Nueva época en América Latina y el Caribe

Elio Delgado Legón

celac-ueHAVANA TIMES — La noticia tiene que hacer reflexionar a muchos, especialmente a los que han preferido mantener a América Latina dividida y a Cuba aislada del resto de los países hermanos del continente.

Los principales medios de prensa informan que el domingo 27 y lunes 28 de enero, se efectúa en Santiago de Chile la primera Cumbre de la Comunidad de Estados de Latinoamérica y el Caribe (CELAC) y que Cuba asume la presidencia pro témpore de la organización.

Lo primero que me viene a la memoria es la situación existente en América Latina en enero de 1962, cuando Estados Unidos presionó al resto de los países para que aprobaran la expulsión de Cuba de la Organización de Estados Americanos (OEA).

Una maniobra dirigida a aislar a nuestro país, con una doble finalidad: por un lado, que el bloqueo económico, comercial y financiero establecido por Estados Unidos contra Cuba, surtiera un mayor efecto; y por otro, que el ejemplo de la Revolución cubana no se extendiera a los demás pueblos del continente.

Posteriormente vino la etapa de imposición de dictaduras militares en la mayoría de los países latinoamericanos, las que contaron con el apoyo y el sostén de Estados Unidos, sin importarle las violaciones de los derechos humanos, los cientos de miles de muertos, desaparecidos o torturados.

Fue la época del Plan Cóndor, organizado por la CIA y las dictaduras latinoamericanas, para asesinar y desaparecer a todos los revolucionarios que ellos consideraran un peligro para su estabilidad. Fue la época más negra que ha vivido el continente americano.

Pero cuando los pueblos dicen basta, no hay fuerza bruta que los haga desistir. Las dictaduras se hicieron insostenibles ante el empuje de los pueblos, y una tras otra tuvieron que ir cediendo y pasando a la etapa de la llamada democracia representativa, que no representaba al pueblo, sino a los grandes intereses capitalistas nativos y foráneos.

Fue la época del capitalismo neoliberal, que sumió en la miseria a Nuestra América, a pesar de contar con grandes riquezas naturales.

El fracaso estrepitoso del neoliberalismo y de los intentos de Estados Unidos de crear el Área de Libre Comercio para las Américas (ALCA), fue dando paso al surgimiento de gobiernos comprometidos con sus pueblos y decididos a darle un vuelco a la situación imperante.

El triunfo en las urnas de gobiernos de izquierda en varios países, y las medidas adoptadas a favor de los más humildes y hambrientos, hizo despertar la conciencia de los pueblos, que había estado adormecida y engañada, porque como dijo una vez Abrahan Lincoln ‘‘Se puede engañar a todo el pueblo una parte del tiempo, se puede engañar a una parte del pueblo todo el tiempo, pero no se puede engañar a todo el pueblo todo el tiempo’‘.

Frente a los intentos del gobierno de Estados Unidos de imponer el ALCA, surgió la idea de Venezuela y Cuba de crear la Alianza Bolivariana de las Américas (ALBA), que es una verdadera alianza de ayuda mutua entre países de diferentes grados de desarrollo y de riquezas naturales.

Cuba ha desarrollado un papel importante en el esfuerzo de los gobiernos de izquierda por llevar a sus pueblos la mayor suma posible de felicidad, al ofrecerles atención médica de calidad hasta en los más apartados rincones, al darles la posibilidad de que jóvenes de bajos recursos puedan estudiar medicina en Cuba, al llevar la luz de la enseñanza y acabar con el analfabetismo, al ofrecer asesoría en deportes, cultura y otros campos en que el país cuenta con suficiente personal calificado y con experiencia.

Durante su discurso en la Cumbre fundacional de la CELAC en diciembre de 2011, el presidente cubano Raúl Castro expresó, entre otras cosas:

‘‘La Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños es nuestra obra más preciada. Simbólicamente, consolida el concepto de una región unida y soberana, comprometida con un destino común. En términos estratégicos, nos brinda el instrumento político requerido para aunar voluntades, respetar la diversidad, resolver diferencias, cooperar por el bien de nuestros pueblos y solidarizarnos los unos con los otros. (…)

‘‘Sería un grave error desconocer que América Latina y el Caribe han cambiado, que no se nos puede tratar como en el pasado.”

Las 33 naciones que integran la CELAC tienen una historia común, constituyen la tercera potencia económica del mundo, el tercer mayor productor de energía eléctrica y el mayor productor de alimentos, cuenta con la mayor reserva de agua dulce del mundo y tiene un producto interno bruto (PIB) de unos siete billones de dólares.

Teniendo en cuenta estos datos, la CELAC constituye un interlocutor que puede discutir y negociar con cualquier bloque mundial o cualquiera de los países más desarrollados. Ejemplo de ello es la Cumbre CELAC-UE que se celebra el sábado 26 y domingo 27, inmediatamente antes de la Cumbre de la CELAC.

Indudablemente, América Latina y el Caribe han entrado en una nueva época.

One thought on “Nueva época en América Latina y el Caribe

  • Sí, los tiempos han cambiado y mucho, Elio. Y ya es la hora, como sugirió el Pontífice, de que el mundo se abra a Cuba y Cuba se abra al mundo. Ahora sí….

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