El nuevo gobernante socialista de Ecuador promete nuevo estilo

Por Ramiro Carrillo (dpa)

Lenin Moreno. Foto/archivo: telesurtv.net

HAVANA TIMES – El socialista Lenín Moreno, del movimiento oficialista Alianza País (AP), asume la presidencia constitucional del Ecuador el miércoles, abierto a conversar con todos los sectores, incluso opositores, a quienes ofrece extender la mano, reportó dpa.

“Para que la victoria sea contundente y decirles que hemos ganado, aquí está la mano tendida para trabajar, no importa de qué partido sean, van a trabajar con la Revolución Ciudadana, porque habrá mucho que hacer”, dijo Moreno al plantear un acercamiento a todos los sectores tras su triunfo en las urnas.

El nuevo gobernante prometió “un cambio de estilo”, tanto en las relaciones internas como internacionales, que obedecerá “a un nuevo concepto de gobernabilidad que será el sendero por el cual seguirá el nuevo Gobierno”.

Moreno, de 64 años, nació en la región amazónica ecuatoriana y llegó a Quito de niño. Sus padres lo bautizaron como Lenín Voltaire, un nombre llamativo en la capital pero usual en el ambiente rural.

Es licenciado en administración pública y especialista en terapias basadas en el humor, materia sobre la cual ha escrito una decena de libros, entre ellos “Trompabulario” y “Ríase, no sea enfermo”.

Moreo estudió cuatro años de medicina, pero abandonó los estudios al llegar a la conclusión de que no era su vocación, como tampoco psicología, carrera que dejó después de tres años de estudios.

En 1988, durante un asalto, recibió un disparo en la columna vertebral que lo dejó parapléjico y atado a una silla de ruedas.

Es uno de impulsores del movimiento Alianza Pais (AP), que llevó al poder a Rafael Correa, con quien conformó el binomio ganador de los comcios de 2006 y que gobernó Ecuador desde 2007.

Moreno ejerció la vicepresidencia hasta 2013, cargo desde el cual impulsó líneas de trabajo para las personas con discapacidad, labor por la que fue reconocido por la sociedad ecuatoriana y que llegó a tener cierto impacto internacional.

Sus principales programas fueron la fundación Manuela Espejo, con un amplio programa para discapacitados, y la creación del bono para ancianos “Joaquín Gallegos”. Por estos emprendimientos sociales fue nominado para el Premio Nobel de la Paz en 2012.

Cuando dejó la vicepresidencia, su gestión tenía un índice de aceptación del 98 por ciento, de acuerdo con una encuesta de Informe Confidencial.

Su trabajo le valió la designación como enviado especial de la ONU sobre discapacidad en Ginebra, donde se desempeñó hasta 2016, para aceptar la nominación de candidato presidencial.

Al conocerse que su estadía en Suiza era pagada por el Gobierno, tuvo que afrontar un escándalo que afectó su imagen, sobre todo porque su hija también trabajaba con él en la oficina diplomática.

Una asamblea del movimiento Alianza País lo nominó para la candidatura presidencial en octubre del año pasado, cuando se eligió también al vicepresidente en funciones, Jorge Glas, como su compañero de fórmula.

Su ánimo de diálogo y conciliación le han valido el reconocimiento de la mayoría de los ecuatorianos, aunque también ha tenido roces con sectores políticos antagónicos, así como con el propio Correa.

Moreno no estuvo de acuerdo con los juicios de Correa contra medios de comunicación y señaló que la actitud de confrontación del mandatario no era “justificable”.

Sobre la ley de comunicación, objetivo estratégico del mandatario ecuatoriano, criticó algunas de sus disposiciones y en la actual campaña anunció que promovería algunas reformas para hacerla “perfectible”.

“Con la mano tendida para todos los ecuatorianos que quieran dialogar” es la proclama fundamental del oficialista, en contraposición a Correa, quien polarizó las fuerzas políticas y consideró como enemigos a las clases pudientes y los medios de comunicación.

Moreno es fan del club de fútbol quiteño Aucas, aficionado a la música popular poética y seguidor de Joan Manuel Serrat, cuyo tema “Caminante no hay camino”, basado en un poema de Antonio Machado, es su himno personal.

Está casado desde hace 20 años con Rocío González, con quien tuvo tres hijas.