Las FARC declaran una tregua de un mes tras semanas de violencia

Por Isaac Risco y Rodrigo Ruiz Tovar

farcHAVANA TIMES (dpa) – Las FARC declararon hoy una tregua unilateral de un mes en Colombia a partir del 20 de julio, después de la reciente ola de violencia que había llevado al proceso de paz con el gobierno a su punto más crítico desde su inicio en 2012.

“Anunciamos nuestra disposición de ordenar un cese al fuego unilateral a partir del 20 de julio, por un mes”, dijo el líder de la delegación guerrillera en La Habana, Luciano Marín, conocido también como “Iván Márquez”, al inicio de una nueva jornada de diálogos con el gobierno de Juan Manuel Santos.

El presidente, por su parte, saludó la medida, anunciada en días en que el apoyo al proceso se derrumbaba en la opinión pública colombiana. También a nivel internacional crecía la preocupación. El martes, los países que garantizan y acompañan el diálogo de paz (Cuba, Noruega, Venezuela y Chile) habían hecho un llamado “urgente”
a “desescalar” el conflicto.

“Valoramos gesto de cese unilateral de fuego de las FARC pero se necesita más, sobre todo compromisos concretos para acelerar negociaciones”, escribió Santos en una primera reacción en su cuenta de Twitter al anuncio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

“Por supuesto que yo valoro ese gesto (…), pero no lo considero suficiente”, dijo más tarde. “Lo que queremos en este país es terminar con este conflicto lo más pronto posible. ¿Y cómo lo terminamos? Acelerando las negociaciones”, pidió.

“Si este cese viene acompañado de unos compromisos concretos de avances y cese definitivo, pues ahí sí estaremos muy cerca (de cerrar con éxito el proceso de paz), agregó el mandatario.

“Márquez”, por su parte, señaló que el nuevo alto el fuego intenta corresponder al llamado de “desescalamiento” hecho por los países garantes un día antes.

“Buscamos con ello generar condiciones favorables para avanzar con la contraparte en la concreción del cese al fuego bilateral y definitivo”, aseguró. La guerrilla ya ha declarado treguas en varias ocasiones desde el comienzo de las negociaciones en Cuba en noviembre de 2012, la última vez incluso de forma indefinida en diciembre del año pasado.

La guerrilla, sin embargo, suspendió a finales de mayo ese alto el fuego después de sufrir fuertes bajas en varias operaciones militares. El gobierno de Santos se ha negado hasta ahora a detener los operativos, alegando que lo hará en el momento en que el proceso de paz esté encauzado.

Varios ataques insurgentes en las últimas semanas han llevado a los diálogos a uno de sus momentos más críticos. Los atentados se han dirigido principalmente contra la industria petrolera en Colombia, causando considerables daños ambientales por el derrame de crudo.

La guerrilla atacó el lunes también a una patrulla militar en la selva del departamento de Putumayo en el sur del país. Un soldado murió y otros dos resultaron heridos. Otro militar está desaparecido.

El propio negociador jefe del gobierno, Humberto de la Calle, se mostró preocupado por el proceso de paz debido a la escalada de violencia. “Algún día es probable que no nos encuentren en la mesa de La Habana”, dijo De la Calle en una entrevista el domingo.

“Realmente lo que está ocurriendo es insoportable para los colombianos”, agregó respecto a la ofensiva de las FARC.

Varias voces celebraron hoy en Colombia el anuncio de una nueva tregua de la guerrilla.

“Cese al fuego unilateral de las FARC = desescalamiento del conflicto. Antesala del cese al fuego definitivo!”, celebró en Twitter el senador Armando Benedetti, del gobernante Partido Social de Unidad Nacional.

Su colega y copartidario Roy Barreras expresó que el anuncio era lo que los colombianos esperaban. “La decisión de las FARC del cese unilateral “es el camino correcto y reencausa el proceso porque inicia el desescalamiento”, dijo.

La ex senadora Piedad Córdoba, del Partido Liberal, celebró el anuncio y dijo que las negociaciones en La Habana deben “avanzar rápido hacia el cese (de fuego) bilateral”.

El gobierno de Santos negocia desde 2012 en Cuba con la guerrilla de inspiración marxista, la más grande y antigua del continente, para intentar poner fin a un conflicto de más de medio siglo en Colombia.

Ambas partes han alcanzado hasta ahora tres acuerdos parciales respecto a una reforma agraria, la futura participación política de los insurgentes y la lucha contra las drogas.

La mesa de diálogo negocia desde hace meses sobre la situación de las víctimas del conflicto, el cuarto punto de una agenda de cinco temas. Más adelante tienen previsto hablar sobre las condiciones para poner fin al conflicto.