Ciego de Avila campeones por primera vez

Por Ray Otero*

Ricardo Bordon remolcó la carrera ganadora en la entrada once. Foto: Ismael Francisco, cubadebate.cu

HAVANA TIMES — Un hecho histórico sin precedentes en la pelota cubana fue lo escrito por Ciego de Avila en la Final de Cuba 2012, cuando en la madrugada del martes vencieron al multicampeón de Cuba, Industriales, con marcador de 4-3 en 11 peleadas entradas, durante el Juego #5 de la Final cubana, para acreditarse la serie 4-1 sobre el rival al que veía por vez primera en estas instancias y adjudicarse a su vez y por primera vez en la historia de las ya 51 ediciones de nuestras Series Nacionales, el título de campeón de Cuba.

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Histórico y sin precedente fue el triunfo. Histórico por ser los avileños un elenco que de 1977 a la fecha jamás había podido tocar el peldaño más alto de nuestro torneo mayor y que venía solamente con las credenciales de un mejor resultado en la campaña anterior, en donde sus aspiraciones se quedaron cortas con un segundo lugar.

Por demás, los avileños se empeñaban en lograr el resultado obtenido a expensas de enfrentar al elenco más galardonado de la pelota cubana de 1962 a la fecha, Industriales, poseedor no solo de 12 títulos en nuestras campañas sino además uno de los cuatro grandes de la pelota cubana. Los Azules, un equipo sumamente difícil de vencer en el terreno, salían además como favorito pero además, jamás había perdido una final de esta manera.

Sin precedentes simplemente porque lo visto no solo en estos tres partidos en el estadio José Ramón Cepero de Ciego de Avila, sino lo presenciado en las afueras del mismo, donde todo un pueblo fiel a su elenco se volcó en señal de apoyo y en espera del primer triunfo de su elenco en Series Nacionales, dicen mucho de porque nuestro torneo nacional sigue siendo el máximo espectáculo deportivo del país, un espectáculo que debe ser mejorado no solo para beneficio del mismo, sino para beneficio de jugadores y pueblo en general.

Ciego de Avila sin dudas fue mucho mejor elenco que Industriales en esta final. Durante la serie regular los avileños se cansaron de ganar partidos como el de este lunes y de esta forma los borraron de una vez y por todas el cartelito de equipo flojo en Postemporadas, en las cuales siempre de una forma u otra quedaban eliminados. Pero es que esta edición 2012 del Ciego de Avila era diferente, sufrió maduración pero más que esto, sufrió una inyección de triunfo de manos de un mentor como Roger Machado que pese a su juventud sabe cómo sacarle el jugo a sus muchachos y al juego.

Y es cierto, Machado ha sido el eje que ha formado y aglutinado a un equipo que simplemente no ganaba en nuestra pelota. Primero como jugador formó parte de aquel elenco de fines de los ’90 que dio las primeras campanadas en las Postemporadas cubanas.

Después cuando pasó al mando de estos, se encontró frente a frente con sus mismos compañeros de juego muchos de ellos aún presentes hoy aquí, los Mario Vega, Yorelvis Charles, Issac Martínez, Yoelvis Fiss o el mismísimo – ahora no presente – Maikel Folch entre muchos otros, que resultaban grandes jugadores pero que la dura realidad era que no ganaban el bueno.

En su trabajo aglutinó a ellos la nueva generación de los Lisdey Díaz, Ricardo Bordón, Raúl González, Lázaro Santana, Vladimir García, Osmar Carrero, Yorbis Borroto, Yander Guevara, Yadir Rabí, Rusney Castillo entre muchos otros, que resultaban al parecer  el complemento necesario para que este equipo buscara y lograra cosas mayores. Hace muy poco dije que el triunfo de Ciego no comenzó cuando ganó el Juego #1 de la Final de Cuba, sino que había comenzado desde aquel momento cuando Pinar del Río sacó el out 27 de la pasada contienda para coronarse campeón de un torneo que no los tenía de favoritos. Ahora ratifico esto con mayor certeza.

La convicción de triunfo hizo a este equipo sobrepasar todas las dificultades en esta campaña y jugar cada día mejor en la Postemporada 2012. En la etapa regular lograron los triunfos necesarios para avanzar en el tercer lugar del Oriente, solo superados por Villa Clara y un inspirado Las Tunas. A estos últimos enfrentaron en los 4tos de Final y cuando ellos tomaron ventaja de 3-1 en la serie, Ciego encontró fuerzas suficientes para remontar y aplastar con 3 contundentes triunfos a un rival que ya soñaba con la Final Oriental avanzando así en 7 partidos. Ya en la Final del Oriente todo fue más rápido y Ciego dispuso de Granma 4-2 en 6 juegos, cerrando con un monumental 11-1 el 6to Juego. Ahora en la Final de Cuba Ciego mejoró aún más su actuación y dispuso de un difícil Industriales en solamente 5 juegos, sin tener siquiera que hacer las maletas para regresar la serie a patio ajeno, esto dice mucho de lo que este elenco estaba dispuesto hacer en esta Final.

Cabe mencionar por último que la tarea del mentor Roger Machado quizás fue más ardua y difícil en las dos últimas campañas, considerando por ejemplo que en la pasada contienda los avileños perdieron a un importante hombre como Adonis García, quien marchó fuera de Cuba a jugar profesionalmente, mientras en la presente temporada quien había sido uno de sus pilares en el “staff” de lanzadores, el zurdo Maikel Folch, también quedó fuera del elenco pero por lesión.

Pero veamos lo sucedido en el partido que coronó a los avileños

Los dos mentores no dudaron en sus comentarios previos al choque y mandaron al montículo a las cartas anunciadas, los derechos Antonio Armando Romero por Industriales y Yander Guevara por Ciego de Avila. Ambos recibirían notas altas con sus actuaciones en este 5to Juego de la Final.

Los avileños dieron muestra – como una jornada antes – de que querían el triunfo anotando la primera en la apertura del choque por oportuno doble de Yoelvis Fiss con Rusney Castillo en circulación por sencillo.

Pero Industriales ripostaría rápidamente por el poder de un hombre que todavía muchos aficionados Azules se preguntan por qué no jugaba, Yohandry Urgellés, quien con Serguei Pérez en circulación por sencillo, disparó cuadrangular por el jardín derecho para traer dos para su elenco. Industriales ganaba 2-1.

Ciego reaccionó enseguida y volvió a tomar el mando en el tercero. El abridor Azul se metió en problemas al permitir sencillo de Ricardo Bordón al derecho y propinar pelotazo a Raúl González más un boleto intencional a Rusney Castillo. Con la casa llena, otra vez Yoelvis Fiss pegó un oportuno doble al izquierdo que empujó par de anotaciones para poner el 3-2 avileño.

Parecía que Romero se iba en el inning pero el valiente derecho terminó dominando a Yorelvis Charles en jugada salvadora de “double play”.

A partir de ese momento ambos lanzadores se volvieron dominantes, con destaque para Romero que llegó a partir del 4to inning a enfrentar a 15 hombres retirando a 14 sin la sombra de un sencillo hasta el boleto a Yorbis Borroto en el 9no.

Industriales había empatado el choque en el 7mo. Urgellés disparó sencillo al centro y se movió a tercera por cohete de Carlos Tabares, para después anotar por la línea al centro del emergente – entró por Frank C. Morejón -Irakli Chirino.

Ambos elencos llegaron con empate al 9no y en la parte baja de esa entrada – una mitad de inning de más de 40 minutos de duración – Industriales casi queda al campo. Romero abrió boleando a Yorbis Borroto y Lázaro Vargas lo sustituyó por el veloz pero novel Julio Montesinos – solo había trabajado 2 1/3 en la Postemporada – quien puso a la afición Azul con los pelos de punta por un lanzamiento desviado que se escape y colocó el triunfo de los Tigres a solo 180 pies del “home plate”. Pero el joven lanzador dominó a Lisdey Díaz – quien eternamente e innecesariamente buscó el toque de bola y al final en 3 y 2 fue dejado libre por el propio manager Machado – y acto seguido hizo lo mismo con Ricardo Bordón para poner el inning a punto de mate, pero habría más.

Raúl González recibió boleto y Machado movió su banco colocando a Abdel Civil de emergente por Rubén Valdés – jugaba en reemplazo del lesionado Mario Vega – y Civil recibió pelotazo para llenar las almohadillas. La entrada de Rusney Castillo al cajón de bateo puso en un desenfreno total al José Ramón Cepero que pedía a Rusney que acabara el juego, pero el estelar jardinero solo pudo elevar a las manos del segunda base Juan C. Torriente para mandar el juego a extrainnings.

Aquí hay que criticar la reacción del joven Montesinos, quien no solo hizo gestos hacia su banco en señal de “haber metido el brazo y algo más también” sino que lo hizo hacia el banco contrario en una acto en el que nuestros peloteros no debían incurrir.

Guevara continuaría lanzando y se marcharía en el 11no por exceso de lanzamientos,  siendo sustituido por Lázaro Santana. Mientras, Montesinos se crecía y dominaba sin dificultades el 10mo a lo que el mentor Vargas lo dejó lanzar en el 11no. Pero este sería su fin.

En el 11no Montesinos abrió nuevamente con boleto ante Yorbis Borroto y el mentor Machado no dudó en mandar el sacrificio con Lisdey Díaz. El receptor lo ejecutó perfectamente para mover al corredor a segunda base.

Llegaría entonces el joven Ricardo Bordón al cajón de bateo y con indiscutible a la banda derecha pondría el estadio José Ramón Cepero patas arriba, decretando no solo el triunfo avileño 4-3 en el choque sino el primer campeonato para los Tigres de Ciego de Avila en la historia de nuestras Series Nacionales.

El relevista Lázaro Santana se llevó el histórico triunfo con su relevo de una entrada sin nada permitido, mientras el joven Montesinos salió por la puerta estrecha.

A Ciego las felicitaciones dobles por un torneo inmenso y por este título, mientras a Industriales también es digno reconocerles el avance de un año a otro después de quedar décimos la anterior contienda.

(*) Lea los reportajes de Ray Otero en Baseballdecuba.com.