Obama contempla opciones con Libia

Por Jim Lobe

HAVANA TIMES, 24 feb. (IPS) — Mientras sectores opositores se hacían fuertes en más ciudades y pueblos de Libia, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, dijo que su gobierno estudia “todas las medidas” de respuesta a la violencia en ese estado petrolero del norte de África.

Washington prefiere actuar en concierto con otras naciones e instituciones internacionales, dijo Obama en un pronunciamiento televisado de cinco minutos.

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“Esta no es una simple preocupación de Estados Unidos. Todo el mundo está mirando, y vamos a coordinar nuestras medidas de asistencia y rendición de cuentas con la comunidad internacional”, dijo Obama, flanqueado por su secretaria de Estado (canciller) Hillary Rodham Clinton.

Pero también advirtió que su gobierno considera acciones unilaterales –que no especificó– contra el régimen del líder libio Muammar Gadafi.

“He pedido a mi gobierno que prepare toda la gama de opciones que tenemos para responder a esta crisis”, sostuvo el mandatario. Inclusive “las acciones que podamos tomar, aquellas que coordinaremos con nuestros aliados y socios, y las que llevaremos adelante mediante instituciones multilaterales”.

El pronunciamiento del miércoles 23 es el primero de Obama desde que el pasado fin de semana fuerzas gubernamentales y, según algunas noticias, mercenarios extranjeros lanzaron ataques contra manifestantes en la oriental ciudad portuaria de Benghazi y en otras urbes.

Los reportes indican que el control de Gadafi se ha reducido a poco más que la capital, Trípoli.

El canciller Franco Frattini de Italia, el país europeo con lazos más estrechos con su ex colonia, dijo el miércoles que era verosímil la estimación de unas mil personas muertas por la represión. Mientras, la Federación Internacional de Derechos Humanos sostuvo que las víctimas mortales desde el fin de semana son al menos 700.

El hijo de Gadafi, Saif al-Islam Gadafi, aseguró en un discurso televisado que la situación había retornado a la “normalidad”, pero residentes de Trípoli decían por teléfono a la prensa extranjera que la población capitalina permanecía encerrada en sus hogares por temor a ser atacada en las calles por las tropas y milicias progubernamentales.

Periodistas extranjeros en Benghazi, la segunda ciudad después de Trípoli, reportan que sus residentes han establecido una autoridad provisional, mientras, Misurata, la tercera mayor urbe situada apenas al este de la capital, cayó en manos opositoras.

El gobierno también cedió posiciones a lo largo de la frontera con Túnez, en el oeste, y cientos de personas cruzaban hacia el país vecino.

Obama ha sido criticado por sectores de derecha y activistas de derechos humanos por su “silencio” y pasividad ante el régimen de Gadafi. Su discurso pareció una respuesta a esas críticas.

Su “mayor prioridad” es “hacer todo lo posible para proteger” a unos 6.000 “ciudadanos estadounidenses” que viven en Libia, dijo.

Fuentes gubernamentales habían dicho a la prensa que una razón de la renuencia de Obama a pronunciarse duramente contra el régimen libio se debía al temor de que éste reaccionara tomando rehenes estadounidenses.

Algunos analistas hicieron notar que en su discurso, Obama no se refirió a Gadafi por su nombre.

Pero sus palabras fueron las más duras emitidas hasta ahora por Washington. “El sufrimiento y el baño de sangre son atroces e inaceptables”, dijo.

El presidente sugirió que Washington estudia la adopción de sanciones.

“Como todos los gobiernos, el libio tiene la responsabilidad de evitar la violencia, permitir que la ayuda humanitaria llegue a quienes la necesitan y respetar los derechos de su pueblo”, sostuvo.

“Debe exigírsele responsabilidad por no cumplir esas responsabilidades y debe enfrentar el costo de las continuas violaciones a los derechos humanos”, agregó Obama.

El mandatario saludó la resolución adoptada el martes por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, que condenó la violencia y llamó a exigir responsabilidad a sus perpetradores.

“El mismo mensaje dieron la Unión Europea, la Liga Árabe, la Unión Africana, la Organización de la Conferencia Islámica y muchas naciones”, enfatizó.

De modo implícito rechazó las acusaciones de Gadafi y de otros gobernantes autoritarios de Medio Oriente acerca de que Estados Unidos está detrás de estos alzamientos.

“El cambio en la región es conducido por los pueblos de la región”, indicó Obama en referencia al derrocamiento de los gobernantes de Túnez y Egipto en las últimas seis semanas y a las continuas manifestaciones y protestas en Bahrein y Yemen.

“Este cambio no refleja el trabajo de Estados Unidos ni de ninguna otra potencia extranjera”, insistió. “Representa las aspiraciones del pueblo que busca una vida mejor”.

El subsecretario de Estado adjunto para Asuntos Políticos, William Burns, que estuvo esta semana en El Cairo, se dirigirá a Europa y a otras ciudades de Medio Oriente para “intensificar las consultas” sobre medidas que podrían tomarse contra el régimen libio, dijo Obama.

El mandatario también anunció que Clinton viajará este lunes a Ginebra para asistir a una reunión de ministros de relaciones exteriores de los estados que conforman el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, Libia incluida.

Algunas voces en Estados Unidos reclaman que entre las sanciones que se tomen contra Libia se incluya su expulsión del Consejo. También piden que se imponga una zona de exclusión aérea para impedir que aviones del régimen bombardeen las zonas controladas por los opositores.

Otros, sobre todo de la derecha, reclaman a Washington que suministre armas a los rebeldes.