Atletismo cubano: ¿En franco retroceso o en una simple transición?
Por Noelia Román (dpa)
HAVANA TIMES- Siempre fue el gran vivero regional del atletismo, el país de Latinoamérica que plantaba cara en el medallero a las grandes potencias de este deporte. De los Mundiales de Londres, sin embargo, Cuba saldrá mañana dejando la sensación de que su poderío disminuyó notablemente. ¿Será, como sostienen en la isla caribeña, sólo una etapa de transición?
Eso aseguran, al menos, algunos de los técnicos que trabajaron con los atletas cubanos para los campeonatos de la capital británica y anteriormente.
«A Londres vinimos con un equipo renovado, con gente muy joven.
Estamos en una etapa de transición entre las grandes estrellas que tuvimos y esta gente joven que ya nos está dando resultados», señaló a dpa la entrenadora del relevo masculino 4×400, Eloina Kerr.
«Con las figuras nuevas, esperamos que en 2020, en los Juegos de Tokio, el atletismo cubano tenga otro nivel en el mundo», añadió Kerr, enfundada en el uniforme azul, blanco y rojo de Cuba, su cabello cubierto por un gorro negro y unos grandes auriculares sobre la lana del bonete.
Asumía así el «bache» del atletismo cubano que, a falta de una única jornada para que concluyan estos Mundiales, sólo suma una medalla: el bronce logrado por Yerisley Silva en salto con garrocha.
De la justa planetaria de Pekín 2015, Cuba salió con tres preseas, dos oros (disco femenino, salto con garrocha de mujeres y triple salto masculino). De Londres, está por ver.
Cierto es que la delegación caribeña tuvo ya en Londres siete finalistas más, en el triple salto (tres, dos de 19 años y otro de 21), el heptatlón femenino, el salto largo, el peso femenino y el relevo 4×400 masculino. Y que una e incluso dos de sus grandes opciones de presea compiten mañana, en la final de disco femenino.
Oro mundial en Pekín 2015, Denia Caballero intentará revalidar su corona en una final que también puede acabar de proyectar a Yaimé Pérez, la campeona panamericana y segunda del ranking mundial.
Kerr confía, además, en que el relevo 4×400 que dirige haga un buen papel en la final de mañana y se coloque en puestos de podio.
«Nuestro 4×400 siempre estuvo al acecho de la medalla: fue quinto en el Mundial de relevos este año, sexto en los Juegos de Río 2016 y en
2012 anduvimos cerca, pero se nos lesionó un hombre. Esperemos que llegue pronto la hora de subir al podio», apuntó la entrenadora.
Ahí se subió ya en dos ocasiones la hasta estos Mundiales inédita Venezuela, con el oro de Yulimar Rojas en salto triple y el bronce -compartido, precisamente, con la cubana Silva- Robeilys Peinado.
«Venezuela está por delante por la triplista y da la sensación de un nivel del atletismo que, en realidad, en Venezuela no existe», señaló a dpa Justo Navarro, entrenador cubano de lanzamiento de bala que trabajó durante muchos años en su país y ahora lo hace con la selección brasileña.
«En esos países, a veces te sale una figura como Ibargüen (en Colombia), pero eso no es el conjunto. En general, su nivel es mucho menor que el nuestro. Por eso la IAAF evalúa por puntos», añadió el técnico, que dirigió, entre otras, a Yumileidy Cumba y Misleidys González, oro y plata olímpicos, respectivamente.
«Es cierto que en Cuba se estancó un poquito la cuestión de la figuras que brillan en la élite, pero se siguen produciendo muchos atletas y es casi el único país de la zona en el que los deportistas no tienen que trabajar en otra cosa para sobrevivir», prosiguió.
Lejos quedan los tiempos en los que los legendarios Javier Sotomayor (altura), Iván Pedroso (triple) y Alberto Juantorena (mediofondo) colocaban a Cuba en lo más alto del podio en Juegos y Mundiales.
«Las figuras no surgen de la noche a la mañana y nosotros también notamos el estancamiento de nuestra economía en los últimos años, aunque en nuestro caso influya menos porque el Estado siempre apoyó el deporte», apuntó Navarro, tras descartar que la deserción de varias de sus estrellas en los últimos años haya afectado especialmente a su deporte.
«Es un problema, claro, pero no sólo de Cuba se van atletas buscando una situación mejor. También pasa en Jamaica y en varios países de África y nadie habla de eso. El deporte no se murió en Cuba por eso», sentenció el técnico, en conversación con dpa.
«Pero no podemos obviar el bloqueo y el hecho de que nosotros recibíamos una gran ayuda del bloque socialista que ahora no tenemos», explicó.
«Aunque si una cosa tiene el cubano es que, con lo que tiene, echa p’alante (sic)», agregó quien es considerado uno de los técnicos más prestigiosos del atletismo de la isla.
Esos escasos medios se verán desde ya incrementados con nuevas instalaciones, largamente deseadas por atletas y entrenadores: un gimnasio «del primer mundo» recién estrenado en La Habana gracias a los fondos aportados por la IAAF y la renovación de las pistas de La Habana y Camagüey.
«Eso nos va a ayudar mucho en el futuro», estimó Kerr que, junto a otro grupo nutrido de atletas y entrenadores cubanos, hizo la preparación final de sus chicos en la ciudad española de Guadalajara.
En el presente, no obstante, concluir estos Mundiales con tres medallas sería un «buen» resultado para el único país latinoamericano que suma 56 metales en la justa planetaria, 21 oros entre ellos.