Los migrantes cubanos, entre la angustia y la esperanza

Por Gabriela Selser y Ernesto Ramírez

Cubanos esperando en la frontera de Costa Rica con Nicaragua.  Foto: prensa.com
Cubanos esperando en la frontera de Costa Rica con Nicaragua. Foto: prensa.com

HAVANA TIMES (dpa) — Duermen apenas sobre sábanas tendidas en el suelo. Sin camas, ni siquiera colchonetas. El gobierno de Costa Rica les provee alimentos y atención médica, pero nada calma la ansiedad que les provoca el no saber si podrán seguir su viaje hacia Estados Unidos.

“Me siento desesperado. Salí de La Habana en los primeros días de noviembre. El viaje me ha costado 10.000 dólares y me estoy quedando sin plata”, dice Johan Mérida, profesional de turismo, uno de los más de 2.000 cubanos varados en la frontera que divide a Costa Rica de Nicaragua.

Mérida, como los demás, aguarda en uno de los ocho albergues provisionales habilitados por el gobierno costarricense cerca de la aduana de Peñas Blancas, a 300 kilómetros de San José, donde los migrantes permanecen desde el domingo 15 de noviembre, después de que Nicaragua les cerrara el paso por su territorio.

El grupo, alentado por una banda ilegal de tráfico de personas que fue desarticulada en Costa Rica, se había reunido en Ecuador a donde había llegado por vía aérea sin necesidad de visa y con pasaportes legales expedidos por el gobierno cubano, según informó la Cancillería en La Habana.

Sin más carga que pequeñas mochilas, los cubanos pasaron las fronteras de Colombia y de Panamá, y tras cruzar Costa Rica se toparon con el Ejército y la Policía de Nicaragua que les impidieron ingresar, según el gobierno de Managua porque no había sido informado de tal avalancha.

“En Nicaragua avanzamos hasta el pueblo de Rivas, allí nos tiraron gases lacrimógenos, nos dieron golpes, a las mujeres embarazadas, a los niños… nos han maltratado durísimo”, contó llorando una joven cubana en una de las primeras imágenes difundidas por los canales de televisión.

Entre los opositores al presidente Daniel Ortega, no se hicieron esperar los reclamos. Muchos dijeron que el trato hacia los cubanos riñe con el slogan acuñado y repetido como una consigna por la primera dama y vocera oficial, Rosario Murillo: “¡Nicaragua cristiana, socialista y solidaria!”

La mayoría de los cubanos son mujeres y varones jóvenes, y algunos de ellos llevan consigo a niños pequeños a quienes la Cruz Roja costarricense les da atención especial en los albergues ubicados en las localidades fronterizas de Liberia y La Cruz.

Hannia Castillo relató que muchos de sus paisanos vendieron sus casas en Cuba para poder costear el viaje, especialmente difícil para los de más edad. “Estoy físicamente liquidado”, comentó Arsenio Para, uno de los mayores del grupo.

Otros, como la maestra Laidy Fuentes, de 24 años, han vivido experiencias dramáticas. Ella contó a un diario costarricense que fue encarcelada y ultrajada sexualmente por efectivos de la Policía de Colombia, a su paso por ese país. “Me violaron, me golpearon, me quitaron los documentos”, aseguró.

Se trata de una “crisis humanitaria regional y debe ser atendida con urgencia”, advirtió Martha Cranshaw, de la ONG Red Nicaragüense para las Migraciones. A su juicio, Nicaragua actuó de forma “desmedida” al lanzar al Ejército y la Policía sobre ese grupo de civiles extranjeros y desarmados.

Utilizando las redes sociales, muchos nicaragüenses han comenzado a recolectar alimentos y ropa para enviarles a los cubanos en la frontera, en agradecimiento por el apoyo que ese país le dio a la revolución sandinista en la década de 1980, y que se mantiene todavía con la presencia de médicos y alfabetizadores.

Sin embargo, la defensora de los Habitantes de Costa Rica, Montserrat Solano, pidió no realizar ese tipo de donativos sino más bien mandarles libros, juegos de mesa y otros materiales de entretenimiento, debido a que los cubanos “están acumulando ansiedad” por la incertidumbre en que se encuentran.

Según la prensa de San José, la cantidad de cubanos que ya está en territorio costarricense superaría los 2.500, tras reportarse la llegada de más de 500 procedentes de Panamá en las últimas 72 horas. Se cree que centenares más llegarán en los próximos días.

De acuerdo a datos oficiales costarricenses, el flujo migratorio de los cubanos “no es nada nuevo”, ya que unos 30.000 han cruzado los territorios de Costa Rica y de Nicaragua con rumbo a Estados Unidos durante los últimos dos años.

Los cancilleres de Centroamérica acordaron reunirse el próximo martes en El Salvador, junto a sus colegas de Cuba, México, Ecuador y Colombia, para buscar una solución rápida al problema, que según el gobierno de Costa Rica pasa por la creación de un “corredor humanitario” hasta Estados Unidos.

Si bien Washington no enviará representantes a la reunión, los embajadores estadounidenses en Costa Rica y Nicaragua han dicho que siguen de cerca el caso, y aseguraron que ese país recibirá a los cubanos que puedan llegar a Estados Unidos.

En este sentido, tanto el embajador en San José, Fitzgerld Haney, como la representante en Managua, Laura Dogu, subrayaron que Washington no piensa modificar la llamada “Ley de Ajuste Cubano”, que garantiza residencia legal y permisos de trabajo a los isleños que logren pisar territorio estadounidense.