y se fue aproximando, contra las críticas del PT y de Lula, a importantes políticos oficialistas, hasta que hoy llegó a la puerta de la casa del máximo líder de la izquierda nacional y del partido de Gobierno.

Pero la creciente distancia entre ambos no preservará a Rousseff de los efectos nefastos que dejará como legado el episodio histórico vivido hoy en Sao Bernando do Campo, en el interior de Sao Paulo.

Cuatro vehículos de la policía federal ingresaron al edificio en el que vive Lula y se lo llevaron para declarar como sospechoso de haberse beneficiado políticamente con los desmanes en Petrobras y de haberse enriquecido con recursos desviados.

La imposibilidad de Rousseff de tomar distancia del caso que benefició a su propio partido fue claramente ilustrada hoy por el fiscal Carlos Fernando Lima.

“Las investigaciones ya vienen acumulando evidencias que el principal beneficiario (de los desmanes) era el Gobierno del PT, y queda claro que los beneficios políticos obtenidos fueron de Lula y de la actual presidenta Dilma Rousseff”, expresó Lima.

Los fiscales sostienen además que la presidenta se benefició directamente con las acciones ilícitas comandadas por su antecesor, que tenían como fin último mantener al PT en el poder.

“Surgieron en la investigación referencias al nombre del ex presidente Lula como persona cuya actuación fue relevante para el éxito de la actividad delictiva”, enfatizó el Ministerio Público Federal (Fiscalía) a través de un comunicado.

Los “indicios” y “evidencias” “consistentes y contundentes” manifestados por los fiscales chocan dolorosamente con la bandera con la que el PT llegó al poder en 2003 de la mano de Lula: la “ética”.

Además de tener presos a dos ex tesoreros y al ex hombre fuerte de Lula, José Dirceu, entre otros dirigentes históricos, el PT tiene ahora a su fundador bajo sospecha de haber incurrido en delitos de corrupción y lavado de dinero.

“Es el fin del proyecto del PT”, decretó la renombrada analista política Eliana Cantanhede.

En una columna divulgada hoy, la politóloga hizo referencia a las graves denuncias contra Lula y Rousseff que hizo el senador del PT Delcídio Amaral en el marco de un acuerdo de colaboración con los investigadores de la Lava Jato.

Según publicó el jueves la revista “Época”, Amaral, quien estuvo cuatro meses preso por intentar sobornar a un ex director de Petrobras para que no contara lo que sabe sobre la red ilegal, dijo que Lula y Rousseff siempre estuvieron al tanto de los fraudes y que además actuaron varias veces directamente para frenar las investigaciones.

“Con Lula declarando en la Policía Federal y acosado junto a la presidenta por la delación premiada de Amaral, no hay otra conclusión obvia posible: es el fin del proyecto del PT, el fin de una era”, apuntó Cantanhede.

Con una economía en harapos, una base oficialista que ha boicoteado todas las medidas propuestas por Rousseff para intentar recuperar la credibilidad del país y una reprobación popular histórica de más del 70 por ciento, Rousseff está, más que nunca, en las manos de la población.

Mientras la oposición salió hoy a pedir su renuncia, los grupos que defienden su destitución preparan manifestaciones para el próximo domingo 13 para exigir su cabeza.

En el Congreso, el proceso de destitución de la presidenta, acogido a fines de 2015 por el presidente de Diputados, Eduardo Cunha, podría ganará oxígeno.

En una síntesis de la dramática situación en la que quedó Rousseff, el analista de UOL Josias de Sousa aseguró que la presidenta no tiene pueblo que la respalde, aliados que le garanticen la gobernabilidad ni capacidad de reacción. Ahora, tampoco tiene a su padrino político para defenderla.

“La presidenta está más sola que nunca”, concluyó.