Antimotines bloquean marchas de mujeres en Venezuela y Nicaragua

HAVANA TIMES — ​​En una manifestación creciente de la intolerancia a las protestas públicas que no provengan de sus partidarios, los gobiernos de Venezuela y Nicaragua enviaron ayer a la policía antidisturbios para impedir el paso de las marchas en el Día Internacional de la Mujer.

En Venezuela los cientos de mujeres que marcharon desde las afueras de la capital hacia el centro de Caracas se encontraron con un muro de policías antidisturbios y soldados con vehículos blindados, informó dpa.

Las mujeres, que se oponen al gobierno de Nicolás Maduro, llamaron a poner fin a la escasez de productos básicos que ha empeorado durante los últimos meses en el país rico en petróleo.

Jorge Rodríguez, el alcalde de Caracas central y occidental dijo que “el fascismo no entrará en esta ciudad de la paz.” El presidente Maduro y sus altos funcionarios llaman “fascista” a cualquier persona o grupo que se opone a las políticas de su gobierno. También culpa a Estados Unidos de estar detrás de las protestas actuales y pasadas.

La marcha fue organizada por la oposición Mesa de Unidad Democrática (MUD), en un esfuerzo por mantener viva la ola de protestas que han ocurrido durante más de tres semanas en diferentes partes del país, señaló dpa.

El líder opositor Henrique Capriles se presentó en la marcha, bloqueado de su objetivo de alcanzar el Ministerio de Alimentación. Dijo que el despliegue de las fuerzas armadas en contra de la marcha fue la evidencia del temor que tiene el presidente Maduro de la protesta pacífica.

Capriles culpó a Maduro y sus políticas económicas, por la escasez y la inflación que alcanzó el 56% en el último año.

“En vez de escuchar a los venezolanos, envían a los funcionarios y a grupos paramilitares armados, por ellos mismos, a disolver las manifestaciones. El error más grave que comete el gobierno es subestimar lo que está pasando en las calles”, dijo Capriles.

El dirigente opositor acusó al gobierno de “arrojar más gasolina a la candela”, y señaló que con la represión no van a acabar con las protestas”.

En NICARAGUA

La tradicional marcha del Día Internacional de la Mujer en Nicaragua concluyó sin llegar a su meta final este sábado, siendo bloqueada por la policía antidisturbios del gobierno de Daniel Ortega.

A una cuadra, jóvenes simpatizantes de Ortega habían sido convocados por su partido en un abierto desafío a la marcha de las mujeres.

Las mujeres de todas las edades y de todo el país habían venido en un ambiente para celebrar los avances de la mujer y hacer demandas al gobierno en temas aún pendientes, observó el diario El Nuevo Diario.

“No nos dejaron pasar para hacer un ejercicio ciudadano al que tenemos derecho, pero además, estábamos autorizadas”, declaró Mirna Blandón, del Movimiento Feminista de Nicaragua.

Un alto oficial de policía, el mayor Fernando Borge, se limitó a decir “la Policía hace lo que está establecido en la ley y cada organización conoce las condiciones, alcances y límites” del permiso que le fue extendido.

Blandón respondió: “Este era un esfuerzo mancomunado de todas las mujeres, veníamos a celebrar con alegría nuestros logros y también a plantear nuestras demandas, porque el Estado tiene deudas pendientes con las mujeres. No pudimos pasar el muro”.

Las leyes positivas aprobadas en los últimos años que protegen a las mujeres, y que “no hubiesen sido posibles si no hubiera un movimiento feminista empujando las demandas” son la Ley de Padres Responsables y la Ley Integral que condena la violencia contra la mujer , señaló Blandón .

Entre las cuestiones pendientes, las mujeres exigen políticas que promuevan los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres y que son conducentes a evitar la violencia que este año ya ha dado lugar a 18 asesinatos de mujeres.

“Estamos exigiendo un país sin violencia”, dijo María López.

Del mismo modo, Juanita Jiménez, del Movimiento Autónomo de Mujeres (MAM), dijo a El Nuevo Diario que la alta tasa de desempleo entre las mujeres ha llevado lamentablemente a niveles extremadamente altos de emigración de las mujeres de sus comunidades y del país debido a la falta de opciones de trabajo.

Otro grave problema mencionado por Jiménez es con respecto a la subida del nivel de los embarazos en la adolescencia, “significa que el abuso sexual está ahí en la cotidianeidad, y que está implicando la maternidad forzada hasta en niñas de diez años”.

En Nicaragua, incluso estas jóvenes víctimas son forzadas a dar a luz independiente de los riesgos sanitarios. Cualquier tipo de aborto es ilegal y la niña y el médico penado por la ley si el embarazo se interrumpe. Tal política se remonta a 2006 y se ha mantenido por el gobierno de Ortega con estrechos vínculos con la Iglesia Católica.