Cuando el río no suena, ¡es que está seco!

Por Pilar Montes

HAVANA TIMES — Una foto del río Cauto, el segundo más caudaloso y largo del país, seco en su cauce, me impactó ante la realidad de una sequía de dimensiones escalofriantes que me hizo aspirar a que el clima nos regale, siquiera, una tormenta tropical.

La que venía en camino, que llegó a tener nombre porque fue huracán, Danny, se disolvió antes de llegar a la República Dominicana y tampoco se ha dado esperanza que la “Erika” alcance nuestra geografía.

Las noticias son aún menos alentadoras, puesto que las provincias de Sancti Spiritus y Ciego de Avila son las provincias de menos agua embalsada, el 13 y 10 por ciento, respectivamente, casi en lo que se clasifica como nivel muerto porque no sirve para el consumo humano ni animal.

Las aguas subterráneas que alimentan pozos y otras fuentes también están deprimidas hasta niveles que hacen de esta sequía la más severa en los últimos 112 años.

Según el Instituto de Meteorología, las provincias de Artemisa, La Habana, Santiago de Cuba y Guantánamo son las más afectadas y, en general, la red de embalses en todo el país está al 35 por ciento, entre estos muchos que ya están en el nivel muerto.

El habitual ejercicio “Meteoro”, convocado por la Defensa Civil, que se realiza todos los años antes de comenzar la estación lluviosa y de huracanes, este año estuvo dedicado a las tareas de enfrentar la prolongada sequía.

El trimestre mayo – julio 2015, presentó un déficit en el acumulado de lluvias del 68 por ciento en todo el territorio nacional, según el Instituto de Meteorología.

De 124 municipios afectados, los 10 más deficitarios fueron: Nueva Paz, Colón, Jovellanos, Los Arabos, Pedro Betancourt, Perico, Unión de Reyes, Ranchuelo, Najasa y Colombia.

El déficit para Cuba en este trimestre respecto al periodo histórico 1961/2015, resultó ser el cuarto valor más significativo con -1.72, catalogado como severo.

Desde el final de la llamada estación seca en abril pasado, los cubanos todavía pensaban que la época de lluvias (Mayo-Octubre) iba a traer el agua necesaria para hombres, suelos y animales.

Las imágenes mostradas por los noticieros locales están lejos del habitual “triunfalismo”, animales flacos tratando de arrancar alguna hoja al suelo amarillo y cuarteado.

Otro problema detectado es la creciente salinización de los suelos, sobre todo en las zonas costeras, las siembras atrasadas por falta de riego, haciendo prever la habitual estación seca aún peor que, según especialistas se extenderá hasta el próximo año.

Sólo nos queda cantar aquella canción infantil: ¡Que llueva, que llueva, la virgen de la cueva!