Excarcelado nicaragüense se quedó varado en México

y ahora busca patrocinador para el parole humanitario en Estados Unidos

Christian Melendez

Christian Meléndez estuvo preso en 2018 por participar en las protestas antigubernamentales. En diciembre pasado, tras años de asedio, tomó la decisión de migrar pero se quedó a mitad de camino

Por La Prensa

HAVANA TIMES – Exilio o cárcel. Entre estas dos opciones han estado muchos de los jóvenes que destacaron en las protestas estudiantiles contra la dictadura de Daniel Ortega, y tarde o temprano tienen que elegir antes de que se les haga muy tarde. Este fue el caso de Christian Meléndez, originario de Chichigalpa.

Él estuvo preso en 2018 por participar en las manifestaciones estudiantiles. Tras ser excarcelado en 2019 por la cuestionada Ley de Amnistía se negó a dejar de luchar por sus ideales, lo que lo mantuvo a la vista de la Policía.

Meléndez aprendió a vivir con el asedio policial en Chichigalpa y bajo constantes agresiones de paramilitares por mantenerse activo en las protestas de su ciudad. Con el tiempo se dio cuenta que nadie quería acercarse a él y nadie le quería dar trabajo porque donde llegaba era acechado por la Policía.

“Te van aislando socialmente, te van cerrando las opciones, porque si vos te querés poner a vender hielo ni eso te dejan, no podés, no podés nada. Te matan las opciones educativas, de salud, todo”, dijo Meléndez, quien tiene 30 años actualmente. Cuando comenzaron las protestas tenía 26 años y anhelaba ser abogado.

Tomó la decisión de migrar y se quedó varado

Así pasaron cuatro años hasta que se convenció de que era insostenible seguir viviendo de esa manera. En diciembre de 2022 se sumó a los miles de migrantes que emprendieron rumbo hacia Estados Unidos, pero a quienes las puertas se les cerraron cuando iban de camino, debido a la aprobación del programa de parole humanitario que permite la llegada legal de migrantes cada vez que cumplan ciertos requisitos; y a la vez veta por completo las entradas irregulares a Estados Unidos por la frontera terrestre con México.

Meléndez ahora está varado en México, tratando de conseguir un patrocinador —uno de los requisitos para ser beneficiado con el parole–. “No quería irme del país, pero creo que tomé la decisión demasiado tarde”, dijo.

El opositor reconoce que el parole es bueno para evitarse el viaje por tierra, pero considera que es para la “gente pudiente”, es decir para quienes tienen familiares o personas cercanas viviendo en Estados Unidos en condiciones para ser patrocinadores. A su criterio, el programa no beneficia a las personas opositoras que están huyendo de la persecución en Nicaragua.

Manuel Orozco, director del Programa de Migración, Remesas y Desarrollo de Diálogo Interamericano, en una línea similar, dijo a LA PRENSA para un artículo anterior que el mecanismo no resuelve las necesidades de los que necesitan migrar. “Básicamente (el programa) está beneficiando a la oferta, a quienes tienen recursos y familia en Estados Unidos. No está beneficiando a la demanda, a los que salen por razones políticas y económicas inherentes a una dictadura”, señaló el experto.

La dificultad de conseguir a un patrocinador

Meléndez no tiene familiares en Estados Unidos y a las personas que les ha pedido ayuda le dicen que están priorizando pedir a su mamá, a su hermano o alguien cercano.

“Una persona que está allá va a preferir llevarse a un familiar, que es lo que están haciendo”, relató Meléndez.

Meléndez iba solo haciendo el viaje, pero como muchos, tenía el plan de mandar a traer a su esposa cuando ya estuviera establecido en Estados Unidos, pero ahora ni siquiera sabe si él podrá completar su viaje.

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