Gobierno uruguayo dice que no quiere «turismo cannábico»

La ministra uruguaya de Turismo, Liliam Kechichian
La ministra uruguaya de Turismo, Liliam Kechichian

HAVANA TIMES (dpa) – El Gobierno de Uruguay, que implementa una ley de regulación del mercado de cannabis en el país, no quiere que lleguen turistas desde el exterior con el propósito de acceder a esa droga, dijo la ministra uruguaya de Turismo, Liliam Kechichian, en declaraciones citadas hoy por la prensa local.

“Turismo cannábico no hay y no queremos que haya. La reglamentación habla específicamente de consumo para los residentes, porque se trata de una estrategia de lucha contra la droga”, dijo la jerarca entrevistada por el diario “El País”.

“Es algo que cuesta mucho explicar cuando uno toma medidas bien diferentes a las que asumió el resto del mundo. La estrategia de la lucha contra las drogas en el mundo es un enorme fracaso: cada vez hay más drogas, consumidores y narcos, por lo que Uruguay hace bien en transitar este nuevo camino”, añadió.

Kechichian reconoció que la ley de regulación del mercado de la marihuana aprobada en Uruguay en diciembre de 2013 está llevando a algunos turistas extranjeros a preguntar en farmacias si pueden comprar la droga. “Es verdad, pero no ha sido algo masivo y cuando se les explica, lo entienden perfecto”, aseguró.

La ley establece que el Estado se encargará de controlar la producción y distribución que estará a cargo de particulares, exclusivamente para residentes en Uruguay, mayores de 18 años, que se inscriban en un registro de consumidores con fines recreativos.

Pero la implementación de la ley ha sido lenta, y aún no comenzó la fase de comercialización de la sustancia en las farmacias, que está limitada a 40 gramos al mes por persona. En cambio, ya está habilitado el autocultivo, hasta cierta cantidad de plantas por consumidor, y también en los clubes cannábicos.

Esta ley fue aprobada durante el período de Gobierno encabezado por el presidente José Mujica (2010-2015) con la intención de que con la intervención del Estado en el mercado se desplace al narcotráfico, para así reducir el consumo de drogas más duras y permitir hacer políticas asistenciales a favor de los adictos.