Se llevan de Nicaragua al obispo Silvio Báez por “razones políticas”

Silvio Baez (der) con el cardenal Leopoldo Brenes (izq). Foto: Carlos Herrera / Confidencial

 

Retiro de Báez, después de campaña oficial en su contra, provoca desconcierto en el clero

Atribuyen “exilio forzado” del obispo a intereses de la diplomacia del Vaticano en su estrategia de mediación con la dictadura

 

Wilfredo Miranda Aburto / Juan Carlos Bow  (Confidencial)

HAVANA TIMES – El traslado de monseñor Silvio José Báez a Roma, por una decisión expresa del papa Francisco, provocó sorpresa y desconcierto entre los sacerdotes de la Arquidiócesis de Managua, que fueron consultados por Confidencial.

Estamos “impactados y sorprendidos” por la decisión del Pontífice de removerlo del país, dijo a Confidencial un sacerdote. El religioso explicó que los sacerdotes esperaban otra noticia: el anuncio del nuevo obispo de León, ya que a monseñor Bosco Vivas se le vencieron en noviembre los dos años extras que el papa le autorizó para seguir al frente de esa diócesis.

“A nivel de clero, de sacerdotes, muchos coincidimos en la teoría de que se lo llevan por política. Quizás muchos estamos pensando tal vez un poco mal, pero llegamos a la conclusión de que el Gobierno le pidió al Nuncio eso. No encontramos otra manera de entenderlo”, dijo un miembro del clero que es cercano a la Conferencia Episcopal. “No es una información fiel, pero es algo que intuimos los sacerdotes”.

El cura dijo que les “parece curioso” que el Papa Francisco haya decidido llevarse a Báez “en el contexto de las negociaciones actuales”, en las que el Nuncio es uno de los mediadores y testigos internacionales del INCAE.

“Si el papa ha querido retirar a monseñor Silvio, lo hubiera hecho desde hace rato. Porque Monseñor hasta se ha callado un poco. Es muy extraño que sea en este contexto de negociación. Vos sabes cómo se maneja la diplomacia. La verdad es que no sabemos cómo terminar de entender esto”, refirió el sacerdote. “¿Cómo se nos van a llevar a Monseñor Silvio si es un referente importante de un pastor que está del lado de su pueblo. Nos vemos reflejados en su persona”, lamentó el cura.

Por su parte, monseñor Miguel Mántica comentó en su cuenta de Twitter: “Querido Mons. Silvio, nos duele que tengas que irte. Que la fuerza del Espíritu te acompañe y tu misión en Roma. Te vamos a echar mucho en falta”.

Y el obispo de Matagalpa, monseñor Rolando Álvarez, escribió: “Quiero reiterar mi cariño a mi buen amigo, Mons. Silvio Báez y mis sencillas oraciones, en esta nueva etapa de su ministerio, a la que el Señor lo ha llamado”.

¿Evitar elementos de fricción?

La historiadora y exguerrillera sandinista, Dora María Téllez, analiza el traslado de monseñor Báez a Roma como una persona ajena a la iglesia católica. Téllez considera que la decisión papal puede responder tanto a razones pastorales como políticas del Estado de El Vaticano.

Aunque no encuentra mucha lógica en sacar a monseñor Báez del país por razones pastorales, tomando en cuenta su popularidad en Nicaragua, cree que el Papa Francisco sí lo pudo haber hecho “para proteger su vida”.

“El (Báez) tiene un voto de obediencia al Papa como todo sacerdote. Si el papa dice que se tiene que ir, se va. Aunque no es razonable llevarte al obispo más querido en condiciones en las que la iglesia sabe que ha estado perdiendo terreno frente a la iglesia evangélica en Latinoamérica y Nicaragua”, dijo Téllez, una de las fundadoras del Movimiento Renovador Sandinista.

Téllez tampoco descarta que las razones diplomáticas y políticas de El Vaticano hayan pesado en el traslado a Roma del obispo Auxiliar de Managua, y resaltó el papel principal de testigo y acompañante de la Santa Sede a través del nuncio.

“A lo mejor el delegado del Papa (el nuncio) o el delegado de Estado de El Vaticano consideran retirar ‘elementos de fricción’ con el régimen de Ortega a cambio de algo, porque El Vaticano debe negociar algo y no va a retirar sus piezas así por así. Esa es una posibilidad”, analizó Téllez.

La historiadora también señaló que el Papa Francisco “no ha sido categórico” en “calificar las violaciones de derechos humanos cometidas por el gobierno” en sus declaraciones sobre Nicaragua. “Quizás esto había permitido que el nuncio esté en la posición que está”, estimó Téllez, quien no descarta que Sommertag tenga “como persona su propio énfasis” sobre la crisis.

¿Razones de Estado?

Fuentes vinculadas a la iglesia católica dudan que el traslado del obispo Silvio Báez responda meramente a “razones pastorales”, ya que el movimiento ocurrió cuando la diplomacia vaticana está volcada en que la segunda edición del diálogo nacional dé resultados positivos, pese a que se encuentra suspendido desde hace una semana ante la falta de acuerdos en el tema de justicia y democracia.

El nuncio Waldemar Stanislaw Sommertag es uno de los testigos del diálogo del INCAE, junto a la Secretaría General de la Organización de Estados Americanos (OEA). Además, antes de la instalación de este segundo diálogo en el INCAE, el nuncio era el único interlocutor con el régimen, luego de que el mismo comandante Ortega desacreditara a los obispos como mediadores.

De acuerdo a las fuente, la misión de Sommertag en Nicaragua es conseguir “a como de lugar” acuerdo entre las partes para solucionar la crisis nicaragüense, y revalidar la efectividad de la diplomacia vaticana, lastrada por su mediación en el diálogo de Venezuela, en el que Nicolás Maduro “la usó para ganar tiempo”.

En ese sentido, la fuente aseguró que que el gobierno le habria insistido al nuncio que el obispo Báez es “un obstáculo para las negociaciones”.  “Sacar a Báez de circulación se lo ha pedido el gobierno al nuncio, y el Papa le ha hecho caso al nuncio”, insistió.

Báez ha sido el obispo más beligerante en denunciar la represión de la dictadura, y, recientemente, criticó el incumplimiento del régimen de los acuerdos firmados en el INCAE, cuando menos de 24 horas después la policía reprimió una protesta pacífica. “No es a unos acuerdos a los que irrespetan, sino a personas humanas; no son negociaciones las que se entorpecen sino el futuro del país”, escribió Báez en su cuenta de Twitter el 30 de marzo.

Las salida del obispo Báez ha sido antecedida por una virulenta campaña de ataques del régimen en su contra.  El mismo comandante Ortega lo llamó sin atreverse a nombrarlo “bravucón”, mientras en los medios oficiales lo acusan de “golpista”, “asesino”, de “instigador de la violencia”, y piden “cárcel” para él, e incluso manipularon audios para endilgarle delitos.

En octubre pasado el gobierno promovió, utilizando el nombre de una comunidad católica de base que controlan, una carta “respaldada por miles de firmas”, que le fue entregada al nuncio para que se la hiciera llegar al Papa Francisco. En la misiva pedían subrepticiamente que lo retirara como obispo del país.

Poderes fácticos no inciden en la Santa Sede

Sin embargo, Félix Maradiaga, director del Instituto de Estudios Estratégicos y Políticas Públicas (IEEPP) en el exilio, no cree que “los poderes fácticos de Nicaragua” puedan influir en las decisiones de la Santa Sede.

“Seria exagerado eso. Es más una intención (de Francisco) de proteger la brillante carrera de uno de los líderes católicos más prometedores de América Latina y del mundo hispano”, afirmó Maradiaga en el programa Esta Noche.

Maradiaga admitió que su salida es una pérdida para la iglesia y para el país, pero ponderó la importancia de monseñor Báez en el mundo vaticano. “Hay que ver su rol en la Comisión de traducción Bíblica y en las Sociedades Bíblicas Unidas. Se habla muy poco del peso más global de monseñor Báez en la iglesia. Eso es lo que protege el papa Francisco, además de la integridad física de monseñor”, sostuvo el director del IEEPP, que resaltó que el obispo auxiliar de Managua “asumió riesgos bastantes altos” ante la crisis del país.

Báez informó que el Papa Francisco decidió trasladarlo a Roma “por un tiempo indeterminado”. El prelado insistió que él no insistió en salir de Nicaragua. “Esta decisión de que yo abandone Nicaragua es una responsabilidad del Santo Padre”, remarcó el obispo auxiliar de Managua, quien luego confirmó que existió un “plan de asesinato” en su contra, tal como había adelantado la exembajadora de Estados Unidos en Nicaragua, Laura Dogu, hace unas semanas.

Nicaragüenses: “Exilio forzado”

La próxima salida del obispo auxiliar de Managua generó una ola de pesar y solidaridad entre los nicaragüenses y extranjeros, quienes a través de las redes sociales lamentaron la decisión papal y la calificaron de un “exilio forzado”.

El laureado escritor nicaragüense, Sergio Ramírez, escribió en Twitter que la salida del obispo es un “exilio forzado” y un “duro golpe a la lucha por la democracia en Nicaragua”.

El periodista Carlos Fernando Chamorro, director de Confidencial, se solidarizó con Báez, y escribió en Twitter que el traslado del prelado “representa un gran desafío para los obispos de la CEN”, para mantener la voz profética de la Iglesia y no callar.

Erika Guevara-Rosas, directora de Amnistía Internacional para las Américas, destacó en Twitter que donde esté Báez “continuará siendo una de las voces más legítimas y éticas en la defensa de los derechos humanos del pueblo Nicaragüense”.

Xiskya, conocida como la monja tuitera, sugirió crear la etiqueta #SilvioAmigoNicaraguaContigo para expresar el amor y apoyo al obispo Báez.

El politólogo Félix Maradiaga indicó también en Twitter que la salida del prelado “es una gran pérdida para el pueblo nicaragüense, al irse físicamente uno de los pastores con la voz profética más valiente y creíble en Nicaragua”.