El ministro de Exteriores alemán se encamina a Cuba para sumarse al deshielo

Por Isaac Risco y Michael Fischer

 Frank-Walter Steinmeier, Foto: vtv.gob.ve
Frank-Walter Steinmeier, Foto: vtv.gob.ve

HAVANA TIMES (dpa) – Alemania se sumará este jueves al deshielo con Cuba con el viaje a La Habana de su ministro de Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, apenas cuatro días antes de que la isla retome sus relaciones diplomáticas con Estados Unidos.

Con la visita de Steinmeier, la primera que hace un jefe de la Alemania reunificada a Cuba, la principal economía europea dará además el giro más visible desde 2003 a su política hacia la mayor de las Antillas.

“Cuba y el mundo se acercan ahí donde durante mucho tiempo hubo un muro de desconfianza”, dijo Steinmeier para explicar los motivos del viaje.

Durante su visita de unas 30 horas a la capital cubana, Steinmeier se reunirá con su homólogo Bruno Rodríguez. Aunque no se descarta que el político socialdemócrata pueda ser recibido también por el presidente Raúl Castro, la parte germana señaló que esa reunión no está en la agenda, así como tampoco un encuentro con Fidel Castro.

Al histórico ex mandatario de 88 años le gusta recibir en su casa a dignatarios extranjeros, aunque el gobierno no cubano no suele confirmar ese tipo de visitas por anticipado.

“Hay muchos interlocutores interesantes en Cuba aparte de Fidel Castro”, explicó un portavoz en Berlín de antemano.

Oskar Fischer fue en 1976 el último titular de Exteriores de la desaparecida República Democrática Alemana (RDA), un viejo aliado de La Habana de tiempos del bloque socialista, en visitar la isla.
Ningún ministro de Exteriores de Alemania occidental ha visitado en cambio Cuba, tampoco antes de la revolución de 1959.

Cuba AlemaniaPara el gobierno de Berlín se trata de abrir formalmente la puerta a un acercamiento a la isla, después del ya iniciado en abril de 2014 por la Unión Europea (UE) en su conjunto, y puntualmente por países del bloque como Francia y Holanda.

Steinmeier llegará a La Habana casi dos meses después de que lo hiciera el presidente francés, François Hollande. Dado las dificultades de España para definir su papel frente al castrismo en las últimas décadas, París se adelantó con ello al resto de países europeos en el deshielo con Cuba.

La UE, por su parte, negocia desde abril de 2014 un convenio sobre diálogo político con La Habana.

Alemania, que implantó con éxito en los 70 y 80 una política de diálogo para impulsar cambios en los países de Europa del este (“Cambios a través del acercamiento”), quiere seguir ahora la estela del deshielo de Estados Unidos. Washington y La Habana retomarán este lunes sus relaciones tras 54 años de ruptura.

“Tenemos sistemas políticos y económicos distintos y distintas concepciones de democracia y libertad de opinión y de democracia”, explicó Steinmeier también antes de salir hacia La Habana. “Pero vemos una apertura en Cuba, que queremos acompañar de forma activa”, agregó.

Alemania fue en la última década uno de los países europeos menos proclives a aceptar un acercamiento sin que hubiera cambios en la isla. Con intereses económicos menores en la región, Berlín abrazó siempre la llamada “posición común” de la UE, que condiciona desde
1996 las relaciones bilaterales a mejoras en la situación de los derechos humanos en Cuba.

La cooperación al desarrollo germana está paralizada desde 2003, como consecuencia a la ola de arrestos de opositores durante la llamada “primavera negra”.

Desde entonces está también congelada la firma de un convenio sobre asuntos culturales, que impide la apertura en La Habana de un instituto Goethe, la institución cultural bandera de Alemania en el extranjero. Se espera que la visita de Steinmeier allane el camino para la firma de ese convenio y quizá para la apertura de una representación económica germana en Cuba.

En cifras económicas generales, Alemania vendió en 2014 unos 191 millones de euros en bienes a la isla, mientras que las exportaciones cubanas al país europeo ascendieron a 33 millones de euros, según cifras del Ministerio de Exteriores de Berlín.

El turismo germano a la isla, en cambio, ha ido aumentando en los últimos años hasta los 140.000 visitantes en 2014. Con ello, Alemania es actualmente el tercer país de origen del turismo a Cuba después de Canadá y Estados Unidos.

Además de su reunión con Rodríguez, Steinmeier tiene en su agenda un encuentro con el ministro de Economía, Marino Murillo, responsable de las reformas de mercado. El programa incluye entre otras actividades una reunión con el cardenal Jaime Ortega, el principal representante de la Iglesia católica en Cuba.

Activistas alemanes han pedido que el ministro se reúna también con miembros de la oposición en La Habana. Los encuentros de políticos extranjeros con disidentes suelen disgustar al oficialismo, pero son también vistos como un termómetro del compromiso con los derechos humanos en grandes partes de la opinión pública europea.

Sería una “clara señal a favor de los derechos humanos”, subrayó la Asociación Internacional de Derechos Humanos (IGFM, por su siglas en alemán), con sede en Fráncfort.

One thought on “El ministro de Exteriores alemán se encamina a Cuba para sumarse al deshielo

  • Aún recuerdo la actitud de la Canciller alemana Angela Merkel cuando le pasó por delante al dictador Castro II sin ni siquiera dignarlo de una mirada. Alemania ha mantenido siempre una postura integra y clara hacia la Dictadura.

    Pero la moda es la moda y está de moda darse el paseíto por La Habana.

    El ministro de Exteriores alemán no se encamina a Cuba para “sumarse al deshielo”, se encamina a Cuba para montarse al carro del Dios dinero pensando que si no España, Italia, Francia, Holanda y Reino Unido les dejarán solo migajas.

    En realidad se ha demostrado cuanto poco les importe las condiciones del pueblo cubano, los derechos humanos y las libertades democráticas a los países de la UE (con raras y meritorias excepciones).

    Hace poco se hablaba de la respuesta de la Dictadura a la oferta de Google, señales como esa deberían servir de advertencia de que en Cuba lo que cambia es la fachada, el maquillaje, porque debajo todo sigue igualito.

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