Opciones sin brillo: ¿populismo o banca?

por Martín Guevara*

Vista de Caracas. Foto: Caridad

HAVANA TIMES – En el caso de las elecciones de Venezuela no concuerdo en absoluto con los detractores del castrismo. Cuba es una dictadura de la más concentrada pureza, donde no ha habido ni una sola elección, ni una sola consulta popular de ninguna especie de decisión, ni importante ni efímera, donde todo se hizo a golpe de dictados de un poder en torno a un hombre que ha ido cambiando de ideología según los mecenas que se prestasen a su manutención.

Donde se encarceló, fusiló o se mandó al exilio a todos los opositores en un principio. Donde se ha prohibido a todo cubano viajar libremente por el mundo, y opinar de un modo diferente a los lineamientos del líder máximo.

Pero que por otro lado dicho autoritarismo desterró totalmente el analfabetismo, el crimen organizado, la violencia delincuencial, la miseria infantil, a diferencia de Venezuela.

Cuentan con algunos puntos en común como la nariz y el codo, más relacionados con los barnices con que han recubierto  sus respectivos discursos en la última década, que en cualquier otro aspecto de la realidad objetiva.

Decir que Cuba y Venezuela son la misma cosa sería tan acertado como decir que Marx y Engels han sido idénticos a Pol Pot y Ieng Sary porque en ambos casos se autodenominaban comunistas.

Chávez se refrendó en las urnas más veces que cualquier presidente de las democracias occidentales. Simplemente usó las reglas del juego que el mundo occidental jugaba y de las cuales adolecía el segundo mundo.

No hay comicios más auditados que aquellos de los países en que de alguna manera, aunque casi siempre mediante la demagogia, se incomoda al gran capital internacional. En la historia de América Latina se sucedían y suceden infinidad de trampas electorales y nunca un periódico europeo ni norteamericano estuvo tan atento a los resultados, muy por el contrario encubrían y encubren cualquier mal procedimiento que beneficiase a las grandes oligarquías que defienden los intereses económicos de algunas transnacionales.

Ocurre permanentemente en África y les importa un pepino porque son gobiernos literalmente “comprados”, pero ni bien entran en colisión con la gran patronal internacional, todo tipo de sospechas recaen sobre ellos y se ciernen en torno a las urnas los cuervos, buscando más la rendija por donde poder colar la duda en caso de que aquellos resulten victoriosos, que las garantías de buenos procedimientos. Pero precisamente es esta obsesión lo que las convierte en las elecciones más inspeccionadas.

Luego, si resulta salir un Allende deja de gustarles todo lo que la democracia puede deparar, si es un Chávez les gusta un poco más porque es un perfil menos serio, más humo de feria, ruido de artificios, pero no les termina de agradar del todo, cosa que dicho sea de paso a mí tampoco, pero no porque hubiese dotado de un poco de dignidad y algo de comer a los pobres, tan despreciados por la oligarquía de aquel y de tantos países, sino más bien al contrario, quizás precisamente eso sería lo único que me gustaría.

Ahora bien, conviene tener claro que ni Maduro es Chávez, ni Capriles la herencia de aquella oligarquía rancia antipopular.

No soy de sentirme atraído por propuesta alguna de ningún tipo de poderosos, considero a los individuos que precisan concentrar mucho poder como parte del mismo conjunto, cualquiera que sea el disfraz ideológico que escoja para participar en este gran carnaval.

En España, país con vitola del primer mundo desarrollado, todo lo que ha hecho el gobierno electo en las urnas desde que asumió el poder va en sentido contrario a lo prometido, constituyendo una estafa en toda regla, algo que sujetos a la lógica, debería ser punible con cárcel y con cese inmediato del acuerdo tácito que implica el contrato electoral. Se le hurta, roba, esquila, pela, rapa, lo poco que le queda a los trabajadores para cedérselo a los bancos.

O sea que una actitud civilizada pasaría por tragarse sin chistar a un gobierno que no ha cumplido ni una sola de sus promesa a excepción de endurecer la ley del aborto, y por el contrario causa daño a toda la clase media en beneficio de los culpables de esta gran estafa eufemísticamente llamada “crisis”, que está minado por la corrupción en todas sus instituciones, con personas del partido de gobierno inmersas en procesos judiciales por presuntos casos de corrupción, que incluso cuenta con una jefatura de Estado gestionada por una monarquía, que aparte de su deterioro, se decide única, exclusiva y sencillamente a través de la cópula y la fecundación, como toda muestra de exquisita sofisticación europea.

Sin embargo, resulta que el centro de la desconfianza universal acerca de la poca transparencia democrática es el legado de un tal Chávez, que por más reprobable que resulte, al menos a sus votantes no los defraudó en lo esencial. ¿Estamos desde Occidente en condiciones de dictar cátedra de decencia, de claridad, de transparencia?

Esta no es la forma en que Occidente sedujo al hombre necesitado de normas para una vida civilizada en cierto marco de paz y progreso. ¡Por favor, dediquémonos a arreglar nuestro patio y a barrer bajo nuestras alfombras, que en materia de orden y de seriedad estamos a años luz de poder darle consejos a nadie!

(*) Es argentino, pero se crió en Cuba. Hijo de Juan Martín, hermano menor de Ernesto “Che” Guevara”. Vive en España, y tiene un blog y escribe un libro sobre la situación en Cuba y sobre su célebre tío.

5 thoughts on “Opciones sin brillo: ¿populismo o banca?

  • Es un mito eso de que en Cuba existe poca delincuencia violenta.

    Concretamente en el 2009 en Cuba se produjeron 563 asesinatos, lo cual da una tasa de 5,0 homicidios por 100.000 habitantes y año:

    http://en.wikipedia.org/wiki/List_of_countries_by_intentional_homicide_rate

    ¿Es poco? A modo de comparación la tasa media de homicidio en Europa es de 3,5 asesinatos por 100.000 personas y año; y la de Asia es de 3,1. Dentro de Europa la tasa es notablemente más baja en Europa Occidental que en la Oriental, una curiosa herencia del pasado comunista. Por ejemplo la tasa de España es de 0,8, mientras que la de Rusia es de 10,2.

    La tasa de Estados Unidos es de 4,8 asesinatos por cien mil habitantes y año. Por tanto en Cuba se produce proporcionalmente más asesinatos que en los Estados Unidos.

    Las tasas de homicidio más altas están en Africa (17,0) y América (15,4); de modo que la tasa de homicidio de Cuba sale bien parada cuando la comparamos con la de sus vecinos como Venezuela (45,1!) o México (22,7) … aunque la de Chile es de 3,2.

  • Yo te propongo una encuesta-apuesta:

    Pregunta en cualquier ciudad de Cuba, y en Río de Janeiro, en Ciudad de México, en Caracas y en Johannesburgo, cuántos ciudadanos se atreven a salir solos a la calle después de las once de la noche; también cuántos padres se quedan tranquilos dejando a sus hijos jugar fuera de casa pasadas las siete de la noche. Si quieres apostamos en euros…

  • Amigo, no estoy seguro de las cifras que ofreces con respecto a EU, puede que aqui en Cuba no se publiquen esos numeros, incluso que puede que la tasa sea alta teniendo en cuento que no somos muchos habitantes, pero no creo de verdad que Cuba tengo un promedio mas alto que el de los EU, cuando solamente se producen los espectaculos desastrozos en las escuelas donde entran con armas y empiezan a matar gente casi siempre hay mas de dos victimas, por hablar de pocas personas. Ademas, los atentados por ejemplo de hace poco como cuentan, no cuentan como asesinatos ?

  • Efectivamente en Estados Unidos se producen periódicamente matanzas con muchas víctimas. Sin embargo, no debemos de olvidarnos de que las altas tasas de homicidios son consecuencia de un goteo continuo de víctimas más que de episodios puntuales con muchas víctimas. Por poner un ejemplo, Noruega tiene una de las tasas de homicidio menores del mundo, concretamente de 0.6 homicidios por cien mil habitantes y año. Esto sucede a pesar de la matanza del 2011 causada por Breivik con 69 muertos.

    En Cuba se produjeron en el 2009 un total de 563 asesinatos, pero ni un solo asesinato múltiple. Si se hubiese producido un episodio con 69 muertos como en Noruega la tasa de homicidios habría subido poco más del diez por cien. El efecto sería pequeño.

    Los episodios con múltiples muertos producen muchísima alarma pero, por suerte, son estadísticamente poco significativos. Un goteo continuo de muertos producidos por peleas con arma blanca, que en Cuba no salen en la prensa, terminan produciendo un gran número de víctimas.

  • El comparar la tasa de homicidios en Estados Unidos con la de Cuba, conviene recordar que Estados Unidos tienen 311 millones de habitantes, mientras que Cuba tiene 11 millones. Por tanto, los 563 homicidios que se produjeron en Cuba en el 2006, serían equivalentes a 15.917 homicidios en los Estados Unidos. Ese año se produjeron en Estados Unidos concretamente 17.917 asesinatos, con lo que la tasa fue ligeramente superior a la de Cuba:

    http://www2.fbi.gov/ucr/cius2009/data/table_01.html

    Por otra parte la tasa de homicidios en Estados Unidos está bajando, y en el 2009 se produjeron 15.241 homicidios, con lo que la tasa pasó a ser inferior a la de Cuba.

    En fin, eso de que gracias a la revolución Cuba es un país con poca delincuencia, mientras que en los Estados Unidos existe una delincuencia enorme es otro de los mitos que hay que destruir, un mito que perpetua Granma a base de no informar nada de los homicidios que se producen en Cuba y sin embargo, amplificar los episodios con múltiples víctimas que se producen en los Estados Unidos.

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