Dictadura militariza “farsa” electoral en la Costa Caribe

Roberto Courtney, director ejecutivo de Ética y Transparencia, junto al directivo Alberto Sequeira. Foto: J.C. Bow

Comicios caribeños repiten las irregularidades de las elecciones orteguistas

Ética y Transparencia señala que ocho de cada diez ciudadanos no votaron por los partidos políticos ganadores, una “dosis bajísima de legitimidad”

Juan Carlos Bow  (Confidencial)

HAVANA TIMES – Las recientes elecciones regionales de la Costa Caribe (3 de marzo) repitieron las mismas irregularidades que han caracterizados los comicios durante la era orteguista, aunque en esta ocasión el régimen le agregó una peculiaridad más: militarizó todos los centros de votación, según observó el Grupo Cívico Ética y Transparencia (EyT), único organismo independiente que dio seguimiento a las votaciones.

Las elecciones orteguistas se han caracterizado por un padrón electoral poco confiable, abuso de bienes del estado para el traslado de votantes y uso de tinta deficiente, que facilita la múltiple votación de un mismo individuo.

Gracias a una reforma a la Ley Electoral o 331 se permitió que votaran los ciudadanos que, a pesar de no aparecer en el padrón electoral activo pero sí en el listado de cedulados o padrón pasivo, con solo presentar su cédula de identidad.

Alberto Sequeira, directivo de EyT, comentó que no hubo una presencia normal de militares y policías. “Los centros de votación estaban llenos de policías; había personas armadas en todo el entorno de los centros, lo que generó temor” entre los pocos ciudadanos que se acercaron a votar.

Pobre participación

El opaco Consejo Supremo Electoral (CSE) informó hasta el sábado pasado, un día antes de las elecciones, que 348,491 ciudadanos mayores de 16 años estaban habilitados para sufragar en las regionales, en las que participaron 13 partidos.

Roberto Courtney, director ejecutivo de EyT, explicó que los “inflados” datos oficiales indican que la participación en estos comicios rondó el 38%, por lo que un partido que ganó con el 50%, en realidad tiene un más o menos 17% del voto de ese padrón electoral; “significa que ocho de cada diez personas en el Caribe no votaron por él. Eso es una dosis bajísima de legitimidad”.

Agregó que estas elecciones “no son más o menos legitima que las anteriores”, a la par que reconoció que “la legitimidad no la hemos tomado en serio y no se puede tomar en serio sino es comenzando con elecciones de calidad, y con proceso legitimadores como el proceso del diálogo para establecer las condiciones para la salida del país de la crisis”.

Sequeira señaló que el Gobierno no pudo evitar la poca participación, pese a que contrató buses y vehículos particulares, y usó los medios del Estado para trasladar ciudadanos para que votaran.

“Farsa electoral”

El Frente Unido por la Democracia (FAD) emitió un comunicado en el que expresó que la “farsa electoral” en la Costa Caribe “ratificó la desconfianza sobre el ya colapsado Poder Electoral”, y “evidenció el profundo rechazo expresado por la gran abstención”.

“Desde el FAD mantenemos el sentido de urgencia en lograr elecciones libres y adelantadas para salir de la dictadura por la vía pacífica”, destacó. “Respaldamos el intento de lograrlo a través de negociaciones que lleva la Alianza Cívica”, añadió.

Medios oficialistas proyectan, basados en dos informes del CSE, que el oficialista FSLN obtendrá 30 escaños en el Caribe Norte, seguido por el Partido Liberal Constitucionalista (PLC) con  13 y el partido indígena Yatama con 12.

En el Caribe Sur, prevén que el FSLN ganará 34 escaños, el PLC se quedará con nueve y Yatama con dos.