Devaluación en Venezuela, un nuevo teatro

Wilson Moreno

El dólar oficial subió de 4.30 a 6.30 bolívares.
El dólar oficial subió de 4.30 a 6.30 bolívares.

HAVANA TIMES — El 8 de febrero fue un viernes y cuatro días antes en las calles de Caracas – Venezuela se había celebrado el cumpleaños de un fallido golpe de estado en el año 1992.

Ante una audiencia nacional, el ministro para Planificación y Finanzas, Jorge Giordani, comenzó a soltar lo que sería una no tan sorpresa para los venezolanos.

Una devaluación que se veía venir y había sido negada tantas veces; pero que esta vez, salía a flote y nacía con la firma de un presidente que hace ya un par de meses no estaba en su patria.

Un duro golpe para muchos, una razón factible para otros. Y para el pueblo algo que no llamaba mucho su atención pues al día siguiente todo estaba preparado para salir a disfrutar de los esperados carnavales.

Todo cambia y las fiestas terminan; ya muchos habíamos estado jugando a ser economistas para expresar nuestros pensamientos acerca de una devaluación del 32%, que afectará, sin lugar a duda, el ritmo de vida venezolano dónde gastamos más de lo que tenemos.

Ahora todos pensamos en como nos vamos a amoldar a esta no tan sorpresa que nos ha dado nuestro gobierno, que vive en una constante negación y falta de aceptaciones para muchos de sus errores en ciertas materias.

Los ricos piensan en cuán costosos van a ser sus viajes al exterior comprando dólares en el mercado negro, ya que en Venezuela es un país con un control cambiario y obtener lo que el gobierno llama “los dólares justos para cada venezolano” es un poco caro.

También pensarán en lo fácil que será especular (algo en lo que tienen ya bastante experiencia), mientras el gobierno bajo la voz de  Ricardo Menéndez, ministro de Industrias, asegura que comenzarán “guerra rodilla en tierra” contra la especulación.

Un poco desquiciado usar esa frase que ya ha sido repetida tantas veces. Cuando el gobierno sigue perdiendo guerras constantemente contra la inseguridad y su falta de poder jurídico para resolver los problemas carcelarios del país.

Somos un teatro constante en búsqueda de los mejores dramas baratos que justifiquen nuestros miedos y aceptaciones.
Somos un teatro constante en búsqueda de los mejores dramas baratos que justifiquen nuestros miedos y aceptaciones.

Al parecer, mi pueblo y el gobierno siguen batallando contra sus demonios internos que nos les permiten entender y plantearse soluciones para poder poner en marcha la verdadera construcción de un país.

Nuestra memoria es corta en algunas ocasiones y sé perfectamente que en aproximadamente un mes; la historia de la devaluación será olvidada por completo y ya habremos dado una nueva señal, de lo rápido que nos podemos adaptar a las distintas situaciones que se nos presenten, mientras remodelamos nuestra zona de confort para sentirnos una vez mas como peces en el agua.

Luego de escuchar la noticia sobre la devaluación, se me vienen ritmos a la mente y la letra de aquella gran canción de La Lupe “Teatro”.  Somos un teatro constante  en búsqueda de los mejores dramas baratos que justifiquen nuestros miedos y aceptaciones. Estudiamos nuestros simulacros para afrontar las medidas económicas, políticas, sociales, educativas, etc.

Todo se ajustará al engranaje que se ha diseñado para mantenernos funcionando; ayer fue una devaluación, mañana nadie sabe cual será la no tan sorpresa negada por un gobierno que dice ir en contra de un capitalismo, pero que sabe perfectamente como vivir como un verdadero monarca en un palacio construidos por un discurso falaz.

A mis 19 años y con algunos libros leídos, no tengo duda que mi pueblo deberá afrontar estas nuevas medidas económicas, y estoy seguro de que no lo harán llorando y diciendo ¿Por qué nos hacen esto?