A partir de hoy Cuba tiene un primer ministro para compartir el poder
HAVANA TIMES – La Asamblea Nacional cubana ha designado este sábado a Manuel Marrero Cruz primer ministro del país caribeño, en un proceso histórico por el que se instaura la figura de primer ministro tras décadas de presidencialismo.
Marrero ha sido elegido a propuesta del presidente Miguel Díaz-Canel, y su candidatura recibió el respaldo unánime del Parlamento, reunido en el salón plenario del Palacio de Convenciones de La Habana.
Es costumbre en Cuba que todos los legisladores apoyan cualquier propuesta del ejecutivo.
Arquitecto de profesión, se hizo conocido dentro de la corporación de turismo Gaviota dirigida por militares antes de convertirse en ministro de turismo en 2004.
Fidel Castro fue primer ministro hasta 1976, cuando se abolió el cargo, y el líder icónico se convirtió en presidente y jefe del partido comunista. Fidel murió en 2016, una década después de ceder el poder a su hermano Raúl.
A pesar de los cambios, la esencia del sistema político permanece intacta. Es un sistema de un solo partido en el que el Partido Comunista presenta a todos los candidatos parlamentarios a través de sus comités de nominaciones.
La principal diferencia es que ahora Raúl Castro, Miguel Díaz Canel y Manuel Marrero compartirán las responsabilidades anteriormente todas bajo Fidel.
El primer ministro, nadie presenta un proyecto por el cual fue elegido por el pueblo, el pueblo no elige ni hay tal proyecto solo la palabra pueblo resiste, pueblo joderte, hemos vuelto a los años 50 el poder no está centralizado pero no funciona y no es por el bloqueo externo es por el interno en las mente de los que se reparten el poder que cara de felicidad tienen.
Como dicen por ahí, es solo distribución de responsabilidades no del poder, de tareas de gobierno, simple nomenclatura, la esencia despótica es la misma. Además la figura del primer ministro no es autónoma en ningún grado como en otros sistemas políticos, ni se deriva del parlamento, es un secretario de confianza para que el presidente delegue.