Tesoro escondido revela dilema de la abundancia

Por Ranjit Devraj

HAVANA TIMES, 19 julio (IPS) — El descubrimiento de que los tesoros que yacen en las bóvedas de un antiguo templo de India pueden valer más de 25.000 millones de dólares genera preguntas sobre a quién pertenece la vasta riqueza que poseen los sitios sagrados de este país.

Cuando cinco de las seis bóvedas del templo de Padmanabhaswamy, que data del siglo XVIII, se abrieron el 27 de junio por orden de la Suprema Corte de India, los funcionarios quedaron anonadados ante los sacos de diamantes, coronas con incrustaciones de piedras preciosas y cofres desbordantes de monedas de oro.

El templo, ubicado en la capital del sudoccidental estado de Kerala, ahora es el más rico del país, superando en riqueza al popular templo Balaji de Tirupati, en el sudoriental Andhra Pradesh, que entre otros bienes posee 3.000 kilogramos de oro.

Se cree que una de las bóvedas del templo de Padmanabhaswamy, que no pudo abrirse a causa de un complicado mecanismo de cerrojos, contiene la mayor parte de los tesoros depositados allí por los gobernantes del ex estado principesco de Travancore.

Al conocerse el grado de la riqueza allí encerrada se ha iniciado la controversia en torno a quiénes son sus propietarios.

¿Pertenece a la familia real que gobernó el ahora extinto reino de Travancore o al sucesor estado de Kerala? ¿O acaso a una fundación creada por los ex gobernantes cuando finalizó el régimen colonial británico, en 1947, dando paso a la unión de estados que se convirtió en la república india?

Considerando que dos de las bóvedas se abrieron por última vez hace 140 años, ¿tendrá alguna influencia el Relevamiento Arqueológico de India, que puede argumentar que el tesoro en cuestión tiene más de un siglo?

Seema Alavi, profesora de historia medieval en la Universidad de Nueva Delhi, dijo a IPS que una solución sería albergar los mejores objetos -coronas incrustadas con gemas e ídolos de oro sólido, entre otros-en un museo.

“Kerala tiene una larga historia de comercio marítimo con los países de Medio Oriente y con Occidente, y las monedas acumuladas son una señal del alcance del comercio”, dijo Alavi, refiriéndose a los ducados venecianos del siglo VII y a otras rarezas numismáticas contenidas en los cofres.

Alavi dijo que el tesoro era claramente parte del patrimonio del pueblo de Kerala y de India.

“Sería práctico que parte de la riqueza se invierta en el bienestar de la población, pero esto es algo que debe decidir la Suprema Corte, porque obviamente esto involucra cuestiones constitucionales”, señaló Alavi, autora de “The Eighteenth Century in India” (El siglo XVIII en India) y otras publicaciones.

El asunto fue llevado a la Suprema Corte por el actual jefe de la familia real de Travancore, Uthradam Thirunal Marthanda Varma, luego de que la Suprema Corte de Kerala pidió al gobierno estadual que tomara el control del templo como sucesor político de la familia real tras la independencia.

Aunque constitucionalmente India es un país secular, mediante una serie de legislaciones el estado indio tomó el control de los principales templos hindúes y traspasó su administración a los círculos oficiales.

El control que varias familias reales ejercieron sobre los templos cesó luego de 1971, cuando India legisló para prohibir los títulos hereditarios y los privilegios principescos, entre ellos el derecho a dinero para gastos personales del monarca como compensación por perder los ingresos estaduales al traspasarlos a la nueva unión india.

Sin embargo, muchos jefes de familias reales y sus palacios todavía juegan un rol en ceremonias y festivales religiosos, así como en procesiones públicas que se realizan para perpetuar la tradición.

Decida lo que decida la Corte Suprema sobre el templo de Padmanabhaswamy, es probable que influya en los tesoros que siguen apareciendo en los miles de templos hindúes esparcidos por todo el país y que han sobrevivido a guerras e invasiones.

En febrero, cuando la policía investigaba un caso de robo en el templo de Jagannath, del siglo XII, ubicado en Puri, en el oriental estado de Orissa, se topó con 18 toneladas de lingotes de plata. Todavía está en disputa a quién pertenecen esos lingotes, y una parte de ese tesoro parece haber sido robada.

Como era de prever, organizaciones pro-hinduístas presionan al gobierno para asegurarse de que la riqueza hallada en templos como el de Padmanabhaswamy quede en manos de sus fieles.

“Aunque está claro que la riqueza pertenece al templo y a los hindúes solamente, hay ciertos intereses creados que intentan generar confusión entre el público con argumentos falsos”, señaló un comunicado emitido por Bharat Jagran, una organización hindú internacional.

La administración del templo debería quedar en manos de una fundación integrada por líderes espirituales hindúes, jefes de la familia real, sacerdotes y representantes de los devotos de Padmanabha, agregó.

Esos reclamos pueden resultar problemáticos en el estado de Kerala, entre cuyos 32 millones de habitantes hay dos grandes minorías: la cristiana (20 por ciento) y la musulmana (25 por ciento).

El actual gobierno estadual, liderado por el ministro jefe Oommen Chandy, intentó evitar tomar el control del templo y sus bienes, pero ordenó a comandos policiales permanecer en el complejo para proteger el tesoro.

El jurista V.R. Krishna Iyer dijo telefónicamente a IPS desde Kerala que “es de interés público entregar el tesoro a una fundación nacional y gastarlo en el bienestar de los pobres”.

Iyer, exjuez de la Suprema Corte conocido por sus puntos de vista progresistas, dijo que es necesario un enfoque secular, dado que el tesoro “no es totalmente hindú, sino que tiene elementos extranjeros, incluidas donaciones de diamantes exóticos, oro sólido, grandes ídolos de plata y otras piedras preciosas”.

Lo mejor para el tesoro es quedar bajo control de “un fideicomiso que esté más allá de la religión y de toda denominación particular”, sostuvo.