Ecuador decide entre sumarse a giro a la derecha o el progresismo

Por Ramiro Carrillo (dpa)

Lenin Moreno y Guillermo Lasso. Fotos: elcomercio.com

HAVANA TIMES – Los ecuatorianos despejarán el 2 de abril una incógnita para muchos: ¿será el fin de la “era Correa” y del progresismo o se sumará el país al giro a la derecha que se registra en la región?

El próximo domingo, en la segunda vuelta presidencial, deberán elegir entre el socialista Lenín Moreno, apoyado por el movimiento oficialista Alianza País (AP), y el conservador Guillermo Lasso, candidato de la alianza opositora de Creando Oportunidades (Creo) y el Movimiento Sociedad Unida Más Acción (Suma).

“Algunos temen que en América Latina se instauren nuevamente gobiernos de derecha, pero creo que jamás se fueron, si estos gobiernos fueron de izquierda no lo hicieron notar. Ahora es el miedo y la desesperación, porque lograron poner al pueblo en su contra”, consideró la politóloga Ana Minda.

Lo cierto es que en el último tiempo la derecha logró llegar al poder en otros países de la región, como Argentina, Brasil o Perú. Y en las elecciones intermedias de alcaldes, alcanzó los cabildos más importantes de Ecuador: Quito, Guayaquil y Cuenca.

La derecha está proponiendo “el cambio de modelo económico hacia otro que haga más énfasis en el mercado, con menos impuestos, que le dé menos presencia al Estado y a su capacidad regulatoria”, opinó el catedrático Adrián Bonilla.

Según los últimos datos de las principales encuestadoras, la mayoría de los 12,5 millones de electores votaría por la fórmula oficialista, que partte con una ventaja de entre 4 y 12 puntos.

De todas formas, las dos candidaturas expresaron sus temores de que se registre un fraude electoral.

Esa posibilidad fue motivada en principio por el intempestivo cambio de comandante del Ejército, el general Luis Castro, quien denunció que las Fuerzas Armadas no estuvieron en toda la cadena de custodia de los votos.

Además, el presidente Rafael Correa admitió que se podría cometer fraude en las mesas electorales.

“En el Consejo Nacional Electoral es prácticamente imposible hacer fraude, las actas se escanean, se puede revisar el software (…) Si usted no tiene veedores, los votos en blanco le pone una rayita y ya son votos para Lasso, los votos de Lenín le pone otra rayita y son votos nulos”, explicaba el mandatario el 2 de marzo.

“Y eso pasó muchas veces (…) si ha habido fraude no es primeramente el CNE, es la gente en las mesas”, denunció el gobernante.

Este escenario dio motivos al oficialismo para pensar que se pudo alterar los resultados en la primera vuelta del 19 de febrero, cuando el ex vicepresidente Moreno quedó a cuatro centésimas de ganar la votación.

A horas de la segunda vuelta, en Ecuador la tensión va en aumento y hay convocatorias de ambos sectores para manifestarse hasta los locales del Consejo Nacional Electoral (CNE).

El banquero Lasso, que el martes recibió una lluvia de objetos tras salir del estadio donde jugó el seleccionado ecuatoriano de fútbol, pidió vigilancia popular el día de los sufragios.

“No dejemos solas las urnas, tenemos que estar vigilantes y luego a las cinco de la tarde vamos todos juntos a las calles a defender la voluntad popular hasta que se proclame la victoria del cambio, la victoria de la esperanza, para que se vayan a la casa aquellos que se han burlado de los ecuatorianos los últimos diez años”, invitó.

Lasso y Moreno no han sido los únicos actores de este proceso eleccionario. Con una insistente permanencia rural, inaugurando diariamente obras y convocando a medios locales para que le entrevisten, el presidente Correa desarrolló su propia campaña de apoyo.

Atacó en toda ocasión a Lasso, acusándolo de ser el responsable de la crisis económica que vivió Ecuador en 1999, cuando era ministro de Economía, y aseguró que su llegada al poder significaría “volver al pasado”.

También su periplo por el país fue una especie de despedida de su Gobierno y el cierre de sus diez años en el poder – el mayor período consecutivo que ha tenido un gobernante en Ecuador – para lo que incluso creó una canción de despedida, escuchada profusamente en estos desplazamientos.

El domingo, el CNE contará con apoyo de las Fuerzas Armadas y la Policía para acordonar los exteriores de los recintos y mantendrá en sesión permanente la Mesa Nacional de Seguridad Electoral.

Un total de 1.575 militares custodiarán los centros de procesamiento de resultados y 48.342 harán el resguardo de los recintos electorales.

Asimismo, unos 300 representantes de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), de la Organización de los Estados Americanos (OEA), de la Unión Interamericana de Organismos Electorales (Uniore) y la Asociación Mundial de Organismos Electorales (A-WEB, por sus siglas en inglés) observarán y acompañaran las elecciones en la mayoría de las 24 provincias del país.

Los centros de votación cerrarán el domingo a las 17:00 horas (22:0o GMT) y a partir de allí, cuando se hagan públicos los resultados, se despejará la duda sobre el futuro del país.

One thought on “Ecuador decide entre sumarse a giro a la derecha o el progresismo

  • Pura propaganda mediatica. Ambos partidos en disputa son de centro izquierda y lo demuestra que Andres Paez el vice presidente del banquero Lasso fue por muchos años presidente del partido socialista Izquierda Democratica. En Ecuador como en muchos paises de latinoamerica se esta debatiendo entre continuar con los farsantes del socialismo del siglo 21 ladrones y destructores del estado de derecho, o volver al sendero de la democracia.

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