El huelguista Guillermo del Sol entra al calvario desde un hospital en Cuba

Por Vicente Morín Aguado

Guillermo del Sol (Foto: Cortesía/14ymedio)

HAVANA TIMES – Cumplidos 40 días de huelga de hambre en Santa Clara, Cuba bajo el reclamo #Ni1Regulado más, protesta contra la prohibición arbitraria de salir del país, policías de la Seguridad del Estado interrumpieron bruscamente el tratamiento con sueros que se aplicaba de extrema urgencia al religioso, obligándole a regresar a su domicilio.

La noticia se difundió por terceras personas porque según testimonio de última hora del también pastor Mario Félix Lleonart, de la congregación bautista, los represores agregaron al atentado vital la incautación de los teléfonos móviles de Guillermo, su hijo Adrián y familiares presentes en el hospital provincial Arnaldo Milián Castro, donde se encontraba ingresado el huelguista reclamante.

Desde los Estados Unidos, Mario Félix explica que en esos momentos se estaba considerando el consentimiento del pastor en ayuno extremo, valorando la significación de su prolongada acción, que había conseguido el objetivo de llamar la atención de la opinión pública, dentro y fuera del país, sobre los llamados “regulados”, una práctica represiva arbitraria aplicada su hijo y también miembro de la Iglesia Católica Antigua, Adrián del Sol Alfonso.

“Le argumentamos que, al paso de 40 días, después de recibir muestras directas de apoyo de la embajada y del departamento de estado en Washington, además de numerosas muestras de solidaridad dentro y fuera de Cuba, era recomendable suspender la huelga, precisamente a los 40 días, simbólicos por el ayuno ejemplar de Cristo”, explicó el pastor Lleonart.

Enfrentado a sus convicciones morales, la salvaje acción represiva de este viernes deja sin opciones al reclamante, quien tuvo palabras premonitorias tres días atrás cuando expresó:

“Pero hay que entender que si yo, por complacer a las personas me levanto de esta cama voy a hacer el ridículo, y que Dios me perdone, yo prefiero morirme antes que hacer el ridículo delante de estos hijos de perra.”

El vía crucis de Guillermo del Sol comenzó el 12 de agosto del presente año cuando despidiendo a su hijo en el aeropuerto internacional José Martí de la capital cubana, le informaron que este no podía viajar por estar “regulado”, integrante de una lista negra que incluye hoy al menos 151 nombres de cubanos considerados por el gobierno sus opositores, aplicándoseles el castigo de no poder viajar al exterior

 Adrián del Sol, debía asistir a un encuentro interreligioso en Trinidad Tobago. Además de la arbitraria medida, que se aplica sin apego a ley alguna, le incautaron su equipaje, siendo conducidos ambos a la unidad de la policía del municipio habanero de Santiago de Las Vegas, donde les aplicaron multas.

Iniciado el ayuno total, un oficial de la Seguridad del Estado se personó en el hogar de la familia del Sol, informando que la “regulación había sido retirada”. Lo que motivó una enérgica respuesta por parte del hombre camino del Gólgota engendrado para los opositores martirologio en el Gólgota engendrado para los opositores por el sistema totalitario en su patria:

 “A mi hijo, hoy para mí símbolo de todos los hijos retenidos a la fuerza en Cuba, en el aeropuerto José Martí, se le ha tratado como a un delincuente o a un terrorista; y a los delincuentes y terroristas se les instruye, procesa, enjuicia y encarcela. Simplemente no se les deja en tierra, no se les estafa el boleto, no se les pierde el equipaje… ¿o es que acaso ustedes han entendido que nuestra amada tierra es el castigo para los inconformes?”

Lo escrito forma parte de una carta enviada al General de Ejército Raúl Castro Ruz, 1er Secretario del Partido Comunista de Cuba (PCC) a quien con razón califica Guillermo de verdadero gobernante de Cuba y quien responsabiliza directamente por su vida hoy en extremo peligro.

Vicente Morín Aguado: [email protected]

One thought on “El huelguista Guillermo del Sol entra al calvario desde un hospital en Cuba

  • Excelente trabajo Vicente. yo soy uno de esos ciento y no sé cuántos regulados, quie el gobierno castiga por no consentir con el sistema, a la cárcel domiciliaria, al encierro dentro de la isla que es nuestra casa. Cuando España era la déspota, en tiempos de Martí, el castigo para los hombres y mujeres que llevan en sí el decoro de muchos era echarlos fuera de Cuba, privarlos de vivir en su tierra amada, hoy es encerrarlos en su proipia tierra, condenarnois a no viajar fuera. triste sistema y triste revolución que para defenderse necesita hacer tales vejaciones. GHe exhortado a Del Sol a que deje ya la huelga, su vida es lo más importante ahora.

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