Colombia llama a embajador en Caracas y crece tensión con Venezuela
HAVANA TIMES (dpa) — La tensión entre Colombia y Venezuela, que empezó hace una semana por problemas en la frontera, creció hoy a raíz del llamado a consultas al embajador de Bogotá en Caracas por parte del presidente colombiano, Juan Manuel Santos.
El gobernante dijo que tomó la decisión de convocar al embajador Ricardo Lozano porque el gobierno venezolano “no tiene ninguna voluntad de diálogo ni de soluciones diplomáticas, sino de soluciones de fuerza”.
Santos ordenó la salida de su embajador en Caracas ante la negativa de autoridades venezolanas de permitir el ingreso a territorio de ese país al defensor del Pueblo de Colombia, Jorge Otálora, quien debía acompañar a algunos deportados a recoger sus pertenencias para llevarlas a la ciudad colombiana de Cúcuta.
“Yo he privilegiado el diálogo y lo seguiré haciendo, pero no puedo permitir que Venezuela trate a Colombia y a los colombianos de esa forma”, dijo Santos, tras revelar que pidió a su ministra de Relaciones Exteriores, María Ángela Holguín, que solicite una reunión extraordinaria de cancilleres de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur).
“Queremos contarle al mundo, comenzando con Unasur, lo que está sucediendo, mostrarles lo que está sucediendo porque eso es totalmente inaceptable”, dijo Santos.
Por su parte, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, reiteró hoy que no tiene planes de reabrir la frontera y acusó a Santos de no tomar medidas para garantizar la seguridad en la zona limítrofe.
“En Colombia hay una campaña contra la patria venezolana, están sembrando odio, porque la oligarquía colombiana siente terror cuando escucha hablar de Simón Bolívar y de Hugo Chávez, le tiene terror a la revolución bolivariana socialista de Venezuela”, dijo Maduro.
Santos llamó a consultas a Lozano un día después de que Holguín y su homóloga venezolana, Delcy Rodríguez, anunciaran en Cartagena de Indias que harían esfuerzos por solucionar la crisis.
Uno de los acuerdos anunciados tras esa reunión de cancilleres consistía en que el defensor del Pueblo de Colombia podría ingresar a territorio venezolano para acompañar a algunos colombianos que fueron deportados y que no lograron sacar sus pertenencias.
La crisis empezó hace una semana, cuando en un ataque armado cometido en territorio venezolano, cerca de la línea limítrofe, resultaron heridos tres militares de ese país.
Maduro ordenó entonces el cierre de la frontera de forma indefinida y decretó medidas de excepción en el estado de Táchira, que limita con el departamento colombiano de Norte de Santander.
El mandatario asegura que con el estado de excepción y el envío de tropas a Táchira busca erradicar el contrabando y a las bandas armadas que operan en esa zona, que, según el gobierno venezolano, proceden de Colombia.
Varios de los deportados han denunciado que sus casas fueron marcadas con la letra “D” y luego demolidas con maquinaria pesada por haber sido construidas sin autorización en invasiones del municipio de San Antonio, en Táchira.
Holguín dijo tras la reunión con su colega que las delegaciones de ambos países conversaron sobre fenómenos que afectan a la frontera como el contrabando de combustible y de otros productos, la presencia de bandas armadas, el narcotráfico y el diferencial cambiario de las monedas locales.
En ese sentido indicó que los ministros y funcionarios de los sectores de defensa, de economía y de energía se reunirían en los próximos días para abordar esos temas.
Según cifras del gobierno colombiano, 1.088 colombianos han sido deportados desde el viernes pasado, muchos de los cuales permanecen en albergues en Cúcuta, capital de Norte de Santander.
Asimismo, la Cruz Roja calculó en más de 4.200 el número de colombianos que desde ese día decidieron regresar por voluntad propia por ese mismo paso fronterizo para anticiparse a la deportación.
En medio de la crisis hoy se conoció que Argentina y Brasil están dispuestos a colaborar para encontrar una solución a los problemas fronterizos entre Colombia y Venezuela.
El anuncio fue hecho por los cancilleres de Argentina y Brasil, Héctor Timerman y Mauro Vieira, respectivamente, según informó el portal del diario brasileño “O Globo”.
“La Unasur siempre puede ser un organismo para facilitar el diálogo entre las partes, pero siempre que sea solicitado”, dijo Vieira.