Cuba sin más licencias de “paladares”

Las autoridades alegan Drogas, prostitución, fraude

Por Guillermo Nova (dpa)

HAVANA TIMES – El Gobierno cubano ha puesto el foco de atención sobre los restaurantes privados conocidos popularmente como “paladares”, a los que ha suspendido temporalmente la concesión de nuevas licencias en La Habana por presuntas violaciones de la ley.

“Nosotros reconocemos la importancia que tienen para la ciudad estos negocios y el Gobierno quiere que sean exitosos, pero dentro del marco de la legalidad”, afirmó Isabel Hamze, la vicepresidenta en funciones del Consejo de la Administración Provincial de La Habana.

En las últimas semanas, los dueños de algunos establecimientos habían sido citados por el gobierno municipal de La Habana para ser apercibidos sobre presuntas violaciones que cometen como evadir impuestos, la tolerancia con la prostitución y el consumo de drogas en los locales.

Los “paladares” en sus inicios fueron pequeños restaurantes en el salón de las casas con un par de mesas para los turistas, pero gracias a su rápido crecimiento hoy se han convertido en el estandarte del pequeño empresariado cubano.

Aunque el sector empezó para dar pequeñas soluciones a la economía familiar hoy suma más de 1.700 restaurantes privados a lo largo de todo el país.

El sobrenombre popular de “paladar” se tomó del nombre de la pequeña cafetería de la protagonista de una novela brasileña que fue muy popular en la isla en la década de los 90.

Las reformas económicas impulsadas por el presidente cubano, Raúl Castro, han significado un impulso para estos pequeños negocios que se han beneficiado del auge del turismo y del acercamiento con Estados Unidos.

Algunos como “La Guarida” se han vuelto famosos por las frecuentes visitas de personalidades internacionales como la actriz Natalie Portman, la estrella del pop Madonna o la popular Kim Kardashian.

Incluso el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y su familia cenaron en el “paladar” “San Cristóbal” durante su histórica visita oficial a la isla en marzo pasado.

Ahora algunos pueden “morir de éxito”. El Gobierno cubano se reunió recientemente con 129 propietarios de restaurantes y les señaló violaciones a lo regulado como la compra de productos en el mercado negro.

Algunos propietarios se defienden y señalan que no tienen mercados mayoristas donde comprar los productos a precios competitivos, a diferencia de los administrados por el Estado.

Otras acusaciones son su uso como clubes y discotecas, para lo que no están autorizados, la tolerancia con la prostitución, el consumo de drogas, y la evasión de impuestos, destacó el periódico oficial “Granma”.

Las autoridades cubanas consideran que muchos de estos negocios son administrados por testaferros de los verdaderos dueños que no pueden justificar el origen del dinero invertido en los establecimientos.

Pero también a la lucha contra las ilegalidades se suma la preocupación gubernamental por la concentración de la riqueza, un aspecto de la apertura económica que genera inquietud por la posible vuelta a las desigualdades sociales.