Economistas del mundo respaldan la nueva Constitución chilena
Más de 40 firman su apoyo
Entre los firmantes de la misiva destacan el francés Thomas Piketty, especialista en desigualdad; la directora del Instituto para Innovación y Propósito Público en University College London, Mariana Mazzucato; y el profesor en la Universidad de Cambridge, consultor el Banco Mundial y miembro del Center for Economic and Policy Research de Washington D.C, Ha-joon Chang.
Por Patricia Schuller Gamboa (La Nación)
HAVANA TIMES – Más de 40 destacados economistas internacionales firmaron una carta de apoyo a la propuesta de nueva Constitución emanada por la Convención Constitucional, y que será sometida a plebiscito el próximo 4 de septiembre.
En medio de la Internacional Progresista, el grupo de activistas y organizaciones progresistas de izquierda, expresó que la eventual nueva Carta Magna chilena permite “asegurar crecimiento sustentable y prosperidad compartida para Chile”.
Entre los firmantes de la misiva destacan el francés Thomas Piketty, especialista en desigualdad; la directora del Instituto para Innovación y Propósito Público en University College London, Mariana Mazzucato; y el profesor en la Universidad de Cambridge, consultor el Banco Mundial y miembro del Center for Economic and Policy Research de Washington D.C, Ha-joon Chang.
“Nosotros, economistas y cientistas sociales de alrededor del mundo, respaldamos el visionario documento que la Convención Constitucional ha producido para asegurar crecimiento sustentable y prosperidad compartida para Chile”, comienza el texto de los expertos.
Continúa diciendo que las “disposiciones económicas de la Constitución representan un gradual, pero sustancial avance para la gente de Chile” y agregan que el “acercamiento a temas de género en la Constitución marca un gran salto hacia adelante en el modelo económico de desarrollo”.
Asimismo, manifiestan que “los mandatos de la política tributaria de la Constitución prometen abordar la desigualdad económica de Chile” y que “la Constitución apunta a compensar la crisis de precariedad que afecta a las economías alrededor del mundo”.
“El mundo tiene mucho que aprender de los procesos ejemplares de la Convención y el visionario producto que Chile votará en el plebiscito de septiembre”, cierra la carta.