‘Protestas exprés’ retan al estado policial implantado por la dictadura

Mientras Ortega hace promesas en el diálogo, en la calle sigue reprimiendo

En varias ciudades del país ciudadanos salieron a las calles, por dos horas, para exigir la liberación de los presos políticos

 

By Wilfredo Miranda Aburto  (Confidencial)

HAVANA TIMES – Decenas de protestas relámpagos protagonizadas por ciudadanos ataviados de azul y blanco este sábado retaron al estado policíaco, que otra vez intentó acallar la protesta pacífica en contra de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo.

Contrario al sábado pasado, cuando 161 ciudadanos fueron detenidos por los policías, esta vez la manifestación no se centró en un solo punto. La Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB) convocó a “protestas exprés o relámpago” en diferentes puntos de Managua.

Pese a que la policía desplegó a sus efectivos antimotines en Managua, los ciudadanos lograron burlar la pretensión de censurar la expresión cívica en las calles. Se registraron “piquetes” de protestas en diferentes puntos de la capital: En las inmediaciones del Mercado Iván Montenegro, Bello Horizonte, Santo Domingo, Las Colinas, Club Terraza, y en los centros comerciales Galerías Santo Domingo y Metrocentro.

La UNAB también reportó que hubo manifestaciones en las ciudades de Matagalpa, León, Chinandega, Granada, Rivas y Bluefields.

Los ciudadanos salieron a las calles para protestar contra el régimen Ortega-Murillo. Carlos Herrera | Confidencial.

Como hace una semana, fue en Metrocentro donde más personas se concentraron. Desde las dos de la tarde comenzaron a llegar los ciudadanos y desplegaron sus banderas de Nicaragua en el parqueo del centro comercial. De inmediato, centenares de antimotines rodearon el edificio.

El comisionado Juan Valle Valle fue el encargado de dirigir el acoso contra los ciudadanos resguardados en Metrocentro. Previo al despliegue de las tropas policiales en Managua, la Policía emitió un comunicado amenazando de “levantar cargos” contra quienes “alteren el orden público.

“La Policía cumple su deber constitucional de garantizar la seguridad y tranquilidad ciudadana, así como establecer responsabilidades y cargos contra quienes pretendan alterar la paz y la convivencia propia de nuestro pueblo, de nuestra cultura y tradición”, advertía el comunicado policial.

Pese a la amenaza de la institución policial sumisa al dictado de la dictadura Ortega-Murillo, los “piquetes exprés” duraron más de dos horas en Managua. “Daniel, genocida, queremos tu salida”, coreaban los manifestantes en Metrocentro. Los policías amenazaban con sus rifles desde la calle, al otro lado del muro del centro comercial, a los ciudadanos.

Violeta Granera, integrante de la UNAB, calificó los “piquetes exprés” de “altamente positivos”, porque, pese a la expresa prohibición de la Policía, “la ciudadanía demostró que la dictadura ha perdido cualquier autoridad para reprimir el ejercicio de los derechos ciudadanos”. “El pueblo de Nicaragua sigue movilizado y determinado a desafiar al poder de Ortega”, dijo Granera a Confidencial.

Las protestas pacíficas, denominadas “A La Calle”, son parte de la convocatoria de la UNAB de retomar la protesta ciudadana en las calles “hasta que se vaya el régimen”. “Viva Nicaragua”, “¿Cuál es la ruta?, que se vaya el hijo de puta”, “¡Qué se rinda tu madre!”, “¿Qué es lo que quiere la gente?, que se vaya el delincuente”, ¡De que se van, se van”, “El pueblo unido, jamás será vencido”, gritaban entre otras consignas los manifestantes. Los “piquetes exprés” también abogaron por la liberación de los 760 presos políticos que mantiene el régimen.

Dictadura contradictoria en el diálogo y la calle

La represión policial continua inamovible pese a que la dictadura de Daniel Ortega se ha comprometido en la mesa de diálogo –ante el nuncio vaticano, la Organización de Estados Americanos y la Alianza Cívica — a liberar a todos los presos políticos y a discutir el “fortalecer los derechos y garantías ciudadanas”.

“Es absolutamente contradictorio que Ortega hable de negociación mientras sigue reprimiendo. Yo creo que la Alianza debe evaluar a la luz de estos hechos la verdadera disponibilidad de Ortega a negociar. Y actuar en consecuencia y con firmeza”, recomendó Granera.

De acuerdo a la dirigente de la UNAB, el país requiere una “salida de la dictadura sin mayores traumas”. “Sería muy grave que la ciudadanía pierda la confianza en este proceso de diálogo. Yo quisiera mayor firmeza. Si Ortega no respeta las libertades y los derechos humanos ya, no podemos y tenemos porque esperar que tanga voluntad de respetar ningún acuerdo”, aseguró Granera.

La agenda de la negociación del INCAE prevé para este lunes empezar a discutir “los derechos y garantías ciudadanas”, de acuerdo a José Pallais, integrante de la comitiva opositora. Según él, para la Alianza este es un tema prioritario, pero por ahora el régimen no ha demostrado muestras de buena voluntad con la policía en las calles reprimiendo a la ciudadanía.