Occidente apronta baterías contra Gadafi
Por Aprille Muscara
HAVANA TIMES, 1 marzo (IPS) — Se intensifica la presión internacional contra el líder de Libia, Muammar Gadafi. Mientras diplomáticos occidentales piden su inmediata renuncia, el Pentágono y sus aliados consideran crear una zona de exclusión aérea sobre esa nación africana.
La Organización de las Naciones (ONU) estima que entre 600 y 2.000 manifestantes pacíficos y testigos inocentes han muerto desde que el régimen de Gadafi lanzó su violenta represión a las protestas opositoras hace 13 días.
«El coronel Gadafi y los que lo rodean deben se responsabilizados por estos actos, que violan las obligaciones internacionales y la decencia común», dijo la secretaria de Estado (canciller) de Estados Unidos, Hillary Rodham Clinton, durante una reunión el lunes del Consejo de Derechos Humanos, con sede en Ginebra, del que Libia es miembro.
«A través de sus acciones, han perdido la legitimidad para gobernar», señaló. «Y el pueblo de Libia lo ha dejado en claro: es tiempo de que Gadafi se vaya. Ahora, sin más violencia ni demora», añadió.
El presidente estadounidense Barack Obama había hecho similares afirmaciones en conversación el sábado con la canciller (jefa de gobierno) de Alemania, Angela Merkel.
Este martes, Clinton dijo a la Cámara de Representantes de su país que se avecinaba un momento de decisión, ya que Libia «podría convertirse en una democracia pacífica o sufrir una larga y agotadora guerra civil o precipitarse en el caos», y subrayó que era esencial una «respuesta estadounidense fuerte y estratégica».
Mientras, el jefe del Mando Central de Estados Unidos, James Mattis, dijo ante el Congreso que la creación de una zona de exclusión aérea en Libia requeriría previamente de una operación bélica para destruir la capacidad de defensa de ese país africano.
Se espera que la ONU expulse a Libia del Consejo de Derechos Humanos, luego de una recomendación hecha por el propio órgano el viernes pasado.
El fin de semana, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó una resolución histórica imponiendo un embargo de armas sobre ese país petrolero y sanciones a miembros del régimen de Gadafi, incluyendo prohibiciones de viaje y congelamiento de cuentas bancarias, medidas que ya estaban aplicando unilateralmente algunos países.
La Casa Blanca anunció el lunes que había retenido 30.000 millones de dólares de las cuentas del régimen desde que puso en vigor sus sanciones el viernes.
La resolución del Consejo de Seguridad, aprobada en forma unánime, también derivó el caso de Libia a la Corte Penal Internacional, con sede en La Haya. Es el segundo caso que el órgano de la ONU presenta a ese tribunal desde que fue creado.
«Es vital que la comunidad internacional hable con una sola voz, y lo ha hecho así», dijo a periodistas el lunes la embajadora de Estados Unidos en el foro mundial, Susan Rice.
«Estas sanciones y mecanismos deberían hacer pensar a todos los miembros del régimen libio sobre la disyuntiva que tienen ante ellos:
violar los derechos humanos y ser responsabilizados o detener la violencia y respetar el llamado del pueblo a un cambio», señaló.
«No hay escapatoria a esta alternativa fundamental», agregó.
Rice dijo a periodistas que la creación de una zona de exclusión aérea era una de las opciones que estaban siendo «consideradas activa y seriamente».
El lunes, el Pentágono anunció que estaba enviando sus fuerzas naval y aérea a la región.
«Tenemos a funcionarios trabajando en varios planes de contingencia», informó a periodistas en Washington el portavoz del Departamento de Defensa, Dave Lapan. «Esas fuerzas pueden ser usadas en diversos números y formas».
Mientras, observadores alertan que una crisis humanitaria está en ciernes. Según datos de la ONU divulgados el lunes, unos 61.000 libios han escapado a Egipto, 40.000 a Túnez y 1.000 a Níger. Además, hay muchos desplazados internos que no pueden abandonar el país.
El organismo mundial también expresó su preocupación por la falta de suministros médicos y de alimentos.
«La ONU ha comenzado a montar una muy fuerte respuesta humanitaria que incluirá recursos para las varias agencias involucradas, como el Alto Comisionado para los Refugiados y la Organización Internacional para las Migraciones», dijo Rice, quien se encontraba en Washington el lunes para asistir a la reunión entre Obama y el secretario general del foro mundial, Ban Ki-moon.
Ban designará a un funcionario de alto nivel que coordine la respuesta humanitaria y política de la ONU, añadió.
Al mismo tiempo, Washington ha enviado equipos de asistencia a las fronteras libias, mientras que la agencia estadounidense para el desarrollo internacional, USAID, destinó 10 millones de dólares de ayuda humanitaria, anunció el Departamento de Estado.