Cubanos que pueden hacer turismo en España y Varadero
HAVANA TIMES – Este verano España se ha convertido en el destino turístico internacional de los cubanos que gozan de mayor poder adquisitivo. El paquete cuesta unos 2500 euros e incluye la visa Schengen para poder entrar a Europa, el pasaje aéreo, 4 días en Madrid y 2 en Barcelona, hoteles de 4 estrellas, y visitas al Palacio Real, el Estadio Santiago Bernabéu y la Colonia Güell. Estas ofertas comenzaron hace unos años con una gira por varias ciudades de Italia y fue una opción vacacional utilizada por miles de cubanos, y “el 99% regresó a la isla”, según explican a Público los organizadores del tur.
Dentro del territorio nacional, el turismo local también ha crecido de forma meteórica durante los últimos 9 años. En 2016, casi un millón de cubanos se han hospedado en hoteles modalidad “todo incluido”, ubicados en diferentes balnearios de Cuba, según se desprende de un estudio del Havana Consulting Group de Miami. Los vacacionistas de la isla se ubican como el segundo grupo, tras los canadienses, los cuales aportaron ese año 1.2 millones de visitantes.
El gran flujo de cubanos se produce durante las vacaciones de verano, lo cual viene muy bien a los hoteles porque se trata de temporada baja, cuando tienen la menor ocupación de turismo internacional. La cadena hotelera española Sol Meliá, por ejemplo, lanzó este verano una campaña de ofertas “outlet” para la familia cubana, ofreciendo descuentos a los abuelos y hospedaje gratuito para los niños menores de 11 años.
Los cubanos que se hospedan en hoteles turísticos forman parte de un nuevo sector económico nacional con un ascendente poder adquisitivo, en su mayoría son trabajadores autónomos, cooperativistas pequeños empresarios o empleados en empresas extranjeras. Otro grupo importante de huéspedes son los emigrados que en sus visitas acostumbran a pasarse algunos días en la playa, junto a sus familiares.
Los precios de los hoteles “todo incluido” para los cubanos superan los 40 euros diarios por persona, una cantidad que solo una parte de la población puede pagar. Los que no tienen presupuesto suficiente optan por el alquiler de casas en la playaa particulares, una modalidad mucho más barata que se utiliza en todo el país, desde las playas del este de La Habana hasta el famoso balneario de Varadero. Es la opción a la que más recurren las familias de clase media.
Para los que quieren pasar vacaciones aún más baratas están los “campismos populares”, algunos ubicados en playas y otros en zonas rurales, siempre en lugares naturales muy atractivos. El precio por persona puede llegar a ser de hasta 0,25 euros la noche, con lo cual están al alcance del cubano más pobre. Las cabañas solo tienen camas y colchones, los turistas deben traer sabanas, toallas, ventiladores y hasta enseres para cocinar. La buena noticia es que el propio campismo pone transporte donde se puede cargar todas esas las vituallas.
Quien no quiera salir de la ciudad tiene como opción las piscinas del Estado, con precios muy asequibles pero siempre repletas de gente o las privadas, que se alquilan en exclusividad por día. Estas últimas están ubicadas en casas particulares que ofrecen además servicio de comidas, el día de alquiler más un cerdo entero asado, arroz con frijoles, yuca y ensalada para 15 personas cuesta alrededor de 100 euros.
Las reformas del Presidente Raúl Castro, en particular la apertura al trabajo autónomo, el acceso de los nacionales a los hoteles y la libertad de viaje al extranjero, han brindado nuevas posibilidades a los ciudadanos cubanos. Nadie hubiera creído hace unos años que en la isla hubiera gente con capacidad de pagar los hoteles de 5 estrellas de Varadero y mucho menos que habría miles de personas viajando por Europa como turistas normales y corrientes.
…»el 99% regresó a la isla», ajajajaj, claro que regresaron, si esas personas son de los «nuevos ricos» y en Cuba viven sabroso. De los «campismos populares» señor Ravsberg, mejor ni hablar, porque los que recuerdo haber visitado (en función de trabajo) dejaban mucho que desear, la gente «plantando» cazuelas con leña y todo, ropas tendidas estilo solar, amén del ambiente semimarginal. Mención aparte para las playas del este en período vacacional, con los ómnibus abarrotados de la juventud jubilosa de Centro Habana , la Habana Vieja y otros barrios, para desgracia de los vecinos decentes de Alamar, ómnibus donde la grosería, falta de educación, broncas están a la orden del día.