Denuncian en Argentina a Ortega, Maduro y Díaz-Canel

por delitos de lesa humanidad

Los tres dictadores: Miguel Díaz Canel, Nicolás Maduro y Daniel Ortega. Raúl Castro observa en el fondo. Foto / archivo

Demanda se sustenta en informes internacionales que dan cuenta de la persecución política ejercida por estos tres mandatarios en sus países

Por Confidencial

HAVANA TIMES – El Foro Argentino para la Democracia en la Región (Fader), que dirige el diputado Waldo Ezequiel Wolff, presentó ante la Justicia una denuncia penal en contra de Daniel Ortega, de Nicaragua; Nicolás Maduro, de Venezuela y Miguel Díaz-Canel, de Cuba; para que sean investigados por los crímenes de lesa humanidad cometidos en sus países.

La demanda fue presentada ante el fuero penal federal de Comodoro Py, con motivo de la posible visita de estos tres mandatarios a Buenos Aires para participar en la VII cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) prevista para el 24 de enero.

Medios de comunicación argentinos reportan que la denuncia recayó en el Juzgado Federal número siete a cargo de Sebastián Casanello, y de la Fiscalía número once, a cargo de Germán Pollicita, y se tramita bajo el expediente 165/2023.

El Fader, según indica el documento enviado a la Justicia, nació en agosto de 2020, para “dar apoyo a los ciudadanos venezolanos, cubanos y nicaragüenses que huyen de las autocracias en sus países”, y está integrado por Waldo Wolff, Elisa Trotta, Karina Banfi, Daniel Sabsay, Santiago Kovadloff, Graciela Fernández Meijide, Ricardo López Murphy, Jorge Faurie, Alfredo Leuco, Maximiliano Ferraro, Jorge Ferronato, Eduardo Feinman, Alfredo Cornejo, Diego Guelar, Álvaro De Lamadrid, Paula Bertol, Brian Schapira, Héctor Schamis, Sabrina Ajmechet, Marcelo Birmajer, entre otros.

La demanda se sustenta en “numerosos informes de prestigiosos organismos internacionales de Derechos Humanos, como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) o Human Rights Watch, que dan cuenta de la persecución política a organizaciones civiles y personas físicas”, por parte de estos tres jefes de Estado.

La activista argentina Elisa Trotta Gamus recordó que la justicia federal argentina está facultada para investigar esos delitos contra la humanidad ya que la Constitución argentina reconoce el principio de jurisdicción universal.

En esa misma línea, la diputada Karina Banfi coincidió al asegurar que “Argentina no puede convertirse en un país que abra sus puertas a dictadores. Tenemos que estar acompañando a las víctimas en la búsqueda de verdad, justicia y no repetición de estos horribles crímenes cometidos por las dictaduras de Venezuela, Cuba y Nicaragua”.

El Fader destaca en sus argumentos que siete millones de venezolanos han tenido que abandonar su país desde que irrumpió la dictadura chavista; y que muchos de ellos han sido presos políticos y han sufrido vejaciones y torturas. “Lo mismo ha ocurrido en Cuba, país donde además nunca se celebraron elecciones libres desde que la dictadura castrista tomó el poder en 1959”, enfatizaron.

En el caso de Nicaragua señalan que más de 350 ciudadanos han sido asesinados en los últimos años, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), y la mitad de las organizaciones sociales que brindan asistencia en los barrios del país fueron clausuradas.

La posible participación de los mandatarios de Nicaragua, Venezuela y Cuba en la cumbre la Celac, que se realizará en Buenos Aires, ha sido repudiada por la oposición argentina que los calificó de “dictadores”  y pidió un rechazo en el Congreso.

Este miércoles el Bloque de Diputados Nacionales de la Unión Cívica Radical (UCR), a través de un comunicado, rechazó la presencia en Argentina de Maduro, Díaz Canel y Ortega. “Su presencia es una provocación a nuestro país, a las democracias de Latinoamérica, y sobre todo a los ciudadanos venezolanos, nicaragüenses y cubanos que, huyendo de la represión y el hambre, buscaron comenzar una vida diferente en la Argentina”, dijeron.

Aseguraron también que “el kirchnerismo lleva varios años dilapidando una larga tradición argentina en defensa de los derechos humanos y la democracia, la que había colocado a nuestro país en un lugar de reconocimiento internacional en esa materia”.

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