Maduro da la espalda a los maestros y ayuda a evangélicos

Nicolás Maduro con evangélicos

Por Caridad

HAVANA TIMES – Dicen que Jair Bolsonaro logró ser presidente de Brasil gracias al apoyo enorme de las iglesias evangélicas.

Maduro, que siempre se ha situado en el equipo político contrario al de Jair, se ha declarado públicamente benefactor de las iglesias y pastores evangélicos.

Primero voy a dejar claro que la República Bolivariana de Venezuela es, según su constitución, un estado laico.

Luego vamos a recordar la profunda crisis inflacionaria del país, que día a día devora los paupérrimos salarios de los trabajadores y jubilados, y por tanto su salud. Ya que menciono la salud, también les recordaré que la salud pública es prácticamente inexistente, dado lo poco que se puede resolver en un hospital; aparte de la exigua atención de un profesional, no existe un examen médico ni un medicamento que no haya que pagar; los precios de los medicamentos, como todo lo demás, están dolarizados, mientras que, ya sabemos, los salarios son en bolívares, la moneda venezolana.

También los pondré al tanto sobre la educación. Sector que, como todo lo que tiene utilidad para la sociedad, está sumido en una profunda crisis. Hace unos días los maestros y profesores de todo el país dieron una gran muestra de valentía y coordinación, cuando salieron a marchar en cada ciudad para reclamar salarios justos, sin que los chantajes ni las amenazas por parte del gobierno y los grupos paramilitares los detuvieran.

Hace un par de horas casi me muero ahogada porque un vecino se puso a quemar los desperdicios de su casa, el asunto se le fue de control y quemó un poco más de lo que debía, ¿por qué? Porque la recogida de basura es, como el resto de los servicios públicos, un caos.

Y para no hacer demasiado largo el listado de desgracias que le resultan tan útiles al gobierno para mantenernos a todos ocupados en intentar respirar, les explico el asunto sobre la beneficencia a las iglesias cristianas.

Cuando el mandato de Chávez, el gobierno creó un programa llamado Mi Casa Bien Equipada, su finalidad era ofrecer equipos electrodomésticos a costos muy bajos. Cientos de miles de personas se beneficiaron de este programa, incluyendo a muchos cubanos en altos puestos de las “misiones”. Pero ya hace varios años que, como es de suponer, este programa no existe.

No obstante, Maduro ha tenido la genial idea de sacar una versión de Mi Casa Bien Equipada, pero ahora será Mi Iglesia Bien Equipada.

Aclaro, no es cualquier iglesia, solo las evangélicas y me atrevería a asegurar que las pentecostales con más exactitud.

Según el presidente venezolano, el propósito de este programa es “Para que los feligreses cuenten con espacios dignos donde puedan desarrollar su fe en el encuentro con Dios, encargo a la gran Misión Venezuela Bella del desarrollo amplio y acelerado, profundo”.

Ya el hombre nuevo del socialismo quedó atrás, ahora, dice Maduro: “Tenemos que ser hombres y mujeres de fe, de pensamiento, de palabra, de oración y de acción, hombres y mujeres nuevos, integrales, y tender puentes para ir unidos en defensa del derecho a la paz, a la vida y a la felicidad de Venezuela”.

Y, como no pueden crearse hombres y mujeres “nuevos” de la nada, Maduro exigió a las radios y televisoras que prioricen el acceso de la iglesia cristiana evangélica a estos medios de comunicación.

A los maestros que, de forma contundente, protestaron hace unos días, los acusó de traidores, porque piden salarios dignos en vez del cese del bloqueo. No hay dinero para aumentos de salario, es la última palabra del gobernante.

Y, para finalizar, hace también unos días el obispo Víctor Hugo Basabe, en una homilía a propósito de la celebración del día de la patrona de la ciudad de Barquisimeto, pidió a la Divina Pastora librar a Venezuela de “la peste” de la corrupción política que llevó al país “a la ruina moral, económica y social”.

Por alguna extraña e inconsciente asociación, Nicolás Maduro asumió que el obispo hacía una clara referencia a su persona. Y, para sorpresa de todos, acusó al obispo de “discurso de odio” ante el Fiscal General, el Defensor del Pueblo, el Contralor General y el presidente del Tribunal Supremo de Justicia.

Supongo que, ese dinero que no existe para recuperar el sistema educativo y de salud, porque se lo ha tragado y continúa tragándoselo la corrupción, es el que se destinará a poner bonitas las iglesias evangélicas, para que los venezolanos se sientan más cómodos a la hora de llorar sus penas y adorar al presidente que (dios) “ha puesto para que gobierne nuestra tierra”.

“¡Que viva el pueblo de Cristo!”

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Caridad

Caridad: Si tuviera la oportunidad de escoger cómo sería mi próxima vida, me gustaría ser agua. Si tuviera la oportunidad de eliminar algo de lo peor del mundo borraría el miedo y de todos los sentimientos humanos prefiero la amistad. Nací en el año del primer Congreso del PCC en Cuba, el día en que se celebra el orgullo gay en todo el mundo. Ya no vivo al este de la habana, intento hacerlo en Caracas y continúo defendido mi derecho a hacer lo que quiero y no lo que espera de mí la sociedad.