Almagro advierte a Ortega que OEA puede invocar Carta Democrática

Luis Almagro, secretario general de la OEA.

HAVANA TIMES – El secretario general de la OEA, Luis Almagro, dijo el viernes que la violación de derechos humanos en Nicaragua es “totalmente incompatible con la democracia” y advirtió que “la continuidad de las políticas represivas” obligará a recurrir al artículo 20 de la Carta Democrática Interamericana, reportó dpa.

Almagro habló en Washington durante una sesión extraordinaria del consejo permanente de la Organización de Estados Americanos que analizó la grave crisis social y política en Nicaragua, donde desde abril pasado se contabilizan cientos de muertos, miles de heridos y centenares de detenidos.

“La continuidad de las políticas represivas (por parte del Gobierno de Nicaragua) obligará a recurrir al artículo 20 de la Carta Democrática Interamericana”, dijo Almagro tras condenar “la violación a los derechos humanos, la represión (y) la tortura”.

“Hoy sucede algo terrible en Nicaragua, ya es demasiada la sangre derramada. Llegó la hora de exigir, reclamar, solicitar, demandar que se detenga el actual momento de violencia”, afirmó.

Señaló que “cuando en un país hay violación de derechos humanos, uso de la violencia por parte del Gobierno y de grupos afines, y muertes al por mayor, ya no se trata de hechos coyunturales”.

“Cuando se produce este cóctel criminal estamos ante la caída del estado de derecho y se ingresó en un ataque contra el ser humano totalmente incompatible con la democracia”, advirtió Almagro.

El artículo 20 de la Carta Democrática de la OEA establece que ante una alteración del orden constitucional que afecte gravemente el orden democrático en un país, el secretario general o a cualquier Estado miembro puede solicitar se convoque al consejo permanente y/o a la asamblea general, y realizar “gestiones diplomáticas” que ayuden a resolver la situación.

Luis Alvarado, representante del presidente Daniel Ortega, calificó la declaración de Almagro de un acto de “injerencismo”. “Si alguna fidelidad tiene usted es al imperio”, le dijo al secretario general de la OEA.

Según Alvarado, sobre Nicaragua “se cierne una conspiración internacional para intentar un nuevo golpe de Estado” como el que supuestamente ocurrió a partir de las protestas sociales de abril.

También tildó de “injerencistas” al presidente del consejo permanente y al secretario ejecutivo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Paulo Abrao, que al iniciar la sesión presentó un informe actualizado sobre la situación de Nicaragua.

Según la CIDH, la violenta acción de la Policía y paramilitares sobre los manifestantes ha dejado en seis meses 325 muertos, más de 2.000 personas heridas, al menos 300 encarceladas y más de 23.000 refugiadas en Costa Rica.

“La comisión ha observado en las últimas semanas un creciente deterioro del estado de Derecho” en Nicaragua, expresó Abrao tras enumerar recientes acciones del Gobierno, entre las que mencionó capturas selectivas y amenazas a manifestantes, defensores de derechos humanos y periodistas.

“La CIDH exhorta al Gobierno de Nicaragua a que reanude el diálogo a la brevedad”, afirmó Abrao. Aclaró que el país espera “un diálogo claro, efectivo y sin represión”.

El representante de Nicaragua calificó el informe de la CIDH de “tendencioso y falaz” y sostuvo que la CIDH “pretende constituirse en un tribunal de alzada (pero) funciona como una ONG más de los grupos que intentan darle un golpe de Estado” a Ortega.

El informe fue apoyado por los representantes de Estados Unidos, Perú, Paraguay, Costa Rica, Panamá, Chile, Canadá, México, Argentina y Ecuador, que instaron a Ortega a dialogar con la oposición y a “respetar y hacer respetar el derecho legítimo a la protesta ciudadana”.

Solamente la representante de Venezuela defendió la posición de Nicaragua y denunció un “intento de derrocar (a Ortega) desde el exterior”.

El embajador de Estados Unidos, Carlos Trujillo, expresó su “condena más firme contra los ataques y la detención de manifestantes pacíficos por parte del presidente Ortega y sus fuerzas”.

“Nos unimos a los países del Mercosur y a Costa Rica, y llamamos a Ortega a que cese la violencia”, dijo. También demandó la liberación de todos los detenidos y la realización de “elecciones libres como único camino para la democracia en Nicaragua”.

Lo ocurrido en la OEA no motivó declaración alguna del Gobierno en Managua, pero el empresario Juan Sebastián Chamorro, miembro de la opositora coalición Unidad Azul y Blanco (UNAB), instó a Ortega a apoyar una salida concertada a la crisis.

Por su parte, el ex embajador en Holanda, Bosco Matamoros, descartó que las palabras de Almagro deriven en sanciones inmediatas de la OEA sobre Nicaragua, pero “deben ser vistas por el Gobierno como una oportunidad regresar al diálogo y resolver” el conflicto.