Condenan a 26 años al obispo nicaragüense Rolando Álvarez

Monseñor Rolando José Álvarez en los Juzgados de Distrito Penal de Audiencia de Managua, el 13 de diciembre de 2022. Foto: Tomada del 19 Digital

En juicio político adelantado y exprés, la justicia al servicio de la dictadura Ortega-Murillo, condena por delitos fabricados a obispo de Matagalpa

Por Confidencial

HAVANA TIMES – La Justicia del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo condenó en un juicio político secreto y exprés al obispo de Matagalpa, Rolando Álvarez, a una pena de 26 años y cuatro meses calificándolo de “traidor a la patria” y fabricándole los delitos de “menoscabo a la integridad nacional, propagación de noticias falsas a través de las tecnologías de la información, obstrucción de funciones o agravada desobediencia, todo en concurso real y en perjuicio de la sociedad nicaragüense”.

Además el régimen ordenó despojar de su nacionalidad al líder religioso, tal como hizo con los 222 excarcelados políticos desterrados este 9 de febrero.

Monseñor fue trasladado el jueves hacia la cárcel La Modelo de Tipitapa, luego que rechazara abordar el avión que lo trasladaría a Estados Unidos junto a otros 222 reos políticos que fueron desterrados.

En una alocución pública, el dictador Daniel Ortega dijo que cuando “el personaje Álvarez” estaba haciendo fila para subir al avión, “empieza a decir que él no se va. Que primero tenía que reunirse con los obispos, y exige una reunión con los obispos. Cosa absurda, si hay una disposición del Estado nicaragüense, que él no puede cuestionar”.

“Frente a una decisión del Estado nicaragüense, dice que él no la acata. Es una resolución de un tribunal de justicia que lo está mandando fuera del país, y que no acata, si no se reunía con los obispos, y como los demás sacerdotes ya estaban en el avión, que le llamen a los sacerdotes, porque él tenía que hablar con ellos”, narró.

Primer obispo arrestado

Álvarez, de 56 años, es el primer obispo arrestado y acusado desde que Ortega retornó al poder en Nicaragua en 2007. El obispo fue sustraído la madrugada del 19 de agosto pasado por Policía de un palacio episcopal provincial junto con cuatro sacerdotes, dos seminaristas y un camarógrafo, después de haber estado 15 días confinados.

La Policía, que dirige Francisco Díaz, consuegro de Ortega, acusó a Álvarez de intentar “organizar grupos violentos”, supuestamente “con el propósito de desestabilizar al Estado de Nicaragua y atacar a las autoridades constitucionales”, aunque no ha ofrecido pruebas.

El prelado ha sido llevado sin su vestimenta religiosa a las audiencias celebradas en el Complejo Judicial de Managua.

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