Damas de Blanco con el cardenal Ortega

HAVANA TIMES (dpa) — El arzobispo de La Habana, el cardenal Jaime Ortega, se reunió hoy con representantes del grupo opositor cubano de las Damas de Blanco, en el primer encuentro de ese tipo tras la visita del papa Benedicto XVI a la isla a finales de marzo.

“El cardenal ha sido muy receptivo con nosotras”, dijo la líder del grupo de esposas de ex presos políticos, Berta Soler, tras la reunión de casi cuatro horas en el Arzobispado de La Habana.

Ortega, que medió en 2010 ante el gobierno de Raúl Castro para la liberación de más de un centenar de presos políticos, no se reunía con las Damas de Blanco desde agosto de 2011. La política de diálogo con el gobierno de la Iglesia católica causó en las últimas semanas también tensiones con partes de la disidencia cubana.

Además de hablar con el cardenal del “recrudecimiento” de la “represión política”, el grupo le recordó hoy su pedido de una audiencia con el papa en el Vaticano, señaló Soler. La activista estuvo acompañada por otras tres Damas de Blanco, entre ellas la hija de Laura Pollán, la fallecida fundadora del grupo.

“Él es conocedor de la cantidad de Damas de Blanco que fueron detenidas en toda la isla en las misas papales”, agregó Soler.

Las activistas, así como varios otros disidentes, denunciaron detenciones temporales durante la visita de Benedicto para impedirles asistir a las misas públicas del pontífice.

“Fue un diálogo muy abierto”, aseguró Soler. En la reunión de poco más de tres horas y media participó también Orlando Márquez, director de una publicación cercana a la Iglesia y ex portavoz del arzobispado. En los últimos años, la Iglesia cubana ha ganado cada vez más espacios públicos en Cuba.

Soler agradeció también a Ortega que “alzara su voz” en años pasados contra los actos hostiles de simpatizantes gubernamentales frente a las Damas de Blanco, así como por sus gestiones para la liberación de presos políticos.

El Arzobispado de La Habana no se pronunció sobre la reunión.

Ortega ha sido duramente criticado en las últimas semanas por sectores de la oposición y del exilio cubanos por su línea de diálogo con el gobierno de Raúl Castro. Las acusaciones causaron tensiones entre círculos eclesiásticos cubanos y representantes de la disidencia.

Varios opositores acusan al cardenal de legitimar al castrismo con su acercamiento. Medios de Miami tildaron a Ortega incluso de “lacayo” del gobierno cubano. Revistas cercanas a la Iglesia en La Habana defendieron públicamente al cardenal.

Varios activistas criticaron también duramente a Benedicto XVI por no reunirse con representantes de la disidencia durante su visita entre el 26 y el 28 de marzo.

“Las puertas de la Iglesia nunca han estado cerradas para las Damas de Blanco”, dijo hoy Soler, que se declaró “satisfecha” con la reunión. “Nosotras siempre que pedimos (una cita), estamos”, agregó.

Las Damas de Blanco ya habían presentado una lista de presos políticos a representantes de la Iglesia durante una reunión el 25 de mayo.

Aunque el cardenal “no tiene en sus manos” su liberación, no ha dejado de interceder por los opositores ante el gobierno de Raúl Castro, aseguró Soler.