Día 10 de protestas contra el racismo en Estados Unidos; siguen subiendo muy rápido la cantidad de muertos por Covid-19 en Brasil, y más noticias

En el estado de Minnesota, en Estados Unidos, dolientes se congregaron el jueves para celebrar un servicio en memoria y homenaje a la vida de George Floyd, el hombre afroestadounidense cuya muerte a manos de la policía de la ciudad de Minneapolis provocó un levantamiento contra el racismo y la brutalidad policial en todo el país. Durante el homenaje, los dolientes permanecieron en silencio durante ocho minutos y 46 segundos, el tiempo durante el cual el oficial de policía Derek Chauvin presionó su rodilla sobre el cuello de Floyd mientras él suplicaba por su vida. El reverendo Al Sharpton pronunció el discurso en su honor.

El reverendo Al Sharpton expresó: “Lo que le pasó a Floyd sucede todos los días en este país, en el sistema de educación, en los servicios de salud y en todas las áreas de la sociedad estadounidense. Es hora de que nos pongamos de pie en el nombre de George y digamos: ‘¡Quiten sus rodillas de nuestros cuellos!’”.

Los casos confirmados de COVID-19 alcanzaron los 6.600.000 alrededor del mundo y la tasa de contagios a nivel mundial aumenta a una velocidad sin precedentes. Actualmente se reportan 100.000 nuevos casos por día, lo que probablemente sea solo una fracción de la cifra real. En las últimas dos semanas, el número de países que reportaron un aumento en los casos es dos veces mayor a los que reportaron una tendencia a la baja.

Esto ocurre al tiempo que Brasil ha superado a Italia como el país con la tercera mayor cifra de muertes por COVID-19. El ministro de Salud brasileño confirmó que hubo más de 1.400 muertes solo el jueves, una cifra récord que eleva el total de muertes en Brasil a 34.000.

En Minneapolis, los tres agentes acusados de complicidad en el asesinato de George Floyd fueron informados de sus cargos el jueves en un tribunal del condado de Hennepin y sus fianzas fueron fijadas en 750.000 dólares por persona. Los abogados defensores sostuvieron ante la corte que los dos agentes que inmovilizaron a George Floyd en el pavimento –mientras el oficial Derek Chauvin presionaba su rodilla sobre el cuello de Floyd– eran novatos cuyos períodos de prueba habían finalizado recientemente. Sin embargo, los registros revelan que los oficiales Alexander Kueng y Thomas Lane se incorporaron al departamento de Policía en febrero de 2019 como agentes en período de prueba y se convirtieron en agentes permanentes en diciembre del año pasado.

Mientras tanto, un viejo amigo de George Floyd, que estuvo presente cuando lo mataron, dijo a los investigadores del estado de Minnesota que en ningún momento Floyd se resistió al arresto antes de su muerte.

También en Estados Unidos, hay nuevos avances en el caso de Ahmaud Arbery, el hombre afroestadounidense de 25 años que fue muerto a tiros tras ser perseguido y emboscado por un grupo de hombres blancos en el estado de Georgia. Tras una audiencia celebrada el jueves, un juez estatal concluyó que existen evidencias suficientes para respaldar los cargos de asesinato contra los tres hombres. Durante la audiencia, el agente especial Richard Dial, de la Oficina de Investigación de Georgia, testificó que uno de los hombres profirió un insulto racial después de que Arbery fuera perseguido, abatido y ejecutado.

Richard Dial sostuvo: “El señor Bryan dijo que después de los disparos, antes de la llegada de la policía, mientras el señor Arbery estaba en el suelo, escuchó a Travis McMichael usar la expresión “n*** de m**”.

La familia de Arbery reclama que los tres hombres arrestados enfrenten cargos federales por delitos de odio.

Multitudinarias protestas contra el racismo y la brutalidad policial continuaron en ciudades de todo Estados Unidos por décimo día consecutivo, con más manifestaciones previstas para todo el fin de semana. En Nueva York, la policía utilizó garrotes el jueves para golpear a multitudes de manifestantes pacíficos mientras marchaban en el distrito del Bronx, después del toque de queda impuesto a las 20.00 horas. El Departamento de Policía de Nueva York sostiene que arrestó a 170 manifestantes en toda la ciudad. Los manifestantes arrestados se enfrentan a la posibilidad de una larga estadía en cárceles superpobladas e insalubres, luego de que un juez de Manhattan dictaminara que la ciudad podría retener a los manifestantes más allá del límite de 24 horas establecido por el estado de Nueva York, que empieza a contar desde el arresto hasta la comparecencia.

Más de 10.000 personas abarrotaron el jueves una plaza del centro del distrito de Brooklyn cuando Terrence Floyd dirigió un servicio en memoria de su hermano mayor, George Floyd. La multitud estalló en abucheos e insultos cuando el alcalde Bill de Blasio tomó el micrófono.

Manifestantes: “¡De Blasio, vete a casa! ¡De Blasio, vete a casa! ¡De Blasio, vete a casa!”.

El alcalde Bill de Blasio afirmó: “No puede permitirse que George Floyd muera en vano. Tenemos que lograr un cambio en esta ciudad y este país”.

Manifestantes: “¡Renuncia! ¡Renuncia! ¡Renuncia! ¡Renuncia! ¡Renuncia! ¡Renuncia!”.

Cuando el alcalde De Blasio abandonó el escenario, muchos de los manifestantes le dieron la espalda y corearon pidiendo su renuncia. Al tomar la palabra poco tiempo después, el defensor público de la ciudad de Nueva York, Jumaane Williams, pidió al alcalde que aborde el “dolor y la ira” de los manifestantes en lugar de responder con más policías y toques de queda.

Jumaane Williams afirmó: “Escuché al alcalde y al gobernador decir que tenemos que hacer lo que tenemos que hacer para proteger la propiedad privada. Quiero decir esto como funcionario electo por toda la ciudad: debemos proteger la propiedad privada. Debemos asegurarnos de que las personas se sientan seguras. Pero ¿dónde está la misma energía para [proteger] las vidas negras?”.

En el estado de California, en Estados Unidos, la policía de la ciudad de Vallejo mato a tiros el martes a un hombre desarmado de 22 años que estaba arrodillado y con las manos en alto frente a una farmacia Walgreens. Los agentes acudieron al lugar debido a una llamada sobre presuntos saqueos durante las protestas contra la muerte de George Floyd a manos de la policía. La policía sostuvo que creía que Sean Monterrosa tenía un arma, pero posteriormente afirmó que solo tenía un martillo en el bolsillo. Testigos afirman que cuando llegó la policía, Monterrosa se arrodilló rápidamente y se rindió, pero un oficial de policía en un automóvil sin identificación le disparó cinco veces a través del parabrisas. Monterrosa creció en la ciudad de San Francisco y anteriormente había trabajado en la organización sin fines de lucro Boys and Girls Club of America.

En la ciudad de Búfalo, en el estado de Nueva York, dos agentes de policía fueron suspendidos sin goce de sueldo después de que se dieran a conocer videos que los muestran agrediendo a un manifestante de 75 años de edad, que tuvo que ser enviado al hospital en estado grave. En los videos, el hombre de edad avanzada, cuyo nombre no ha sido revelado, aparece de pie pacíficamente frente a una fila de policías antidisturbios. Dos de los oficiales lo empujan violentamente haciendo que caiga de espaldas en la acera, golpeándose la cabeza. Uno de los oficiales intenta agacharse, aparentemente para brindarle ayuda, pero es empujado por un tercer agente. Cerca de dos decenas de policías antidisturbios miran al hombre que se queda inmóvil en el suelo, sangrando profusamente por una herida en la cabeza. El Departamento de Policía de Búfalo dijo inicialmente a una emisora de radio local que “una persona resultó herida cuando tropezó y cayó”. El alcalde de Búfalo, Byron Brown, dijo en una declaración que estaba “profundamente consternado” por los videos.

En Washington D.C., miles de manifestantes realizaron una protesta liderada por jóvenes el jueves en el Monumento a Martin Luther King Jr., donde se arrodillaron en la acera caliente durante ocho minutos y 46 segundos, el tiempo durante el cual el oficial Derek Chauvi presionó su rodilla contra el cuello de George Floyd.

Al otro lado de la Explanada Nacional, trabajadores federales fortificaron un perímetro de seguridad alrededor del complejo de la Casa Blanca, erigiendo una alta valla de metal negro y añadiendo nuevas barreras de hormigón. Mientras tanto, el secretario de Defensa, Mark Esper, ordenó a varios cientos de tropas en servicio activo de la División Aerotransportada número 82 que abandonaran la capital. Inicialmente, Esper había dado la orden el miércoles, pero luego dio marcha atrás, al ser presionado por la Casa Blanca.

La delegación local de Washington, D.C. del movimiento “Las vidas negras importan” y un grupo de manifestantes han demandado al presidente Donald Trump, al fiscal general, William Barr, y a otros altos funcionarios por dispersar violentamente a los manifestantes pacíficos en Lafayette Square, frente a la Casa Blanca, para que el presidente pudiera hacerse una sesión fotográfica el lunes. El jueves, el fiscal Barr defendió las medidas del Gobierno y culpó a los grupos extremistas por instigar la violencia durante la semana pasada.

El fiscal general William Barr sostuvo: “Tenemos pruebas de que el grupo Antifa y otros grupos extremistas similares, así como actores de una serie de diferentes convicciones políticas, han instigado y participado en la actividad violenta”.

Aunque Barr criticó al movimiento antifascista conocido como Antifa, no proporcionó ninguna prueba de algún accionar indebido de los activistas. Esto ocurre al tiempo que la revista The Nation ha obtenido un documento interno del FBI que muestra que la agencia no tenía “ningún informe de inteligencia que indicara la participación y/o presencia de Antifa” en las protestas en Washington el domingo pasado. Sin embargo, el documento sí citaba la presencia de “provocadores de extrema derecha”.

En noticias relacionadas, los fiscales federales han acusado en la ciudad de Las Vegas a tres hombres, vinculados con el movimiento de extrema derecha Boogaloo, de incitar a la violencia durante las recientes protestas y de conspirar para cometer actos terroristas. Los tres hombres habían pertenecido al Ejército de Estados Unidos.

Mientras tanto, en la ciudad de Salisbury, en el estado de Carolina del Norte, la policía ha arrestado a Jeffrey Alan Long, un hombre de 49 años vinculado con grupos de odio neoconfederados. Long es acusado de disparar un arma cerca de manifestantes el domingo.

En el Congreso estadounidense, el senador Rand Paul, del estado de Kentucky, propuso el jueves una enmienda que debilitaría un proyecto de ley que convierte los linchamientos en delitos federales de odio punibles con hasta cadena perpetua. Un día antes, el senador Paul, de forma individual, frenó la legislación que de otra manera hubiera sido aprobada por unanimidad. El proyecto de ley está copatrocinado por los tres congresistas afroestadounidenses del Senado: el republicano Tim Scott, del estado de Carolina del Sur, y los demócratas Kamala Harris, del estado de California, y Cory Booker, del estado de Nueva Jersey.

El senador Cory Booker dijo: “Me siento profundamente afectado hoy, por todos los días que hemos estado trabajando en esto […] No necesito que mi colega, el senador de Kentucky, me hable de linchamientos en este país. He estado en el museo de Montgomery, en Alabama, y he visto a familias afroestadounidenses llorando ante las historias de mujeres embarazadas linchadas en este país y de los bebés que les fueron arrebatados”.

Organizaciones internacionales en defensa de la libertad de prensa han expresado alarma por el excesivo maltrato a los periodistas que han dado cobertura a las manifestaciones de los últimos diez días en Estados Unidos. Hay periodistas a quienes les han disparado con balas de goma, les han lanzado gas pimienta, los han arrestado mientras transmitían en vivo o los han agredido con escudos antimotines. El Comité para la Protección de los Periodistas ha compilado una lista de 250 casos de violaciones a la libertad de prensa. La sede en Minnesota de la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles entabló una demanda colectiva por las agresiones a periodistas.

Periodistas de dos importantes periódicos en Estados Unidos critican la forma en que los medios para los que trabajan han abordado la cobertura de las recientes protestas. El jueves, más de 30 periodistas de color del periódico The Philadelphia Inquirer se ausentaron de su trabajo en protesta a la publicación de un artículo titulado “Los edificios también importan”.

En el periódico The New York Times, más de 800 integrantes del personal suscribieron una carta en protesta contra la publicación de un artículo de opinión redactado por el senador republicano Tom Cotton titulado “Envíen a las tropas”. Muchos periodistas de The New York Times publicaron en Twitter un mensaje que decía: “Publicar eso pone en peligro al personal negro del @NYTimes”.

Estados Unidos tiene por lejos el mayor número de casos de COVID-19 confirmados y registra más de 108.000 muertes. El jueves, Robert Redfield, director de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, dijo a un comité de la Cámara de Representantes que muchos estadounidenses no están acatando las advertencias de la agencia que indican que se debería respetar el distanciamiento social y usar tapabocas en público.

El doctor Robert Redfield expresó: “Estamos muy preocupados porque nuestro mensaje de salud pública no está resonando [en la población estadounidense]. Seguimos intentando encontrar la mejor manera de comunicar el mensaje a distintos grupos”.

El medio The Huffington Post informa que agentes de las fuerzas del orden confiscaron cientos de mascarillas de tela con mensajes como “Dejen de matar a personas negras” y “Recorten el presupuesto de la policía”. El movimiento “Las vidas negras importan” confeccionó las mascarillas para proteger a los manifestantes durante la pandemia. Desde la ciudad de Oakland fueron enviadas cajas con mascarillas que fueron confiscadas en el correo por organismos policiales.

El presidente Donald Trump ha tomado nuevas medidas tendientes a recortar el alcance de la Ley de Especies en Peligro de Extinción y la Ley Nacional de Política Ambiental. Poniendo como justificación la crisis económica provocada por el brote de COVID-19, Trump suscribió una orden ejecutiva para eliminar el proceso de evaluación de impacto ambiental en grandes proyectos, incluso en nuevos proyectos de minería, autopistas y oleoductos. En otras noticias, un tribunal federal de apelaciones de la ciudad de San Francisco derogó la aprobación de la Agencia de Protección Ambiental de un conocido herbicida producido por Monsanto. El tribunal determinó que la Agencia de Protección Ambiental restó sustancialmente importancia a los riesgos ocasionados por el producto.

Rusia declaró el estado de emergencia al norte de Siberia luego de que más de 146.000 barriles de combustible se derramaran a un río cercano al océano Ártico. Según se informó, tras registrarse una ola de calor sin precedentes vinculada al cambio climático, habría colapsado el permafrost que subyacía a una reserva de combustible, provocando así el derrame de diésel a lo largo y ancho de kilómetros de tierras vírgenes rusas. Activistas contra el cambio climático afirman que el incidente constituye el mayor derrame de petróleo registrado en la historia moderna en Rusia.

Un impactante informe dado a conocer recientemente por Naciones Unidas indica que decenas de miles de personas en Filipinas podrían haber sido asesinadas desde mediados del año 2016. La serie de asesinatos ocurrieron cuando el presidente Rodrigo Duterte inició la “guerra contra las drogas” y otorgó a la policía la potestad de arrestar a personas y hacer uso de fuerza letal casi con total impunidad. El informe de Naciones Unidas señala a altos funcionarios de Gobierno como instigadores de extrema violencia e indica un patrón seguido por policías que colocan evidencia falsa en decenas de asesinatos para sugerir que actuaron en defensa propia. Entre las personas fallecidas, se encuentran más de 70 menores; la víctima más joven tenía solo cinco meses de edad.

En la ciudad de Richmond, en el estado de Virginia, el gobernador Ralph Northam ordenó el jueves la remoción de una estatua del general del Ejército confederado Robert E. Lee de la capital estatal. La estatua sufrió actos de vandalismo durante las multitudinarias manifestaciones de protesta que han tenido lugar recientemente. El alcalde afroestadounidense de Richmond, Levar Stoney, celebró la medida.

El alcalde Levar Stoney declaró: “Tenemos dos pandemias en este país: la COVID-19 y el racismo. Una lleva seis meses, la otra, 400 años. Y como los hechos de los últimos meses y de las últimas dos semanas lo han dejado dolorosamente claro, ambas son mortales, en especial para las personas negras y de color”.