Crisis en Brasil amenaza proyecto hidroeléctrico en Nicaragua

El proyecto hidroelectrica Tumaín.
El proyecto hidroelectrica Tumaín.  Foto: lavozdelsandinismo.com

HAVANA TIMES (dpa) – La construcción de la hidroeléctrica Tumarín, en el surcaribe de Nicaragua, por parte de dos compañías brasileñas está nuevamene en riesgo debido a la crisis financiera y los escándalos de corrupción en el país sudamericano, informaron hoy empresarios del sector en Managua.

César Zamora, presidente de la Cámara de Energía de Nicaragua (CEN), recordó que la obra planificada hace seis años y que aún no ha comenzado a construirse, cuesta 1.100 millones de dólares y requiere de 300 millones solamente para los trabajos de arranque.

“Si las dos empresas brasileñas dueñas de la central hidroeléctrica Tumarín (el grupo Queiroz-Galvao y la estatal Eletrobras) no invierten para salvar el proyecto, nadie lo hará”, dijo Zamora, citado por la publicación digital “Confidencial”.

El directivo empresarial consideró que el “hueco financiero” que carga Tumarín no podría ser asumido siquiera por el poderoso grupo Albanisa, de capital mixto venezolano y nicaragüense.

En agosto pasado, la firma Centrales Hidroeléctricas de Nicaragua (CHN), que integran Queiroz Galvão y Eletrobras, negó rumores de una eventual suspensión del proyecto Tumarín, dado el escándalo de corrupción que ha sacudido a la empresa estatal brasileña.

Según Gabriel Pasos, directivo de la Cámara de Industrias de Nicaragua (Cadin), esa entidad explora actualmente proyectos de energía renovable que cubran la demanda de 253 megavatios que ofrecía Tumarín. Explicó que son proyectos mucho más baratos y que ya “tienen el financimiento asegurado”.

Aunque CHN no ha comentado lo dicho por los empresarios nicaragüenses, recientemente el ex presidente de esa firma, Marcelo Conde, aconsejó posponer la construcción de Tumarín al menos por dos años más.

“El tema político de Brasil y la grave crisis económica que estamos pasando por el momento, no facilita una solución rápida a un proyecto de esta magnitud”, dijo Conde a “El Nuevo Diario” de Managua.

El Gobierno de Nicaragua tampoco ha opinado sobre los riesgos que corre el proyecto hidroeléctrico. En 2015, molesto por las constantes demoras en el arranque de las obras, el asesor presidencial Bayardo Arce calificó a Tumarín como un “divieso” (forúnculo o grano en la piel de origen infeccioso).