Cuatro nicas impedidos de volver al país en Semana Santa

Dos de las personas que no pudieron entrar a Nicaragua eran sacerdotes, según el Monitoreo Azul y Blanco. Régimen saca a encapuchados a marchar.
HAVANA TIMES – A cuatro nicaragüenses, entre ellos dos sacerdotes, les negaron la entrada a Nicaragua durante la pasada Semana Santa, denunció la organización Monitoreo Azul y Blanco.
Uno de los sacerdotes que no pudo retornar a su país por la negativa del Gobierno que preside Daniel Ortega junto con su esposa, Rosario Murillo, es Jalder Hernández, de la arquidiócesis de Managua, Masaya y Carazo, que dirige el cardenal nicaragüense y arzobispo de la capital, Leopoldo Brenes.
Según el Monitoreo Azul y Blanco, a los dos sacerdotes -el nombre del otro no fue revelado- les prohibieron ingresar a Nicaragua el miércoles 16 de abril de 2025. Ese mismo día le negaron el ingreso a otro nicaragüense, y a un cuarto el Viernes Santo.
La organización, que se define como un equipo interdisciplinario que registra y consolida denuncias de violaciones a derechos humanos vinculados al contexto político que vive Nicaragua desde abril de 2018, documentó un total de 20 incidentes de violaciones de derechos humanos en la Semana Santa en Nicaragua y 11 víctimas individuales (6 hombres y 5 mujeres).
Entre las violaciones a los derechos humanos registraron hostigamientos, control territorial, amenazas, negación de entrada al país a nacionales, dos detenciones arbitrarias, malos tratos y torturas, confiscación de propiedades, y negativa de renovación de quinquenio a abogados.
Además, amenazas y hostigamientos a actividades religiosas a nivel nacional, principalmente procesiones.
Las principales víctimas colectivas, según el Monitoreo, fueron la Iglesia católica y feligreses, Iglesia evangélica, familias de víctimas y ciudadanía en general.
Dictadura saca a encapuchados a marchar
La dictadura Ortega-Murillo realizó el 22 de abril una serie de caminatas “por la paz” en diferentes municipios de Nicaragua. En el caso de Managua, fue notoria la presencia de los supuestos “policías voluntarios” encapuchados.
“Vamos a estar caminando por la paz en todo el país, diciendo la paz es nuestra, con la paz no se juega, la paz es nuestro derecho, nuestro patrimonio, nuestra heredad, la paz tiene que ser firme y duradera”, expresó Murillo durante su discurso en medios oficialistas.
A inicios de abril, en un nuevo intento por borrar la memoria de las víctimas de la represión y de la Rebelión de Abril de 2018, la dictadura obligó a trabajadores del Estado y su ejército de supuestos “policías voluntarios” a realizar caminatas en todos los municipios de Nicaragua.
La dictadura organizó una serie de actividades, que comenzaron el 1 de abril de 2025 y que incluyeron “dianas” en todos los municipios, dirigidas a promover la narrativa oficial de “no pudieron, ni podrán”, que pregona Murillo. Las actividades culminaron con las caminatas encabezadas por los supuestos “policías voluntarios”, un término bajo el cual la dictadura justificó la actuación de grupos paramilitares que a sangre y fuego desarticularon las barricadas en el país.