Japón se acerca lento, pero decidido, al mercado cubano

Por Pilar Montes

japan cubaHAVANA TIMES — Una vez hace años, como periodista, acompañé a una delegación empresarial japonesa interesada en visitar Moa, en el extremo nororiental cubano, para evaluar los yacimientos de níquel.

Cuando el experto cubano les explicó, en el terreno, que las vetas de níquel se extendían desde la superficie hasta 27 metros de profundidad, los ojos nipones  brillaban y sacaban cuentas que no llegaban a abarcar toda su riqueza.

Sin embargo, desde que Estados Unidos dejó de comprar los aceros japoneses por contener níquel cubano, las compras decayeron y con él, otras importaciones desde la Isla.

El entonces segundo socio comercial de Cuba, entre 1970 y 80, dejó de estar entre los principales mercados para la Isla. Hoy es apenas el tercero en Asia y no clasifica entre los 10 primeros a nivel mundial.

Cuba se deja querer y no solo muestra nuevas oportunidades de inversión en La Habana, donde se efectuó un seminario de negocios auspiciado por la Organización para la Promoción del Comercio de Japón (Jetro) y la Cámara de Comercio de la República de Cuba, sino en Tokío, en la persona del primer vicepresidente Miguel Díaz Canel de visita oficial en ese país.

El foro en Cuba tuvo la participación de una delegación de 60 empresarios de 35 entidades e instituciones niponas, varias de ellas establecidas en Estados Unidos, Brasil, México y Panamá.

El vicepresidente ejecutivo de Jetro, Tatsuhiro Shindo, anunció la apertura de una oficina de Jetro en la capital cubana para el mes de septiembre y la participación en la Feria Internacional de La Habana con un espacio de 620 m2, el mayor hasta la fecha en esa bolsa.

Shindo abundó que la oficina de Jetro en Cuba monitoreará la macroeconomía cubana, al tiempo que adelantó el interés de las empresas afiliadas en el sector de la biotecnología, las facilidades que brinda la Zona Especial de Desarrollo de Mariel, los sectores del transporte y las nuevas tecnologías, estos últimos en los que Japón goza de excelencia a nivel mundial.

El director de Asia y Oceanía del Ministerio de Comercio Exterior e Inversión Extranjera, Rigoberto Enoa, por su parte, señaló que se prepara un documento de Promoción y Protección de Inversiones, acuerdos que Cuba ha suscrito con decenas de países.

Enoa informó que las dos partes han identificado nuevos sectores de interés como la producción de alimentos, transporte y energía, tanto convencional como renovable, para futuros negocios, mientras se mantienen los tradicionales intercambios en otras ramas como la medicina y la agricultura.

Evaluó esta como una buena ocasión para incrementar el intercambio comercial que en los últimos años se ha comportado en el orden de los 100 millones de dólares.

Después del acuerdo general de renegociación de la deuda cubana con los acreedores del Club de París, señaló Enoa, está más  próxima la conclusión de las conversaciones para reprogramar la deuda con el sector privado y público japonés.

En el anterior Foro de Negocios Cuba-Japón efectuado el año pasado, la parte nipona afirmó que luego de resuelto el problema referente a la deuda cubana, se podía hablar de futuro.

Desde entonces visitaron la Isla ejecutivos de grandes rivales estadounidenses de las firmas niponas, ¿Es que veremos enfrentarse a la Komatsu y la Caterpillar en licitaciones de proyectos de infraestructura? O quizás a la General Motors con la Toyota? En definitiva, en Cuba está casi todo por hacer.