Alerta por aumento del tabaquismo entre jóvenes cubanos
Por Pilar Montes
HAVANA TIMES — Alarmantes estadísticas se publican hoy en el órgano oficial cubano ‘Granma’ por la prevalencia del tabaquismo entre adolescentes cubanos.
Según datos del Ministerio de Salud Pública de Cuba, cada día fallecen 36 cubanos por causas atribuibles al tabaquismo y uno de cada diez adolescentes entre los 13 y 15 años es un fumador activo.
Jóvenes encuestados de ambos sexos son del criterio que fumar los hace lucir más atractivos, por lo que se teme que vaya en aumento esta adicción desde las edades más tempranas.
El 31 de mayo se conmemora el Día Mundial Sin Fumar. La campaña este año en Cuba pone énfasis en favor del derecho a respirar aire puro y a tomar conciencia sobre la carga económica que representa para el país este nocivo hábito.
Investigaciones internacionales han demostrado que de los cuatro mil productos químicos conocidos que están presentes en el humo del tabaco, unos 200 son nocivos para el ser humano y más de 50 son cancerígenos.
Entre el año 2008 y el 2012 los indicadores muestran un descenso en la cantidad de cigarrillos consumidos, pero en 2014 el número había vuelto a aumentar hasta casi el mismo nivel de seis años atrás.
Las enfermedades cuyo tratamiento demanda más recursos del sistema de salud en Cuba son las asociadas al tabaquismo, como cáncer de pulmón, boca, faringe, esófago, estómago, páncreas, cérvico-uterino, renal y vesícula. Asimismo todas las enfermedades vinculadas al sistema respiratorio, al circulatorio y corazón, embolias y accidentes cardio y cerebro-vasculares, sobre todo en mujeres que fuman y toman anticonceptivos.
En el contexto internacional, Cuba ocupa el cuarto lugar en la prevalencia de fumadores en América Latina, sólo superada por Chile, Bolivia y Uruguay.
Para proteger al 54 por ciento de las familias expuestas al humo del tabaco ajeno, las autoridades sanitarias, legislativas y del Consejo de Ministros, han puesto en vigor una docena de regulaciones, decretos y leyes que prohíben fumar en lugares públicos cerrados, en el transporte de pasajeros, en escuelas y en las instalaciones deportivas, entre otras.
Sólo el convencimiento propio del fumador, ayudado por la coerción social y en cierta medida, las campañas en contra del tabaquismo podrán contribuir a desalentar esta adicción.
Yo puedo dar fe de lo anterior, porque dejé el cigarro al enfrentar una afección, aunque no mortal, sí provocada por el hábito de fumar.
Admito con decepción que entre los miles de fumadores con los cuales he debido compartir algún espacio a lo largo de mi vida, destacan los cubanos como los más desconsiderados hacia la salud y derechos de los demás.
Coincido contigo Isidro, pero gran parte de la culpa es de quienes tienen que hacer cumplir la ley. El valor social de una ley pierde todo sentido si no se hace cumplir y eso sucede en el pais no solo con el fumar. Ademas, es asombroso encontrar hoy en dia una propaganda a favor del cigarrillo en un pais donde no habia propaganda de ningun tipo tiempo atras. Es un comienzo torcido.