Alan Gross pide en Corte Apelaciones poder demandar a gobierno EEUU

HAVANA TIMES (dpa) — El abogado de Alan Gross, el agente estadounidense condenado en Cuba a 15 años de prisión, apeló hoy en Estados Unidos la decisión de un juez federal y pidió que se le permita a su cliente demandar en los tribunales al gobierno de Estados Unidos por su encarcelamiento en la isla.

Los abogados de ambas partes comparecieron hoy en Washington ante un panel de tres jueces en la Corte de Apelaciones de Estados Unidos del Circuito del Distrito de Columbia y explicaron sus argumentos. Todavía no hay fecha para el anuncio de la decisión de los jueces sobre el caso.

A la salida de la audiencia, Barry Buchman, abogado de Gross, se mostró confiado en que los jueces den la razón a su cliente. Pero se negó a comentar los detalles del caso y tampoco quiso hablar sobre el estado de salud de Gross.

Alan Gross y su mujer, Judith, demandaron en 2012 por 60 millones de dólares al gobierno de Estados Unidos y a Development Alternatives (DAI), la empresa para la que trabajaba el contratista en el momento de ser detenido en 2009 por las autoridades cubanas.

Los Gross argumentaron entonces que ni DAI ni el gobierno estadounidense le habían dado al subcontratista la instrucción adecuada ni le habían advertido con antelación sobre los peligros que acarreaban el proyecto que le habían asignado hacer en Cuba.

Development Alternatives tenía una subcontrata de la agencia de desarrollo estadounidense USAID.

Según los Gross, ni DAI ni USAID habían hecho nada al respecto cuando Gross se mostró preocupado sobre los riesgos que acarreaba el proyecto que estaba realizando en Cuba.

Los abogados de la familia Gross argumentan que como consecuencia de su encarcelamiento, la salud fisica y mental del subcontratista se ha deteriorado considerablemente y que la familia ha perdido su principal fuente de ingresos.

La familia Gross y Development Alternatives llegaron a un acuerdo en mayo de 2013 por una cantidad no revelada.

Este mismo mes, un juez federal desestimó la demanda presentada por la familia Gross contra el gobierno estadounidense al considerar que la ley federal impide a los ciudadanos estadounidenses establecer demandas legales contra el gobierno de Estados Unidos, basadas en las lesiones sufridas por ellos en países extranjeros.

La familia decidió presentar una apelación ante el Tribunal de Apelaciones de Estados Unidos.

Alan Gross, de 65 años, fue detenido en diciembre de 2009 en La Habana tras llevar a la isla sofisticados equipos de telecomunicación prohibidos por las autoridades cubanas, presuntamente para entregárselos a opositores políticos del castrismo.

Un tribunal cubano lo condenó después a 15 años de cárcel por acusaciones de fomentar «actos contra la integridad» del Estado.

Gross, que trabajaba como subcontratista de la agencia de desarrollo estadounidense USAID, niega los cargos y señala que los equipos estaban destinados a facilitar el acceso a Internet a la comunidad judía en Cuba.

La familia de Alan Gross teme que la vida del contratista corra peligro, debido al fuerte deterioro de su salud física y emocional como consecuencia de su encarcelamiento en Cuba y tras la muerte en junio de su madre, a la que estaba muy unido.