Homenaje a los mártires de Hermandad Abakuá caídos en 1871

Yasmín S. Portales Machado

Jorge Ryan

HAVANA TIMES – Como es costumbre desde 2006, un nutrido grupo de personas se concentró en la esquina de Morro y Colón el 27 de noviembre, para rendir homenaje a cinco miembros de la Hermandad Abakuá que fueron asesinados, 141 años atrás.

Lo peculiar es que, por primera vez, hubo colaboración entre representantes del Consejo Supremo de las Sociedades Abakuá de Cuba y de la gubernamental Federación Estudiantil Universitaria (FEU).

Desde finales de octubre, el recién creado grupo “Anamuto” informó del acto cultural y patriótico por la memoria de los cinco abakuá que cayeron el 27 de noviembre de 1871, y cuya memoria se perdió hasta fines del siglo XX.

“Anamuto” es una plataforma de coordinación que integran la Cátedra de Pensamiento Haydee Santamaría; el grupo Chekendeke, el Consejo Supremo de las Sociedades Abakuá de Cuba y la Cofradía de la Negritud.

Los hechos son conocidos: Ante el avance de las fuerzas independentistas, se desató el terror en la colonia. En noviembre de 1871 el Cuerpo de Voluntarios (grupo paramilitar de la época) buscaba una excusa para dar un escarmiento. Tras un proceso amañado por la supuesta profanación de una tumba, se fusiló a ocho jóvenes criollos estudiantes de medicina, uno de los cuales ni siquiera estaba en La Habana el día del “delito”.

Pocas personas saben que cinco miembros de la Hermandad Abakuá, de entre 14 y 22 años, organizaron un intento de rescate el día del fusilamiento, porque uno de los estudiantes era cofrade. Fueron ultimados a bayonetazos y tiros, sus nombres desechados en los registros y su memoria excluida de la narrativa épica de la nación cubana.

Desde que se alcanzó la independencia, la conmemoración de este crimen fue retomada por el movimiento estudiantil, de la cual se considera heredera la actual Federación Estudiantil Universitaria (FEU).

Sin embargo, la historiografía oficial no ha incorporado ese elemento en los planes de estudio –sí reconoce la protesta de algunos oficiales españoles–, y la prensa oficial ha silenciado los homenajes que realizan la Hermandad Abakuá y otros grupos de la sociedad civil.

El público era muy diverso: hombres Abakuá, representantes de la Fundación Nicolás Guillén, la UNEAC y el proyecto comunitario El Rincón de los Milagros; investigadores del tema racial y del asociacionismo en Cuba; activistas; masones; personas de la zona (que ya esperan la intervención anual); trabajadores o paseantes casuales, sorprendidos por la reunión y el pedazo de historia.

El acto se realizó en dos partes: Primero un homenaje a los mártires abakuá. En el parque de Morro y Colón hicieron uso de la palabra varios intelectuales, se colocaron ofrendas florales de la Gran Logia de Cuba y el Consejo Supremo de las Sociedades Abakuá de Cuba, el actor Jorge Ryan declamó un “cadáver exquisito” de poesía antirracista, y se cerró con una intervención musical acompañada por la improvisación de cuatro poetas.

Luego el grupo se trasladó hacia el Mausoleo a los Estudiantes de Medicina, en La Punta. La marcha fue muy diferente a la de 2011, cuando la avenida fue movilizada con tambores e Iremes. Este año esa parte del acto fue prohibida, en lo que varias personas definieron como una demanda basada en los prejuicios frente a las expresiones culturales de origen africano.

Ya en La Punta, se negoció con docentes y estudiantes del Instituto Técnico Militar para poder entrar al monumento y completar el homenaje. La solicitud fue recibida con inesperado respeto y disposición a colaborar. Esta reacción, ante una acción autónoma de la sociedad civil, es esperanzador indicativo de los cambios en la sociedad cubana.

Se depositaron coronas florales en el Mausoleo, y un representante de los Abakuá dio un breve discurso donde resaltaba la implicación de la Hermandad en diversas luchas de Cuba (la independencia, el movimiento obrero, la Guerra Civil Española) y su inevitable vinculación con el destino de la nación cubana.

El acto culminó con una nueva declamación del actor Jorge Ryan y la canción “Su nombre es pueblo”, de Eduardo Ramos, interpretada por la cadete Yissel.

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One thought on “Homenaje a los mártires de Hermandad Abakuá caídos en 1871

  • La tradicion paramilitar en Cuba tiene una larga historia: los voluntarios, la porra machadista, las brigadas de respuesta rapida. No mas violencia en Cuba!!!

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