Cuba vota una nueva Constitución

Gráfico: radiorebelde.cu

HAVANA TIMES – ¿Ratifica usted la nueva Constitución de la República?, es la pregunta a la que se enfrentarán este domingo los electores para decidir sobre el nuevo texto que sustituiría al vigente, adoptado en 1976, reporta dpa.

Los cubanos están citados con las urnas para refrendar la nueva Constitución, que mantiene el socialismo como ideología, y el Partido Comunista como el único permitido. Mientras que las empresas estatales seguirán siendo las priorizadas para las inversiones, también oficializa algún espacio para las pequeñas empresas privadas, al lado del centralismo estatal. 

El documento fue debatido durante tres meses en reuniones en los barrios y centros de trabajo y el texto definitivo fue aprobado unánimemente el pasado diciembre en una sesión plenaria del Parlamento nacional, pero debe ser ratificado en referéndum para entrar en vigor: de ganar el “no” se mantendría la de 1976.

[pullquote]Los que optan por en NO tienen prohibido los espacios públicos y mediaticos para explicar sus motivos. Igualmente ha sido prohibido cualquier campaña para la abstención, de parte de los que no creen en la credibilidad del proceso. [/pullquote]Las autoridades cubanas aseguran que se aceptaron unos 760 cambios en el texto a partir de las propuestas en esos debates. 

“La mayoría fueron cambios de estilo, de redacción. En muchos casos hubo un retorno al texto de 1976”, argumentó José Jasan Nieves, coordinador de la web alternativa “El Toque”.

El nuevo texto reconoce el papel de la inversión extranjera en la economía nacional y la propiedad privada de los pequeños negocios, por lo que da un respaldo legal a la apertura de la economía cubana que comenzó hace diez años bajo la presidencia de Raúl Castro.

Pero también mantiene el comunismo como ideología y al Partido Comunista como fuerza rectora del Estado y la sociedad, no permitiendo el pluripartidismo. 

En 1976, la actual Constitución fue aprobada en referéndum con un respaldo aplastante del 97,7 por ciento, según cifras oficiales. 

Aunque todos dan por descontado que el texto se aprobará este domingo, el temor de las autoridades cubanas es que el “no” reciba un inesperado apoyo, aunque minoritario, pero considerablemente político, que se pueda interpretar como un rechazo al sistema socialista.

A pesar de que las campañas de proselitismo no están autorizadas en Cuba, en las últimas semanas se ha vivido una ofensiva desde los medios oficiales del Estado con una campaña bajo el lema #YoVotoSí, que han pregonado desde figuras públicas hasta carteles en los autobuses o estadios deportivos.  

Los que optan por en NO tienen prohibido los espacios públicos y mediaticos para explicar sus motivos. Igualmente ha sido prohibido cualquier campaña para la abstención, de parte de los que no creen en la credibilidad del proceso. Sin embargo, los que votarán por el NO y los abstencionistas utilizan las redes sociales que no controla el gobierno, y el grafiti relámpago para divulgar sus razones.

“Se parece más al país que vivimos”, dice a dpa Fernando Chirinos, que conduce un taxi a turistas. “Tal vez todos no estemos de acuerdo en todo, como en la vida”, reconoce, sin embargo.

Del proyecto original se retiró el artículo 68 que abría la posibilidad del matrimonio homosexual al considerarlo la “unión entre dos personas con capacidad legal” sin especificar el género.

El rechazo significó una derrota política para Mariela Castro, hija del ex-presidente Raúl Castro y quien fue la abanderada del reconocimiento a las parejas homosexuales. En su lugar se propuso que sea en el nuevo Código de Familia donde se aclare el concepto, una manera de aplazar el tema por algunos años.

La posible inclusión del artículo 68 se encontró con una férrea oposición de sectores religiosos como los evangélicos, que, con el beneplácito de los comunistas conservadores, rechazaron que el texto reconociera el matrimonio homosexual y lanzaron una inédita campaña con carteles en las fachadas de viviendas particulares. 

“Va en contra de mis creencias, por eso no lo puedo apoyar y votaré no”, asegura a dpa Mónica Leyva, que suele asistir a las celebraciones en la Iglesia Evangélica Pentecostal, situada en el centro de La Habana. 

Algunas estimaciones de pastores y expertos consideran que la religión protestante abarca cerca de un millón de personas en un país de 11 millones de habitantes. 

En cambio, los obispos católicos hicieron un llamado a un “voto responsable y desde su conciencia”, para permitir la construcción “de una vida digna y próspera con la participación de todos sin exclusión”. 

La votación tiene lugar el domingo, pero ese día solo se tendrán datos sobre el nivel de participación y habrá que esperar hasta el lunes para conocer el nivel de respaldo o rechazo, algo que será uno de los primeros termómetros a la gestión del presidente Miguel Díaz-Canel, quien asumió la presidencia del país en abril de 2018.