Cancilleres de OEA no tratarán crisis fronteriza Colombia-Venezuela

Colombia y Venezuela. Map: wikipedia.orgHAVANA TIMES (dpa) – La Organización de Estados Americanos (OEA) no tratará a nivel de cancilleres la crisis fronteriza provocada por la deportación de ciudadanos colombianos de Venezuela, tal y como había solicitado Colombia.

El Consejo Permanente de la OEA no llegó hoy a un acuerdo para convocar una reunión de consulta de los ministros de Exteriores, tal y como esperaba el gobierno de Juan Manuel Santos. Venezuela consiguió así evitar que esta cuestión se trate en el seno de la organización hemisférica.

De los 34 estados miembros de la OEA, 17 votaron a favor de la convocatoria de la reunión de consulta de cancilleres, cinco en contra (Ecuador, Haití, Nicaragua, Venezuela y Bolivia), 11 se abstuvieron y hubo un ausente en la votación (Dominica). Se necesitaban 18 de los 34 votos para que se aprobase la propuesta.

“Hemos obtenido la mayoría pero no suficiente”, se lamentó el embajador de Colombia ante la OEA, Andrés González, tras ver cómo su propuesta se quedaba corta de un voto. González dijo que tratarán de convencer a los países que se han abstenido sobre la necesidad de tratar la crisis fronteriza en un futuro en el seno de la OEA.

El embajador de Venezuela ante la OEA, Roy Chaderton, por su parte, dijo que su país está a favor del diálogo con Colombia para resolver esta crisis.

La mayoría de delegaciones hicieron un llamamiento al diálogo entre Colombia y Venezuela, aunque los países se encontraban divididos a la hora de determinar si la OEA o la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) era el foro más adecuado para tratar esta crisis fronteriza entre dos estados miembros.

Panamá se puso a disposición de ambas partes para contribuir a un arreglo negociado.

El secretario general de la OEA, Luis Almagro, que estaba presente en la reunión, no se pronunció públicamente sobre la cuestión.

Colombia había pedido la convocatoria de una reunión de consulta de cancilleres para analizar “la situación humanitaria que viven los ciudadanos colombianos en Venezuela con ocasión de las recientes deportaciones generada por la forma como estos ciudadanos están siendo deportados y obligados a salir de Venezuela”.

El embajador colombiano consideró que la organización hemisférica no podía quedarse callada ante la deportación de ciudadanos colombianos de Venezuela.

“Colombia entera está indignada, Colombia entera esta ultrajada y duele más cuando se trata de una nación a la que le procesamos todo nuestro fraternal cariño”, dijo en referencia a Venezuela el embajador González.

El representante de Colombia ante la OEA se mostró “atónito” e “indignado” ante “la deportación arbirtaria y el maltrato de compatriotas por el mero hecho de ser colombianos y de no tener sus papeles en reglas”.

“Todo ser humano y aún si estuviera en un país sin papeles merece ser tratado con dignidad y con debido proceso y esto es lo que vamos a exigir”, señaló González, quien añadió que “el contrabando no se resuelve deportanto a gente humilde”.

Venezuela se mostró en contra de la convocatoria de la reunión al considerar que este asunto se debe resolver de manera bilateral o en el seno de la Unasur.

El embajador venezolano aseguró que esta crisis fronteriza ha sido generada por cuestiones electoralistas ante la proximidad de las elecciones locales y regionales del próximo 25 de octubre en Colombia. Y consideró que esta crisis es también fruto de “la guerra mediática” de medios de comunicación colombianos para desestabilizar al gobierno de Nicolás Maduro.

Según las más recientes cifras oficiales, 1.097 colombianos han sido deportados desde que empezó la crisis, el 20 de agosto, aunque un poco más de 6.000 han cruzado la frontera a través de un río para retornar a su país y anticiparse a la deportación.

Más de 2.000 colombianos deportados o que decidieron regresar a su país están alojados en albergues de la ciudad de Cúcuta, cuyas autoridades declararon el estado de calamidad pública para disponer de recursos para atender la emergencia.

La crisis empezó cuando el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, cerró por tiempo indefinido la frontera entre el estado venezolano de Táchira -para el cual decretó medidas de excepción- y el departamento colombiano de Norte de Santander, con el argumento de que así luchará contra al contrabando y las bandas armadas que operan en el lugar.