Damas de Blanco vuelven a las calles
Redacción IPS Cuba
HAVANA TIMES, 2 sep.- Las Damas de Blanco, grupo de esposas y familiares de opositores recientemente excarcarcelados, esperan que el cardenal Jaime Ortega intervenga ante las autoridades para que cesen los actos de repudio y presiones en contra de ellas y activistas de los derechos humanos, confirmó a la redacción de IPS en Cuba Bertha Soler, una de sus integrantes.
“Queremos que no se nos impida hacer nuestras marchas el 8 de septiembre, Día de la Virgen de la Caridad del Cobre, y el 24 de septiembre, Día de nuestra señora de la Merced, patrona de los presos”, dijo Soler, esposa de Angel Moya, uno de los últimos liberados del grupo de 75 disidentes presos en 2003 bajo cargo de conspirar con Estados Unidos, con fines subversivos.
Soler y Laura Pollán habían solicitado una entrevista con el arzobispo de la Habana Jaime Ortega, pero fueron recibidas, el pasado martes, por monseñor Ramón Suárez Polcari, a cargo de los asuntos no religiosos, y el portavoz del Arzobispado, Orlando Márquez.
“Nos dijeron que tan pronto el cardenal pueda entrevistarse con las autoridades nos darán una respuesta”, dijo Soler, quien agregó que en un reciente viaje que hizo a Santiago de Cuba estuvo detenida durante tres horas, acusada de desorden público. “Me pusieron el uniforme de presa”, aseguró.
Mujeres que se identifican como Damas de Blanco y Damas de Apoyo han sido interceptadas y retenidas por la policía en varias ocasiones cuando intentaban acudir a la misa dominical en la Catedral de esa ciudad oriental, situada a más de 800 kilómetros de La Habana, según sus voceras.
En una nota de prensa distribuida el 30 de agosto, Elizardo Sánchez, presidente de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional, aseguró que “mujeres y otros pacíficos disidentes” han sido objeto de “represión política” en localidades santiagueras como El Cobre, Palmarito de Cauto y Palma Soriano.
De acuerdo al relato de Sánchez, “tropas antimotines del Ministerio del Interior” irrumpieron de manera violenta en el hogar del opositor Marino Antomachit, en Palma Soriano, donde se habían congregado unas 30 personas en una “vigilia” de protesta por los “abusos” cometidos contra las mujeres.
La policía ocupó “un ordenador, cámaras fotográficas, celulares, literatura y otros medios de trabajo”, afirmó el activista, quien agregó que hasta el día 30 “por lo menos 29 disidentes permanecían detenidos y se desconocía su paradero.
En tanto, Amnistía Internacional, una organización no gubernamental (ONG ) humanitaria que busca promover los derechos humanos, inició una campaña en favor de las Damas de Blanco y de Apoyo e instó en un comunicado a pedir por escrito a las autoridades cubanas que les permitan “manifestarse pacíficamente los domingos”.
Gestiones humanitarias de Ortega lograron a mediados del año pasado el cese de mítines de repudio protagonizados por partidarios gubernamentales contra las Damas de Blanco cuando estas acudían a la Iglesia de Santa Rita en el barrio habanero de Miramar. Posteriormente, fueron excarcelados los opositores del grupo de 75 que aún estaban presos y decenas de otros reclusos, hasta un total de 115.