La muerte de Roque Dalton salpica

Por Edgardo Ayala

Roque Dalton - dibujo: Wikipedia

HAVANA TIMES, 7 mayo (IPS) — La muerte del poeta salvadoreño Roque Dalton, ejecutado por sus compañeros guerrilleros, salpica 35 años después a los presidentes de El Salvador y México, a los que sus hijos reclaman tener como colaboradores a dos de sus verdugos.

El 10 de mayo de 1975 el reconocido poeta centroamericano fue ejecutado por orden de la dirección del guerrillero Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) al que pertenecía, acusado de insubordinación y de ser agente de la estadounidense Agencia Central de Inteligencia (CIA).

Iba a cumplir 40 años cuatro días después y sus restos no han sido encontrados hasta ahora.

El cineasta Jorge Dalton y el periodista Juan José exigieron esta semana al presidente Mauricio Funes que destituya a Jorge Meléndez, actual director de Protección Civil del Ministerio de Gobernación, por haber sido uno de los ejecutores del escritor.

Los hermanos Dalton se desvincularon de los homenajes con que el gobierno va conmemorar la memoria del escritor y pidieron a Funes y su administración que no use el nombre del escritor.

Informaron además sobre el envío de una carta al presidente de México, Felipe Calderón, por tener entre los asesores en la lucha contra los carteles del tráfico de drogas a Joaquín Villalobos, otro ex comandante guerrillero involucrado en la muerte de Roque Dalton.

Este es el primer aniversario de la muerte del poeta en que está en el poder el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), integrado en 1980 por el ERP y otros cuatro grupos guerrilleros y que desde ese año combatió a los sucesivos gobiernos hasta 1992.

Juan José Dalton dijo que es una contradicción «inmensa» que el gobierno prepare homenajes a la figura de su padre y tenga como funcionario a uno de los que decidieron asesinarlo.

«No vamos a permitir homenajes a Roque Dalton, cuando hay esta incongruencia ética de tener en el seno del gobierno a uno de los implicados en la muerte de mi padre», dijo a IPS.

Los hermanos Dalton reclamaron además al gobierno y al FMLN que se investigue el paradero de sus restos, se esclarezca todo lo ocurrido en torno al crimen y se pidan disculpas públicas a la familia y al pueblo salvadoreño.

El presidente Funes, con que la izquierda llegó al poder el 1 de junio de 2009, replicó que el legado cultural del «poeta rebelde» ya no pertenece a la familia, aunque precisó que respeta y comparte su dolor.

«Roque Dalton es del pueblo salvadoreño», dijo Funes, un antiguo periodista, «es la esencia de nuestra expresión cultural y por lo tanto es patrimonio del pueblo salvadoreño».

Añadió que no va a cesar a Meléndez, conocido como el comandante «Jonás» en el ERP, porque ello atentaría contra el derecho a la presunción de inocencia y no ha habido ninguna investigación que lo inculpe de la muerte del intelectual.

«Es algo totalmente hiriente lo que dijo el presidente», dijo Juan José Dalton.

Dalton, el poeta más emblemático y reconocido de El Salvador, gozó de fama especial en los años 60, cuando formó parte de un grupo único de escritores latinoamericanos, como los argentinos Julio Cortázar y Juan Gelman, los uruguayos Mario Benedetti y Eduardo Galeano, o el colombiano Gabriel García Márquez.

Su combativa oposición a las dictaduras de entonces lo condujo a la cárcel en 1960 y al exilio ese mismo año.

Sus obras más importantes incluyen La ventana en el rostro (1962), Taberna y otros lugares (Premio Casa de las Américas, 1969), Miguel Mármol (1972), Pobrecito poeta que era yo… (1975), Poemas clandestinos (1975) e Historias prohibidas del pulgarcito (1975).

En 1973 reingresó clandestinamente a El Salvador y se sumó a las filas del ERP.

Cuando era corresponsal de IPS y otros medios latinoamericanos, Juan José Dalton entrevistó en 1993 a Joaquín Villalobos, primero comandante del ERP y después del FMLN, quien le reveló su participación en el proceso y la decisión de ejecutar a su padre, así como la de Meléndez.

«Fue un tremendo error», dijo Villalobos en el testimonio publicado por IPS, el diario mexicano Excelsior y otros muchos medios latinoamericanos.

Esta misma semana, la publicación digital Contrapunto, dirigida por Juan José Dalton, entrevistó a Meléndez sobre la muerte del poeta, en que se mostró orgulloso de haber integrado la dirección del ERP.

«Yo no recuerdo el asesinato de Dalton, lo que recuerdo es un proceso político», en el que hubo muertos, dijo Meléndez, lo que para los hermanos Dalton es una suerte de confesión de su participación en el crimen.

«Cuando haya que decir la verdad, la voy a decir yo, tengo ese derecho (.) Yo estuve ahí y yo sé lo que pasó, yo tengo mi interpretación y yo tengo que decir la verdad que a mí me corresponde», agregó.

«No sabemos dónde están los restos de mi padre, y en este país no hay un solo monumento a su memoria (.) Han venido escritores como (el premio Nobel portugués) José Saramago, Eduardo Galeano, o el cantautor (cubano) Silvio Rodríguez y preguntan dónde está la tumba de Roque Dalton», criticó Juan José Dalton.

Insistió que su familia tiene testimonios de ex combatientes que afirman que Villalobos y Meléndez formaron parte del comando que eliminó al escritor.

En tanto, en la carta al mandatario mexicano, los hermanos Dalton pretenden notificar a Calderón que su asesor antidrogas, Villalobos, no es apto para ese cargo, pues carece de la ética necesaria, al haber participado directamente en el crimen.

«Mi padre vivió en México, y allí publicó su primer libro, ‘La ventana en el rostro’, y hemos sentido el calor de los mexicanos, y la sociedad mexicana deberá saber que en el gobierno de su país hay un funcionario vinculado a un crimen horrendo», dijo Juan José Dalton.

One thought on “La muerte de Roque Dalton salpica

  • «El 10 de mayo de 1975 el reconocido poeta centroamericano fue ejecutado por orden de la dirección del guerrillero Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) al que pertenecía, acusado de insubordinación y de ser agente de la estadounidense Agencia Central de Inteligencia (CIA)».

    Estos son los argumentos típicos y un tópico recurrente de los estalinistas: acusar de policías a todos aquellos que contesten las posiciones políticas de sus dirigentes. El hecho es que Roque denunciaba a la ex-Unión Soviética de tener una política social-imperialista. Algún día se sabrá, y se tendrá que saber todo el proceso político que condujo a al fusilamiento y desaparición de Roque.

    Su valiente denuncia invalidaba y arruinaba toda concepción que hasta ese momento pudo haber sido tenida como revolucionaria y comunista.

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