Ecuador: Reticente apoyo aéreo y naval al gobierno

Por Gonzalo Ortiz

HAVANA TIMES, 7 oct (IPS) — Además de los policías sublevados, las fuerzas aérea y naval de Ecuador crearon los mayores dolores de cabeza para el gobierno de Rafael Correa en las 11 horas en que estuvo secuestrado el 30 de septiembre, supo IPS de fuentes civiles y militares cercanas a los hechos.

La asonada concluyó a la hora 21:35 de Ecuador (hora GMT 02:35 del viernes 1 de octubre) con el rescate del mandatario de un hospital militar contiguo a un cuartel al que acudió por la mañana, al conocer que se había producido un motín policial, y donde fue atacado e insultado por los uniformados.

Quedaron 274 heridos y 10 muertos, según los medios, aunque el gobierno mantiene la cifra de cinco fallecidos, y las dudas sobre cuán profundo es el sometimiento de los cuerpos armados al régimen democrático.

El rescate fue una operación de grupos de elite del ejército, y policiales leales al gobierno, transmitida en vivo y en directo por la televisión al mundo.

Una alta fuente gubernamental, que pidió no revelar su nombre, confirmó a IPS que “mientras el ejército demostró lealtad a Correa desde el primer momento, las otras dos ramas (fuerzas) se mostraron complicadas y hubo que negociar”.

Sin embargo, el ministro de Defensa, Javier Ponce, replicó a IPS que “me mantuve todo el día con el alto mando, pero sin negociar nada. Evaluamos la situación a lo largo de las horas, y luego nos concentramos en preparar el operativo de rescate”.

Ponce se mostró sorprendido ante IPS sobre el comentario formulado por un alto funcionario: “el segundo secuestrado del jueves fue el ministro de Defensa”.

“No fue así, el alto mando estuvo reunido conmigo y yo decidí que no me separaría de ellos ni un momento”, dijo Ponce. Pero reconoció que “hubo problemas de desinformación con la tropa de la aviación y la marina”.

El declarado origen del alzamiento policial, que incluyó el bloqueo de la sede parlamentaria, fue la aprobación un día antes de la Ley Orgánica del Servicio Público, que recorta condecoraciones y algunas bonificaciones, y alarga los períodos para ascender en la carrera profesional.

Pero, de hecho, un policía raso gana 750 dólares, mientras el salario mínimo nacional es de 240 dólares.

El ministro, que confirmó el martes 5 un aumento de salarios para capitanes, mayores,  suboficiales mayores (sargentos) y primeros (cabos) de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional, insistió en que no había relación entre esta medida y la rebelión del jueves 30, pues se trata de correcciones que se venían estudiando desde agosto.

“Es claro que se trata de una de las medidas exigidas en las negociaciones del jueves con el alto mando. (Las autoridades) ofrecieron varias veces el aumento, pero se estaba demorando demasiado y había descontento”, opinó en cambio un coronel del ejército que solicitó reserva de su identidad.

Los incrementos salariales van de 400 a 570 dólares mensuales. Un capitán, que percibía 1.600 dólares, pasará a ganar 2.140. Y un mayor, que recibía 1.870 dólares, pasará a ganar 2.280 dólares. Las alzas son retroactivas al mes de enero.

El aumento salarial “era el problema de los oficiales y suboficiales. El problema principal para los elementos de tropa de la marina y la aviación era la cuestión de los bonos por los ascensos”, dijo la fuente castrense a IPS.

“La sublevación de los aerotécnicos de la FAE (siglas de Fuerza Aérea Ecuatoriana) fue de naturaleza totalmente distinta a la de la policía”, dijo este miércoles Correa en rueda de prensa con corresponsales extranjeros.

Esa “fue una manifestación pacífica, apolítica. Sus letreros, que habían sido confeccionados con anterioridad, decían claramente ‘No estamos contra el gobierno’”, dijo el mandatario. Pero los aerotécnicos cerraron el aeropuerto de Quito, que recibe 75 por ciento de los pasajeros internacionales, y debieron cancelarse todos los vuelos.

Si bien la sublevación de los aeronáuticos “fue de naturaleza distinta”, indicó Ponce, eso “no quiere decir que no se investigue”.

“Los ascensos en el ejército ya se habían hecho, y los de la FAE tienen que hacerse en octubre, y se había generalizado la preocupación de que la Ley (Orgánica del Servicio Público) había derogado los bonos por los ascensos y condecoraciones”, argumentó Ponce.

Esos bonos se mantienen en el presupuesto de 2010, aclaró el ministro. La misma causa parece haber sido la fuente de dificultades en la marina, que tendrá sus ascensos en diciembre. “Por eso, tropa y suboficiales tenían reclamaciones distintas pero coincidentes”, dijo la fuente militar.

La tardía difusión del mensaje de fidelidad al gobierno del jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, Luis Ernesto González, al promediar la tarde de la asonada, se debió a “un error de coordinación de prensa”, dijo Ponce. “Ese pronunciamiento estaba grabado mucho antes, pero no sé las razones por las que no se lo puso en pantalla”.

Otras fuentes señalan que la demora se debió a negociaciones internas en el Ministerio de Defensa.

Una señal de problemas con las Fuerzas Armadas fue la ausencia de patrullaje militar –mientras la policía estaba sublevada– hasta la media tarde del día de los incidentes en todo el territorio, y en Quito hasta la noche.

“El estado de excepción fue decretado por el presidente a las 13:50. Hasta entonces no podíamos actuar. Enseguida se coordinó la salida de efectivos de las Fuerzas Armadas, y en Guayaquil (ciudad del sudoeste), por ejemplo, ya a las 15:30 tenían controlada toda la ciudad”, dijo Ponce.

“La decisión (sobre cuándo emprender el rescate) fue totalmente del alto mando”, dijo el ministro.

Al “inicio se pensaba esperar a los (vehículos) blindados, pero estaba tomando demasiado tiempo su traslado”, pues venían por tierra desde ciudades distantes a más de 100 kilómetros.

“Los tanques que venían desde Riobamba (a 165 kilómetros de Quito) fueron impedidos de avanzar pues los policías habían bloqueado la carretera Panamericana atravesando buses, carros antimotines y trailers”, reveló Ponce.

“Descartados los blindados, la decisión de lanzar el ataque a las 21:00 fue totalmente del comando de la operación”, reiteró.

Por los constantes embates contra las instituciones, Ecuador tuvo ocho presidentes en una década hasta 2006, cuando Correa llegó al gobierno por primera vez. Fue reelegido en 2009, en comicios convocados por la entrada en vigor de una nueva Constitución.