La conjura de los grandes empresarios en Nicaragua

“A los grandes empresarios solo les interesa contener el agravamiento de la crisis económica, y nunca estuvieron interesados en la caída de Ortega”

Miembros del COSEP en un acto de la institución.  Foto: Carlos Herrera / Confidencial

By Julio López Campos  (Confidencial)

HAVANA TIMES – A mitad de febrero, los grandes banqueros y los principales representantes del capital llamados “Consejeros del COSEP”, se reunieron en privado con Daniel, y ambos se pusieron de acuerdo en reiniciar las negociaciones.

Todo esto lo comentaron y anunciaron públicamente. Los grandes empresarios recompusieron y escogieron el personal de la mesa de negociación para fortalecer la defensa de sus intereses. Daniel hizo lo suyo nombrando a sus representantes.

Así, una vez recibidas las orientaciones, el 27 de febrero se reinició el Diálogo parte II; es decir todo ocurrió por acuerdo privado del ‘dueño’ del estado nicaragüense y de los dueños del capital. Esta vez, sin embargo, habría que agregar la venia del gobierno norteamericano y el interesado cabildeo del Nuncio Apostólico. Prudente, experimentada y conocedora de su redil, la Conferencia Episcopal se hizo a un lado al comprobar la naturaleza del acto.

No perdamos tiempo y espacio con análisis sofisticados. Les invito a considerar de manera práctica y directa los logros alcanzados por las negociaciones entre los grandes empresarios, y la dictadura. Veamos.

  1. ¿Cuántos de nuestros prisioneros políticos han sido puestos en libertad? Es decir, liberados sin condiciones (casa por cárcel no es libertad), y sus causas y acusaciones arbitrarias declaradas nulas. Ninguno.
  2. ¿En cuántas ocasiones las agrupaciones integrantes de la Alianza Cívica han cumplido su palabra de no volver a sentarse con la dictadura mientras las y los presos políticos no sean liberados? Ninguna.
  3. ¿Cuantos días han transcurrido en el país sin represión, secuestros y amenazas sobre la ciudadanía? Ninguno.
  4. ¿Cuantas manifestaciones y expresiones de la ciudadanía reclamando sus derechos de manera cívica en las calles se han podido realizar sin toda clase de represión? Ninguna.
  5. ¿Cuantos periodistas han sido liberados? Ninguno.
  6. ¿Cuantos medios de comunicación independientes han sido restablecidos y/o las materias primas para su funcionamiento entregadas? Ninguno.
  7. ¿Cuantos miles de ciudadanas y ciudadanos exiliados forzosamente por la persecución han regresado al país con sus derechos plenos garantizados? Ninguno.
  8. ¿Cuál es la modalidad acordada para el cambio total de los magistrados eternos del Consejo Supremo Electoral junto a una reforma electoral profunda? Ninguna.
  9. ¿Cuál es la modalidad acordada para hacer conocer la verdad, hacer justicia y llevar a los tribunales a los culpables de los crímenes y la represión? Ninguna.
  10. ¿Qué medidas o reformas se han acordado para compensar a las víctimas, y para que hayan garantías de que nunca más se repetirá la descarnada represión contra la población? Ninguna.
  11. ¿Cuál es la fecha acordada para el retorno al país de la CIDH y el MESENI? Ninguna.
  12. ¿Cuantos jefes policiales han sido encarcelados o al menos removidos de sus cargos? Ninguno.
  13. ¿Cuantos paramilitares han sido desarmados y encarcelados? Ninguno.
  14. ¿Cuantas personerías jurídicas canceladas y bienes confiscados ilegalmente han sido regresados a los organismos no gubernamentales? Ninguno.
  15. ¿Cuantas recomendaciones y exigencias de la comunidad internacional han sido atendidas por el Régimen Ortega-Murillo? Ninguna.
  16. ¿Cuántos de los pocos acuerdos firmados por el gobierno han sido cumplidos? Ninguno.
  17. ¿Cuál es la fecha establecida para la salida de Daniel Ortega y Rosario Murillo del poder o por lo menos para el adelanto de las elecciones? Ninguna.
  18. En esta segunda fase del diálogo, ¿cuántas veces ha llamado a paros el sector empresarial para apoyar la resistencia popular y ejercer presión sobre el gobierno? Ninguna.

Las conclusiones son obvias: el Gobierno, con el consentimiento de los Consejeros del COSEP, es decir, los grandes capitales, ha ganado un tiempo estratégico, vital, para seguir estrangulando la resistencia popular hasta volverla casi inexistente.

Pero hay algo más, Daniel ha prácticamente completado el proceso de fortalecimiento de la Policía Nacional y sus fuerzas de choque, rearmándolos, dotándolos de presupuestos, medios y recursos humanos, adiestrado militarmente sus cuerpos principales, para aplastar cualquier  nuevo intento de insubordinación del pueblo. Ortega ha conseguido esto gracias al tiempo y credibilidad que le otorga esta mesa de negociación, sin conceder nada a cambio.

Ortega viene cooptando poco a poco a los personeros del gran capital, pulverizando cualquier pretensión de resistencia del empresariado, minando las voces empresariales (de pequeños y mediados sectores) que empujaban por una mayor firmeza. Ha aprisionado a sus representantes en la telaraña del diálogo, las reuniones y los testigos; ha explotado la falta de consistencia de los primeros  derivadas de su nula representatividad y liderazgo popular.

En pocas palabras más allá de la presión externa e internacional, que sí resiente el régimen y que actúa independiente y desde fuera de la mesa del dialogo, la correlación de fuerzas internas luce por ahora en favor de la dictadura.

De nuevo  debe quedar  claro que a los grandes empresarios solo les interesa  contener el agravamiento de la crisis económica, y que nunca estuvieron interesados en la caída de la dictadura. Les importa sus riales, no la democracia. Quieren un arreglo, aunque sea un mal acuerdo, pero no la justicia. Como dijo el obispo Báez el pueblo debe “fiscalizar la negociación”

Los ciudadanos estamos comprometidos con el enorme sacrifico del pueblo. Con sus muertos, con el sufrimiento de los presos, con los miles en exilio forzoso, con los desempleados, con la juventud perseguida, con los derechos negados al pueblo. Tanto sacrificio no puede, ni debe ser entregado como ofrenda al dictador  en esa mesa de negociación.