Empezó la zafra cubana 2016-2017

Por Pilar Montes

Zafra axucarera en Cuba.  Foto: opciones.cu
Zafra axucarera en Cuba. Foto: opciones.cu

HAVANA TIMES — Un proceso complejo como es la cosecha de la caña de azúcar, su traslado a los centrales y la molida con alto rendimiento, no es cuestión de apuestas ni bolas de cristal.

Hasta los primeros años de la Revolución eran 161 las fábricas existentes, las producciones oscilaban entre 4 y 5 millones de toneladas, con picos de poco más de 8 millones en los años 70-80.

El rendimiento industrial promedio fue del 13.3 por ciento en 1962. En los últimos años, sin embargo, se mantienen moliendo entre 50 y 60 ingenios con resultados productivos de entre 1 y 3 millones de toneladas y un rendimiento industrial máximo de 10.5 por ciento.

El central Harlem, de la provincia de Artemisa, fue el primero en echar a andar sus máquinas en la zafra 2016-2017. A esta fábrica se unirán otras 53 en el intento de dejar atrás los pésimos resultados de la última década, en la que fuera la primera y más productiva industria cubana.

Según el Grupo Empresarial Azcuba (estatal), que reúne nuevamente la actividad agrícola y la industrial de la fabricación de azúcar, este prevé un “crecimiento del 15 por ciento” en relación con el plan incumplido de la pasada contienda, que quedó corta en el 19 por ciento, según citas del sitio Cubadebate.

Los ingenios participantes en la zafra, señalan, son los capaces de moler caña durante más de 140 días. En diciembre arrancará el resto, para terminar todos a mediados de abril, época en que empiezan habitualmente las lluvias.

En la provincia central de Villa Clara, mayor productora de azúcar del país, el ingenio Heriberto Duquesne, de Remedios, fue el primero de nueve centrales en iniciar la molienda el 19 de noviembre.

Se estima que el rendimiento de caña por hectárea será de 41 toneladas, pero hay productores que logran hasta 70 toneladas y más por ha., motivo por el que se inició un movimiento para llevar este parámetro a 70 toneladas entre los agricultores.

Por supuesto que eso depende del manejo eficiente de la tierra y la aplicación de los insumos necesarios como el biofertilizante y los bioplaguicidas, el riego necesario en cultivos de secano, entre otros.

Cuba llegó a producir en sus mejores momentos el 25 por ciento de la producción mundial de azúcar. En 1997 el gobierno comienza el llamado “perfeccionamiento empresarial” en el Ministerio del Azúcar, pero lejos de aprovechar y modernizar las fábricas ineficientes, se desmantelaron y se perdieron técnicos de experiencia en el manejo de esta industria, haciendo de los bateyes pueblos abandonados.

Desde ese año la producción de azúcar se deterioró notablemente y en el 2011 Cuba produjo solo 1.1 millones de toneladas, lo que representa el 0.7 por ciento de la producción mundial, señala el experto Mauricio de Miranda Parrondo.

En su ensayo Los problemas de la inserción internacional de Cuba y su relación con el desarrollo económico, de Miranda señala que además de la reducción en la generación eléctrica hay una disminución en la eficiencia de la generación. Mientras que la tecnología de punta permite producir hasta 460 kWh por tonelada de caña, en Cuba el promedio en los años 1993 – 2010 fue de solo 29 kWh por tonelada de caña.

En este sentido, en los años 70 se había logrado ahorrar combustible en el inicio de la molienda usando bagazo y otros desechos de la cosecha. Esta costumbre se fue dejando a un lado cuando el suministro de petróleo importado de la URSS se hizo más disponible.

Las paradas innecesarias o por roturas en las últimas 15 zafras han interrumpido el 38 por ciento del tiempo de molienda en los centrales, indicó el economista citado.

El rendimiento promedio es de 33 toneladas de caña por hectárea. En el estado mexicano de Veracruz, el rendimiento promedio es de 75 toneladas, sin embargo en algunas áreas alcanza un máximo de 112 toneladas por hectárea”, indica el economista.

Por otra parte, Armando Nova González, investigador del Centro de Estudios de la Economía Cubana, en su trabajo sobre “Redimensionamiento y diversificación de la agroindustria azucarera cubana”, coincide que “los altos subsidios otorgados por la URSS erosionaron la capacidad de invertir, modernizar, optimizar, ya que cubrían los costos de la ineficiencia, el derroche y la falta de responsabilidad del capital humano, al estar sus beneficios desvinculados de los objetivos trazados por el gobierno.

Ahora que se ha abierto espacio a la inversión extranjera en el sector azucarero, antes cerrado al capital foráneo, en la recién concluida Feria Internacional de La Habana, la compañía rusa Ruselprom y la entidad cubana Azuimport establecieron alianzas para la modernización de la industria azucarera cubana.

Gueorgui Kalamanov, viceministro de Industria y Comercio de Rusia, expresó: “Me congratula que en estos últimos años se hayan hecho realidad algunos proyectos entre Cuba y Rusia. Los mismos han estado encaminados a la modernización de la industria cubana y a la organización del transporte ferroviario en la nación caribeña”. Un grupo de vagones ya se encuentran en la Isla, además de los acuerdos comerciales con la Kamaz, tratados que ya superan los 150 millones de dólares.

Aunque el autor de El Ingenio, Manuel Moreno Fraginals, asegura que la caña de azúcar descubrió a Cuba y no al revés, también hay un dicho que aunque exagerado a estas alturas sigue siendo parte de la cultura nacional: “Sin azúcar no hay país”.