Cuba y EEUU hablarán sobre derechos humanos el 31 de marzo
HAVANA TIMES (dpa) – Los gobiernos de Cuba y Estados Unidos se reunirán el 31 de marzo en Washington para hablar sobre el espinoso tema de los derechos humanos, según anunció hoy un alto funcionario de la cancillería cubana.
“Cuba ha propuesto que estas conversaciones tengan lugar el 31 de marzo en Washington”, señaló el subdirector general de Asuntos Multilaterales y Derecho Internacional del Ministerio de Exteriores cubano, Pedro Luis Pedroso. Fuentes estadounidenses en La Habana confirmaron que la reunión tendrá lugar.
“El diálogo abarcará temas de interés para ambos países”, dijo Pedroso, que apuntó también a la “no injerencia” en asuntos internos como la base que espera su gobierno para las conversaciones.
“Cuba espera que el diálogo se desarrolle en un entorno constructivo sobre bases recíprocas, sin condicionamientos ni trato discriminatorio y en un pleno respeto a la igualdad soberana”, indicó.
Las conversaciones sobre derechos humanos, anunciadas ya por ambas partes como parte del histórico acercamiento diplomático anunciado en diciembre, son “una muestra de la disposición de Cuba a abordar con Estados Unidos cualquier tema a pesar de nuestras diferencias”, dijo también Pedroso.
En el encuentro, los representantes de la isla abordarán también “sus preocupaciones” por la situación de los derechos humanos en Estados Unidos “y otros lugares en los que ese país tiene una incidencia directa”, comentó el funcionario.
El gobierno de Raúl Castro ha reiterado en varias ocasiones que está dispuesto a hablar de derechos humanos con Estados Unidos y otros países sobre bases de “reciprocidad”.
La isla asocia los derechos humanos a logros colectivos como el acceso universal a la educación y la salud, parte de la política social cubana, y los desvincula de derechos individuales y políticos como las libertades de expresión y libre reunión.
El tema es uno de los más espinosos en las nuevas relaciones entre Washington y La Habana. Ambos gobiernos anunciaron el 17 de diciembre de forma inesperada que retomarán sus vínculos diplomáticos tras más de 50 años de ruptura.
En su primeras negociaciones celebradas en enero en La Habana para pactar la próxima reapertura de embajadas, las delegaciones de ambos países expusieron públicamente sus discrepancias sobre el asunto de los derechos humanos.
Pese al acercamiento, el gobierno de Barack Obama ha señalado en varias ocasiones que continúa preocupado por la situación de las libertades civiles en la isla. La Habana subraya que espera poder “relacionarse civilizadamente” pese a sus “profundas diferencias”.
En el fondo del asunto está la ratificación del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, un pacto de la ONU que han ratificado todos los países del mundo salvo las Islas Comores, Cuba, Palay, Santo Tomé y Príncipe y los Estados Unidos.
http://en.wikipedia.org/wiki/International_Covenant_on_Economic,_Social_and_Cultural_Rights
Creo que “la metodología” sobre los derechos humanos debe partir de que Cuba es signataria de la Declaración de Derechos Humanos de la ONU desde 1948, además de ser signataria de los documentos de la OIT. En el 2008 el gobierno cubano firmó los Pactos de derechos humanos de la ONU,económicos sociales culturales políticos y civiles.
De lo que se trata es de hacer evidente la incoherencia y fariseísmo del gobierno cubano firmando pactos y documentos que ni cumple ni asume.
Ese sera un dialogo de sordos. Hablar de derechos humanos en Cuba es como hablar de soga en casa del ahorcado.
Es evidente que el temario fue muy general, como sólo podía esperarse de un primer contacto entre dos rivales apartados mtuamente por tantos años. Entiendo que es menester reconocerle a la parte cubana la disposición a asumir un tema sobre el cual le han llovido tantas críticas, lo cual deja en claro que la Isla no cierra los ojos ni las puertas, aunque de momento se mueva con demasiada parsimonia al repecto.
Y a EEUU le debe quedar claro que incluso cuando sus argumentos puedan resultar válidos, no puede aspirar a imponerlos por la fuerza. Mucho menos en un país donde sucesivos gobiernos suyos hicieron y deshicieron a su antojo.
Cordura y pragmatismo para ambos.