Casa Blanca: Cuba podría frenar misteriosos ataques a diplomáticos

HAVANA TIMES – La Casa Blanca acusó hoy indirectamente a Cuba de no estar haciendo nada para frenar los misteriosos ataques a la salud que han sufrido 22 de sus diplomáticos en La Habana y por los que ha retirado a más de la mitad de personal en la embajada caribeña y ha expulsado a 15 cubanos de Washington.

“Creemos que el Gobierno cubano podría parar los ataques a nuestros diplomáticos”, manifestó en rueda de prensa el general retirado John Kelly, jefe de gabinete del presidente Donald Trump.

Washington no ha acusado hasta ahora nunca al Gobierno de Raúl Castro de estar detrás de los misteriosos episodios y, recientemente, un funcionario que habló con la prensa bajo condición de anonimato no descartó que haya un tercer país detrás de lo que está ocurriendo.

Pero sí ha criticado previamente la “incapacidad de Cuba”, como dijo recientemente el secretario de Estado, Rex Tillerson, de proteger a los diplomáticos como obliga la Convención de Viena.

Las palabras de hoy de Kelly constituyen la primera ocasión en la que la administración estadounidense formula tan claramente que cree que Cuba no hace lo que podría y cobran más relevancia al proceder del jefe de gabinete de Trump, que no dio más detalles al respecto.

El Departamento de Estado trató después de suavizarlas. La posición de la administración “no ha cambiado”, dijo la portavoz Heather Nauert, que enmarcó lo dicho por Kelly en la responsabilidad del Gobierno cubano bajo la Convención de Viena. Cuba “puede tener más información de la que conocemos”, añadió no obstante.

Desde noviembre de 2016, 22 diplomáticos estadounidenses en Cuba han sufrido alteraciones en su estado de salud, que Estados Unidos califica como “ataques”, con síntomas como pérdida de audición, mareos, zumbidos, dolores de cabeza, fatiga, problemas cognitivos y dificultades para dormir.

Cuba ha asegurado no tener nada que ver con estos sucesos, que están siendo investigados tanto por La Habana como por Washington. “La investigación continúa”, dijo hoy Nauert. “No sabemos quién o qué es responsable”. La portavoz del Departamento de Estado no descartó que la cifra de afectados pueda subir en un futuro, según se realizan controles de la salud de los funcionarios.

Los ataques, que medios estadounidenses describen como “acústicos”, tuvieron lugar en residencias del personal diplomático y en hoteles que frecuentan ciudadanos norteamericanos.

A finales de septiembre, el Departamento de Estado retiró a más de la mitad de su personal de La Habana y pocos días después expulsó a 15 diplomáticos cubanos de Washington para asegurar, dijo, la “equidad” entre los dos países, que retomaron relaciones diplomáticas en 2015 tras más de 50 años con ellas rotas.

“La decisión se tomó por la incapacidad de Cuba de dar los pasos apropiados para proteger a nuestros diplomáticos de acuerdo con sus obligaciones bajo la Convención de Viena”, dijo entonces Tillerson.