Activistas contra el zoosadismo en Cuba
Por Irina Echarry
HAVANA TIMES – Activistas y protectores de animales se reunieron el sábado 19 de enero, en San Miguel del Padrón, municipio periférico de la capital cubana, para protestar contra el zoosadismo.
El grupo Apoyando y Transitando Animales Callejeros (ATAC) convocó a una campaña de desparasitación gratuita, en un parque del reparto Monterrey.
Se reunieron más de 20 personas para ayudar en la captura de los animales callejeros, pegar carteles, vacunar o bañar con medicamentos a los necesitados, así como conversar con los vecinos sobre el maltrato animal y generar conciencia en la población.
Autoridades locales se acercaron a indagar lo que sucedía, y el vicepresidente del Gobierno ordenó interrumpir la actividad por falta de permisos. La idea inicial era hacer la campaña durante tres semanas.
El procedimiento para la obtención de permisos deberá realizarse directamente con la entidad gubernamental, no con el Ministerio de Salud Pública, aunque este cuente con un departamento de Higiene y Epidemiología con funciones bien delimitadas como la vacunación antirrábica y el combate a enfermedades infecciosas.
El lugar fue escogido por la proximidad a la casa de Rubén Marrero Pernas, el zoosádico descubierto hace meses y expulsado del Centro de Neurociencias donde trabajaba.
Luego de las denuncias, fue detenido y alejado de sus perros, a quienes torturaba y violaba. Sin embargo, a pesar de las pruebas documentales publicadas en Internet, Marrero Pernas fue puesto en libertad, y los vecinos aseguran que sigue relacionándose con otros perros.
Desde hace años, activistas del país reclaman una Ley de protección animal. En 1988, Aniplant, única organización legal en Cuba, presentó por primera vez un proyecto de ley, que ha repetido en tres ocasiones, sin obtener la respuesta deseada.
Cada vez surgen más grupos independientes que presionan para lograr la ley y recogen firmas para presentarlas en la Asamblea Nacional.
En la reciente consulta popular sobre el nuevo Proyecto de Constitución, muchas voces se alzaron a favor de la inclusión de un artículo que dejara explícitamente registrado que el Estado reconoce a los animales como seres que sienten y considera su maltrato como delito. Las opiniones no fueron tomadas en cuenta.