Las verdades del canciller cubano frente a las mentiras de Mike Pence

Elio Delgado Legón

HAVANA TIMES – Mi más reciente trabajo publicado en este sitio lo titulé Yo no puedo entender este mundo, claro que esa es una expresión retórica, utilizada como pretexto,  para enunciar aunque fuera una parte de las calamidades que inundan a nuestro planeta, como consecuencia de la expoliación capitalista y colonialista a lo largo de cinco siglos y que parece no tener cuando acabar.

Aunque como siempre hubo un grupo de defensores de lo indefendible y detractores de todo lo que represente progreso para los pueblos y justicia social, que criticaron mi artículo, lo ocurrido en días recientes en la VIII Cumbre de Las Américas, en la que el vicepresidente estadounidense  Mike Pence leyó un discurso lleno de mentiras sobre Cuba y Venezuela y en la que el canciller cubano Bruno Rodríguez le dio una contundente respuesta, me dio la razón en lo que yo expresaba en el mencionado artículo.

Para tratar de justificar sus esfuerzos desestabilizadores en Venezuela y apoyo a la violencia que costó decenas de vidas humanas, algunos quemados vivos, en la mayor demostración de salvajismo no vista desde la guerra de agresión a Vietnam, el vicepresidente Pence acusó al Gobierno venezolano de dictadura y de antidemocrático.

Evidentemente, el vicepresidente ha sido mal informado o estaba mintiendo deliberadamente para confundir y engañar a la opinión pública, pues habló de las carencias que está sufriendo el pueblo venezolano, incluso que mueren pacientes en los hospitales por falta de medicamentos; sin embargo, las mayores carencias que sufre ese pueblo son precisamente las provocadas por la derecha golpista, cumpliendo órdenes del Gobierno norteño para derrocar a los dirigentes constitucionales, legítimamente elegidos por su pueblo.

En cuanto a la falta de medicamentos que pueda haber por las mismas causas, nunca serán mayores que las que existían en los gobiernos anteriores, cuando en ese vasto y rico país solo existía asistencia médica en las ciudades y para los ciudadanos de las clases media y alta, pues los pobres carecían de recursos para pagar una atención médica y estomatológica, que hoy existe en todo el país y completamente gratis, incluso las operaciones más delicadas. Eso no se lo informaron al señor Pence o también en ese caso mintió deliberadamente.

Con respecto a Cuba, las mentiras del señor Pence chocaron de frente con las verdades que le dijo nuestro canciller Bruno Rodríguez cuando expresó:

“Rechazo las referencias insultantes a Cuba y a Venezuela y la actitud humillante para la América Latina y el Caribe que ha asumido.

“El vacío moral del Gobierno de los Estados Unidos no puede ser, no es una referencia para la América Latina y el Caribe.

“En los últimos 100 años cargan con la responsabilidad por los abusos más brutales contra los derechos humanos y la dignidad humana. Los gobiernos despóticos en la región, todos sin excepción, han sido impuestos o han recibido apoyo de los Estados Unidos, incluidas las más crueles dictaduras militares. Hechos vergonzosos como la Operación Cóndor o el golpe cruento de estado en Chile están sobre la conciencia de administraciones estadounidenses.

“El país del señor Pence ha sido el primero y  único en usar el arma nuclear contra civiles inocentes. Es responsable de guerras criminales y de cientos y cientos de miles de muertos, de masacres de civiles, incluidos niños, mujeres y ancianos, a los que llaman daños colaterales.

“Es responsable de actos de tortura, de desapariciones, ejecuciones extrajudiciales y secuestros.

“Si a su Gobierno le interesara el bienestar, los derechos humanos y la libre determinación de los cubanos, podría levantar el bloqueo, colaboraría con nuestra cooperación internacional, en vez de sabotearla, y daría fondos a los programas de colaboración médica cubana en el mundo y a los programas de alfabetización.

“Estamos a pocas horas de que se cumplan 57 años de los bombardeos de aviones estadounidenses a aeropuertos en Cuba, en los que murieron cubanos en defensa de nuestra independencia y soberanía, en cuya despedida de duelo se proclamó el carácter socialista de la Revolución Cubana, y sorprende que a tantas décadas el vicepresidente Pence haya venido aquí a usar el mismo lenguaje que llevó a gobiernos de entonces a realizar ese terrible acontecimiento.

“Los hechos transcurridos en los últimos años demuestran que la convivencia entre Estados Unidos y Cuba es posible, productiva y puede ser civilizada.

“Para eso no espere él, ni la delegación que ahora ocupa el escaño que acaba de abandonar, que Cuba ceda en un milímetro de sus principios, ni ceje en su empeño de construir el socialismo.”

A las verdades señaladas por nuestro canciller solo me queda agregar que esta pequeña isla que sufre un bloqueo económico, comercial y financiero hace casi 60 años, brinda más ayuda al desarrollo de otros países que el poderoso país del señor Pence, que lo que hace es entorpecerlo.